Música

El sonido de Dave

En 1991, el guitarrista Dave Matthews se montó una banda en Charlottesville – Virginia -: LeRoi Moore, Stefan Lessard, Boyd Tinsley y Carter Beauford. Con ellos nació una de las carreras más espectaculares de la música norteamericana de los últimos veinte años. Un satélite emergido cuando ya se creí­a extinta la tradición de las grandes y buenas bandas sureñas. «Big Whiskey and the Groogrux King» es su nuevo trabajo, y un tributo al recién desaparecido LeRoi.

Dave trabajaba de barman en un bar de Charlottesville y fue gracias a un cliente, el abogado Ross Hoffman – dueño de un estudio de grabación – que se decidió a emezar a grabar algunos temas. Un bajista recomendado por un amigo, un par de músicos de jazz de la zona, y la banda cogió forma. A partir de ahí la amistad cuajó. Aunque otros músicos han colaborado más adelante, LeRoi, Stefan, Boyd, Carter y Dave han construido una plataforma creativa en la más pura tradición sureña, pero atravesando los límites de los sonidos del ambiente, probando y combinando cocktels de extraña originalidad. La voz y capacidad compositiva de Dave han dirigido el proyecto, pero el quinteto ha esenciado un carácter propio difícil de desarrollar sin cada una de sus partes – el sonido de Dave -. Por eso la pérdida de LeRoi ha significado mucho más de lo que podría haber sido en cualquier otra banda y más allá de la desaparición de un buen amigo y un extraordinario saxofonista. Después de su muerte, la banda contó para su gira "Dave Matthews Band South American Tour" con el saxofonista de Béla Fleck, Jeff Coffin. Un virtuoso rindiendo tributo a un compañero complicado de superar, dio como resultado alguno de los mejores directos de la banda, pese a los graves problemas técnicos que una pésima organización por parte del patrocinador – Pepsi – les acarreó. Dave Matthews Band suma una fabulosa producción a su historial, todo y que la banda se ha curtido en directo y en él ponen al público a rendir tributo; son la armonía instrumental y la combinación de voluntades por crear un baile lunático de melodías. Las revista Rolling Stone lo ha descrito como el más increíble trabajo del grupo, musical y emocionalmente, y lo mismo opinan en Billboard donde ponen en bandeja de plata temas como “Shake Me Like a Monkey”, la balada “Lying In The Hands Of God”, “Alligator Pie”, “Why I Am” y el primer single del disco “Funny the Way It Is” que ya se ha colado en el puesto 37 de su lista. Para quien no los conozca o no haya querido pararse en ellos, es recomendable agarrarse a “Satellite”, “Ant’s marching” o cualquiera de sus temas instrumentales.

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