La Cruz Roja acusa a militares de EEUU de torturar a detenidos

Electrodos en la sangre

«Tenemos luz verde de Washington para hacértelo pasar muy mal. Te llevaremos al lí­mite de la muerte pero no permitiremos que mueras». Palabras como esta fueron escuchadas por los cientos de prisioneros que han pasado por Guantánamo y otros cárceles secretas de la CIA en los años posteriores al 11-S. Los testimonios de 14 de ellos han salido a la luz en el informe «The Black Sites» (los Lugares negros), elaborado en secreto por la Cruz Roja Internacional.

"Me ataban a una cama, que colocaban en osición vertical. Ponían una tela en mi cara y un guardia echaba agua fría […] sobre la tela, para que no pudiese respirar". "Estuve sin dormir entre dos y tres semanas": "Si empezaba a quedarme dormido, uno de los guardias venía y me lanzaba agua a la cara". Son algunos de los estremecedores testimonios que recoge el informe. El documento detalla prácticas como privación del sueño, nudismo forzado y prolongado, bombardeo de ruido y luz sobre los detenidos, inmersión en agua fría, la obligación de permanecer de pie durante mucho tiempo, palizas de diversos tipos y sofocación con agua, desarrolladas y perfeccionadas por los torturadores del hegemonismo.Aunque es una obviedad, el informe señala explícitamente el conocimiento que el gobierno norteamericano tenía de estos “lugares negros”. El documento secreto fue enviado a la CIA y al presidente Bush (como si ellos no conocieran lo que ordenan), y ha sido finalmente filtrado a la prensa, después de la victoria de Obama, justo después de que Cheney criticara al presidente por abandonar públicamente estos métodos.Aún así, el dossier tiene la virtud de poder destapar la maraña de mentiras del anterior presidente. En 2006 , ante un auditorio de altos cargos, dignatarios, y víctimas del 11-S, Bush anunció que el gobierno había desarrollado un “conjunto alternativo de procedimientos de interrogatorio”. “Estos procedimientos se designaron para que fueran seguros, respetuosos con nuestras leyes, nuestra Constitución, y los tratados que hemos firmado”, dijo entonces Bush.Guantánamo albergó en su momento a más de 600 presuntos terroristas capturados en Afganistán e Irak, que estuvieron allí por tiempo indefinido en un limbo legal, sin ser objeto de una acusación formal. Según el informe, muchos de los prisioneros de Guantánamo fueron llevados antes a los "lugares negros", es decir prisiones secretas en bases militares por todo el mundo: en Tailandia, Afganistán, Marruecos, Polonia o Rumanía, o cárceles aéreas o flotantes.Aunque Obama ha decretado el cierre de Guantánamo en un año, todavía quedan alrededor de 240 presuntos terroristas en la base. La nueva administración ha declarado ilegal el uso de la tortura, pero esperar que la potencia más poderosa del mundo no siga utilizando prácticas como ésta es, como mínimo, poco materialista. El uso de la tortura y otras cosas peores es algo congénito a una potencia que sostiene su hegemonía mundial en última instancia sobre la opresión de la inmensa mayoría de la humanidad.

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