«Pero no ha accedido a su pretensión de que se convocaran primarias de modo inmediato, lo que hubiera restado posibilidades a un eventual rival de Alfredo Pérez Rubalcaba, el sucesor al que los barones y el aparato de Ferraz querían proclamar a toda prisa. Si Carme Chacón opta por presentarse tendrá margen suficiente para recoger los avales necesarios. El PSOE irá al 22-M con un presidente en retirada y sin candidato.»
El anuncio de hoy abre también una seria incógnita sobre los efectos que tendrá en la estabilidad arlamentaria y económica. El presidente puede empezar a sufrir el síndrome del pato cojo, el que aqueja al inquilino de la Casa Blanca el última año de su segundo mandato. Hasta qué punto el PNV estará dispuesto a sostener a un presidente casi en funciones abrasado por la encuestas es uno de los interrogantes que solo los próximos meses despejarán. Pese a que hoy ha reiterado que agotará la legislatura, no puede descartarse la convocatoria de elecciones anticipadas a la vuelta del verano, especialmente si el batacazo del 22-M alcanza las proporciones que pronostican la mayoría de los sondeos. (PÚBLICO) EL MUNDO.- Zapatero se va a ir en marzo del año que viene, precisamente cuando los votos de los españoles le dirán que tiene que irse. Desde el punto de vista de los intereses nacionales, no hay ningún cambio porque el presidente del Gobierno va a seguir siéndolo hasta el final de la legislatura. Es, por lo tanto, indiferente para España que se vaya tras las elecciones de 2012 o que las urnas le echen. El suceso se producirá el mismo día y la escena de traspaso de poderes será la misma que iba a ser antes de lo sucedido esta mañana. Donde sí importa lo ocurrido es en el interior del PSOE, porque es ahí donde las estructuras crujen desde hace meses. El PSOE se ha quedado huérfano EL PAÍS.- La impericia de Zapatero con la política económica no es la única, y tampoco la principal, causa de la gravedad de la crisis que azota España. Pero sus errores se han convertido en un lastre demasiado pesado para su valoración pública y sus expectativas electorales. El Gobierno ha cometido muchos errores en el manejo de la crisis, pero ante la opinión pública casi todos se resumen en uno: un optimismo tan injustificado que los hechos acaban convirtiendo en ridículo. En las urnas puede pesar la impresión (simplista e injusta, pero extendida) de que por segunda vez un Gobierno socialista deja a España al borde de la ruina. Y no parece fácil para el PSOE soltar ese lastre solo con que Zapatero no sea el cartel electoral. Opinión. Público Empieza la carrera de la sucesión Manuel Vilaresó Zapatero se ha rendido al fin a los argumentos de los dirigentes de su partido –una coalición de barones regionales espoleados por el vicesecretario general, José Blanco–, que defendían precipitar su anuncio de retirada para evitar que las elecciones municipales y autonómicas se convirtieran en un referendo contra su continuidad. Pero no ha accedido a su pretensión de que se convocaran primarias de modo inmediato, lo que hubiera restado posibilidades a un eventual rival de Alfredo Pérez Rubalcaba, el sucesor al que los barones y el aparato de Ferraz querían proclamar a toda prisa. Si Carme Chacón opta por presentarse tendrá margen suficiente para recoger los avales necesarios. El PSOE irá al 22-M con un presidente en retirada y sin candidato. El PP lo tendrá más dificil para convertir estos comicios en un ensayo de las elecciones generales, pero será inevitable que toda la campaña se contamine con el debate sucesorio. Si la alternativa Chacón-Rubalcaba había captado parte del debate público, a partir de hoy es posible que lo monopolice. La carrera de la sucesión acaba de empezar. El anuncio de hoy abre también una seria incógnita sobre los efectos que tendrá en la estabilidad parlamentaria y económica. El presidente puede empezar a sufrir el síndrome del pato cojo, el que aqueja al inquilino de la Casa Blanca el última año de su segundo mandato. Hasta qué punto el PNV estará dispuesto a sostener a un presidente casi en funciones abrasado por la encuestas es uno de los interrogantes que solo los próximos meses despejarán. Pese a que hoy ha reiterado que agotará la legislatura, no puede descartarse la convocatoria de elecciones anticipadas a la vuelta del verano, especialmente si el batacazo del 22-M alcanza las proporciones que pronostican la mayoría de los sondeos. El anuncio de Zapatero también aboca al PSOE a celebrar las primarias en pleno verano. El primer Comité Federal tras el 22-M tendrá lugar avanzado el mes de junio. Una vez abierto el proceso de primarias los aspirantes tendrán 15 días para recojer los avales y, si hay más de un candidato, la campaña dura 45 días, salvo que el comité decida acortarla. Esto abocaría a los militantes a votar en pleno verano. Zapatero ha dicho en el comité federal que "sería bueno" que el PSOE tuviera candidato el 1 de septiembre. PÚBLICO. 2-4-2011 Opinión. El Mundo Libres pero huérfanos Victoria Prego Zapatero se va a ir en marzo del año que viene, precisamente cuando los votos de los españoles le dirán que tiene que irse. Desde el punto de vista de los intereses nacionales, no hay ningún cambio porque el presidente del Gobierno va a seguir siéndolo hasta el final de la legislatura. Es, por lo tanto, indiferente para España que se vaya tras las elecciones de 2012 o que las urnas le echen. El suceso se producirá el mismo día y la escena de traspaso de poderes será la misma que iba a ser antes de lo sucedido esta mañana. Donde sí importa lo ocurrido es en el interior del PSOE, porque es ahí donde las estructuras crujen desde hace meses. El PSOE se ha quedado huérfano aunque es verdad que muchos de los ‘hijos’ han suspirado de alivio y se sienten mucho más ligeros de equipaje y más libres para salir a batallar por la victoria en las próximas elecciones autonómicas y municipales. Piensan algunos barones socialistas que la no presencia, o la ausencia virtual de Rodríguez Zapatero les va a dar más votos. Igual es lo que les dicen los sondeos, pero se equivocan. La pérdida de apoyos que algunos líderes del PSOE están registrando en sus comunidades es una mezcla de desapego hacia su propia gestión y de rechazo a la del presidente del Gobierno. Pero, dado que el presidente va a permanecer en el cargo, nada podrá impedir que continúe siendo la personificación de los datos negativos que salten a las portadas de los medios de comunicación. Zapatero es y será durante todos estos meses el presidente del paro y de la crisis. Y los españoles van a ir a votar en mayo con esa idea incrustada en el ánimo. Las urnas no se les van a llenar a Barreda, Vara y otros sólo porque a la cabeza del PSOE se haya difuminado la figura principal. Sobre todo porque la sustitución del líder no se va a producir hasta el otoño, con lo que durante estos meses se abrirá un enorme vacío en el liderzago del partido mientras la oposición martillea una y otra vez, y ahora con más motivo y más saña, clamando por una anticipación electoral. A partir de este mismísimo instante, los socialistas van a salir a la busca de un nuevo líder. Llenarán de elogios, de aplausos y de afectos al saliente, pero saben que ya no tienen jefe por mucho que él quiera seguir ejerciendo de tal hasta el próximo Comité Federal e incluso los suyos hagan como que le dejan. Pero ya no será cierto. Será un paripé. Mal paisaje para el PSOE. Muy malo. EL MUNDO. 2-4-2011 Opinión. El País Un lastre demasiado pesado Miguel Jiménez La impericia de Zapatero con la política económica no es la única, y tampoco la principal, causa de la gravedad de la crisis que azota España. Pero sus errores se han convertido en un lastre demasiado pesado para su valoración pública y sus expectativas electorales. El Gobierno ha cometido muchos errores en el manejo de la crisis, pero ante la opinión pública casi todos se resumen en uno: un optimismo tan injustificado que los hechos acaban convirtiendo en ridículo. Ese error empezó con la negación de la crisis, antes y después de las elecciones de 2008. Para cuando el Gobierno se atrevió a pronunciar la palabra maldita, ya casi empezaba a proclamar, tropezando en la misma piedra, que salíamos de ella, y que lo haríamos al mismo ritmo que el resto de Europa. Cuando estalló la bomba griega, Zapatero creía que España podría librarse de la onda expansiva. "Reducción del déficit, sí; drástica no", dijo tras reunirse con Rajoy en mayo de 2010 para anunciar días después un ajuste más que drástico. El susto le hizo reconducir la política económica y acometer reformas necesarias, pero impopulares. Sin embargo, no está claro que aprendiera la lección y ha seguido confundiendo la realidad con sus deseos, como cuando proclamó el fin de la crisis fiscal europea poco antes del rescate irlandés o cuando dijo que el precio de los pisos ya no caería más. Aún hoy, nadie es tan optimista como el Gobierno en sus previsiones de crecimiento, pero incluso si se cumplieran, no daría tiempo a que se notase antes de las elecciones. En las urnas puede pesar la impresión (simplista e injusta, pero extendida) de que por segunda vez un Gobierno socialista deja a España al borde de la ruina. Y no parece fácil para el PSOE soltar ese lastre solo con que Zapatero no sea el cartel electoral. EL PAÍS. 2-4-2011 Banca. El Confidencial El sector financiero, indignado con Botín por reabrir la guerra de depósitos Eduardo Segovia A Botín le gusta sacar provecho de la mala situación de la competencia. Es algo bien conocido. Pero la mayoría del sector financiero español cree que esta vez ha ido demasiado lejos. La nueva guerra del pasivo que puede desatar con su depósito al 4,5% pondrá en apuros a muchas entidades (sobre todo cajas) que parecía que empezaban a ver la luz después del proceso de fusiones y de las ayudas del FROB. "El Santander se ha pasado en esta ocasión. En la anterior, la primavera pasada, hacía falta dar un empujón para que las cajas se tomaran en serio la reestructuración. Pero ahora no puede ser peor momento para una nueva guerra del pasivo, con Portugal al borde del rescate y dudas sobre si España está a salvo, y cuando la ruptura de CAM-Cajastur ha hecho saltar por los aires la idea de que la reforma del sector financiero estaba encarrilada", opinan en una entidad de tamaño importante. En efecto, hace un año el lanzamiento del famoso superdepósito del Santander al 4% fue un detonante claro para la oleada de fusiones de cajas que se produjo inmediatamente después. El miedo a una huida masiva de depósitos hacia el mayor banco español hizo que muchas entidades vencieran las resistencias -sobre todo políticas- para fusionarse. Pero ahora que todo ese proceso puede venirse abajo con lo de Banco Base, la iniciativa de Botín puede provocar un efecto dominó que acabe pagando el sector en su conjunto. Porque lo que teme el sector no es tanto el primer paso del Santander, sino la respuesta de la competencia. Es decir, que asistamos a una oleada de ofertas a tipos cada vez más alto, como ocurrió el año pasado. De hecho, ya algunas entidades habían lanzado en las últimas semanas despósitos con remuneraciones muy por encima de la media, como Sabadell o Caja 3. En su descargo, hay que decir que el nuevo depósito del Santander -y los citados de los competidores- no son depósitos plain vanilla para todo el mundo como los del año pasado, sino estructurados ligados a un subyacente (la cotización de varias acciones o que Alonso o Hamilton ganen el mundial de Fórmula 1 en el caso del Sabadell). Es decir, la rentabilidad máxima sólo se alcanza si se dan determinadas condiciones. Además, el producto del banco de Emilio Botín va dirigido a grandes patrimonios, ya que exige una inversión mínima de 50.000 euros. A pesar de ello, todo el mundo en el sector cree que se trata de una nueva declaración de guerra, que se extenderá a productos más masivos. No es casual que esto se produzca en marzo, justo cuando vence el depósito que hizo captar al Santander 30.000 millones y 89.000 clientes nuevos el año pasado. No puede dejar escapar ese capital, y antes de que otra entidad lo atraiga con una oferta agresiva, el banco cántabro ha preferido adelantarse, como casi siempre. Exceso de arrogancia Y no se trata sólo de esta iniciativa. Mucha gente en las altas esferas financieras no sale aún de su asombro porque Botín se erigiera en portavoz del mundo empresarial y pidiera a Zapatero que agote la legislatura, cuando el sentimiento mayoritario desde hace años entre las grandes empresas es que el presidente actual es incapaz de sacar a España de la crisis y que, cuanto antes se produzca el cambio de Gobierno, mejor. Aún hay más. La actitud del Santander en la actual crisis de la CAM también resulta irritante para buena parte del sector. "Si Botín va a sacarle las castañas del fuego a Ordóñez, no se entiende por qué no lo hace ya. En una situación tan crítica, no tiene sentido estar jugando al ratón y al gato para conseguir un precio un poco mejor. Cuanto más lo retrase, más riesgo habrá. Está jugando con fuego y nos podemos quemar todos", señala un analista especializado en el sector. Así pues, la actitud ‘asesina’ típica de Botín esta vez puede haber ido demasiado lejos, a juicio de sus competidores. Y acabar pasando factura al sistema financiero en su conjunto. EL CONFIDENCIAL. 2-4-2011