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Empate entre partidarios y contrarios a la independencia

Las amplias mayorías que suscita la celebración de una consulta entre los catalanes se difuminan cuando se trata de decidir sobre su contenido. Es verdad que una aplastante mayoría de los ciudadanos quieren ser consultados sobre el futuro de las relaciones entre Catalunya y España. Y es verdad también que una mayoría consistente quiere que Catalunya sea un Estado. Pero cuando se pregunta si ese Estado debe ser independiente, el respaldo desciende al 45%, con una cifra similar de detractores. Y esas magnitudes de apoyo se quedan aún mas cortas frente al aval del 67% que suscitaría un eventual pacto fiscal, acompañado de un blindaje de competencias en materia de lengua, cultura o educación. Estas son las principales conclusiones de un sondeo de Feedback para La Vanguardia, realizado entre los días 16 y 19 de diciembre.La encuesta refleja que el apoyo a la celebración de una consulta para decidir sobre la independencia -ahora que tiene fecha y pregunta- sigue siendo muy elevado (más del 73%), pero ha disminuido en más de diez puntos desde octubre. Sólo entre los votantes del PP y Ciutadans son mayoría los que rechazan la celebración de la consulta, mientras que los del PSC están muy divididos. Otra cosa son las expectativas de los ciudadanos sobre la efectiva celebración del referéndum. De hecho, sólo un 38% de los catalanes no abriga dudas de que la consulta se realizará finalmente, mientras que un 53% se muestra convencido de que no obtendrá luz verde de Madrid. Únicamente entre los votantes de ERC son mayoría quienes creen que la consulta sí se celebrará en el 2014. Eso sí, de llevarse a cabo el referéndum, un 86% asegura que acudiría a las urnas. Y para el caso de que la consulta no pudiera celebrarse, un 45% preferiría adelantar las elecciones autonómicas, mientras que casi el 30% (en especial los electores de ERC y la CUP) apostaría por celebrar «algún tipo de referéndum de todas formas». Únicamente un 17,8% de los consultados se muestra partidario de agotar la legislatura aunque la consulta no se celebre. Paralelamente, tres de cada cuatro catalanes valora positivamente que CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP se hayan puesto de acuerdo sobre la fecha y la pregunta para la eventual consulta a los catalanes sobre la relación que quieren tener con España. Y de nuevo, únicamente los electores del PP y C’s valoran negativamente ese acuerdo. Ahora bien, la aprobación general se reduce sensiblemente cuando se trata de enjuiciar la doble pregunta elegida. Ahí, sólo un 54% afirma que le gusta la pregunta (frente a un 43% que confiesa su desagrado), aunque las opiniones positivas rozan el 65% cuando se plantea a los ciudadanos si creen que su opinión estará representada en alguna de las posibles respuestas.En cualquier caso, la doble pregunta suscita el rechazo mayoritario de los votantes del PP, C’s y PSC, pero también de los electores de ICV -que la suscribió-, mientras que a un 45% de los de la CUP tampoco les gusta. Aun así, si hoy se celebrara el referéndum el sondeo estima que acudirían a las urnas el 72% de los electores. De ellos, un 56% votaría a favor de que Catalunya sea un Estado, mientras que el 36,6% lo haría en contra y un 7,4% aún no lo sabe. De ese 56% que habría aceptado la denominación de Estado para Catalunya, ocho de cada diez apostaría porque fuese independiente, un 15% rechazaría esa posibilidad y un 4,9% no se pronuncia. Esos porcentajes supondrían un apoyo a la separación del 44,9% sobre el total de los votantes, frente a un 45% de sufragios en contra. Un 10% de indecisos tendría en sus manos decantar ese empate. Eso sí, el apoyo a la secesión caería hasta el 41% de los votantes si implicase que una Catalunya independiente quedaría fuera de la Unión Europea. Entre los distintos grupos de electores, sólo los de CiU, ERC, ICV y la CUP apoyarían que Catalunya fuese un Estado. También lo haría un 28% de los electores del PSC, mientras que un 26% de los de Iniciativa lo rechazaría.Ahora bien, la fractura que parece provocar en la sociedad catalana el dilema sobre la independencia se diluye cuando se plantea la posibilidad de un salida pactada al contencioso catalán. Hasta un 67% de los consultados respaldaría una negociación entre Catalunya y Madrid si el Gobierno central se mostrara dispuesto a abordar una mejora del autogobierno. Y lo más importante: si el resultado final de esa negociación comportara un pacto fiscal similar al concierto vasco y un blindaje de las competencias catalanas, entonces un porcentaje superior al 67% apoyaría ese acuerdo. El apoyo sería, además, mayoritario entre los votantes de CiU, PSC, ICV, C’s y la CUP. Y tendría el respaldo del 42% de los electores de ERC. Aun así, el ansia de la sociedad catalana por ser escuchada se refleja en otro dato: aun en el caso de llegarse a un pacto para la mejora del autogobierno, casi el 60% cree que debería celebrarse igualmente la consulta.

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