SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

El verano de Rajoy y Zapatero en la España del ‘tupper’

(…) Rajoy en Galicia y Zapatero en Canarias. El presente y el pasado de la crisis. Dos españoles que sí pueden disfrutar del verano en la España del tupper, ésta en la que muchas familias se rompen el alma para llegar a fin de mes y en la que se ha institucionalizado ya que los niños lleven la comida desde casa al colegio en un tupper para poderse ahorrar los 90 euros de media que supone el comedor escolar. Esta España en la que, a la inventiva familiar siempre se enfrenta la voracidad recaudatoria: le ha faltado tiempo a la Generalitat catalana, la misma que gasta 300 millones al año en sus 7 televisiones autonómicas y 3 canales de radio, para anunciar que quiere cobrar 3 euros diarios a cada niño que lleve el almuerzo de casa. Por el desgaste del comedor, se supone. Y la Generalitat valenciana, la de los aeropuertos fantasma para que paseen los abuelos con sus nietos, la de la Gürtel y los dispendios, se suma rápidamente y anuncia también que estudia cobrar el impuesto del tupper.La relación entre los españoles y sus políticos galopa sin control hacia el precipicio de un desencuentro cuyas consecuencias pueden ser irreparables. El CIS lo refleja periódicamente y mañana mismo volverá a certificar que son el principal problema del país tras la economía y el paro. Esta misma semana, diputados que llegaban a Barajas se encontraron con la negativa, entre acusaciones e insultos, de varios taxistas que rechazaron llevarles al Congreso. Todo un síntoma de una enfermedad que a la vuelta del verano puede convertirse en epidemia.El problema de España no reside sólo en la deuda, en el sistema financiero o en las maldades de Merkel y los mercados. La catarsis que estamos viviendo ha puesto de manifiesto la necesidad de una regeneración política que devuelva a los ciudadanos la confianza en el sistema. Una regeneración que, o se encabeza por las propias instituciones, o se impondrá desde la calle. Los antiguos padres de la patria, venerados en la transición, son hoy los padrastros que abusan de sus privilegios –dietas por vivienda cuando poseen varios pisos en Madrid, asesores enchufados con sueldos de escándalo, puestos en la ONU a precio millonario, familiares a dedo en varios consejos de administración- mientras a los niños del tupper les quieren cobrar por comer caliente…

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