Salud

En el vino, la salud

Incluí­r en la comida una copa de vino tinto no sólo resulta beneficioso para nuestro corazón, sino también para nuestro esófago. El Instituto Kaiser Permanente, financiado por el Instituto Nacional de la Salud de California, ha demostrado que el vino reduce considerablemente la posibilidad de padecer cáncer de esófago.

Existe un tio de cáncer de esófago provocado por los reflujos de ácidos gástricos, los cuales dañan las células del esófago y pueden volverse cancerígenas. Este tipo de dolencia se ha incrementado de forma notable en los países del Primer y Segundo Mundo, es más, en el caso de EE. UU. se ha multiplicado por cinco en los últimos treinta años. Es una enfermedad que afecta únicamente al 5% de la población, pero incrementa en un 30-40% la posibilidad de padecer cáncer de esófago.La única forma de detectar esta dolencia, llamada Esófago de Barret, es cuando se practica una endoscopia, puesto que sus síntomas se pueden confundir con acidez gástrica o úlcera, de menor gravedad.Los motivos por los cuales el vino reduce las posibilidades de padecer Esófago de Barret no están muy claros. Quizá sea por la acción de los antioxidantes del vino neutralizando el daño del reflujo de ácidos gástricos. Sin embargo, el consumo del vino para que tenga este efecto ha de ser en unas condiciones dadas, es decir, ha de tomarse durante las comidas, nunca de forma aislada como si fuera una copa, y siempre con moderación.

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