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El soberanismo fractura a CiU

El secretario general de Convergí¨ncia i Unió (CiU) y portavoz de la federación en el Congreso, Josep Antoni Duran, puso ayer en jaque el plan soberanista de Artur Mas al plantear su dimisión de los cargos en CiU por la radicalización que ha experimentado la formación los últimos meses. Si nada lo remedia, Duran dejará de ser número dos de la federación nacionalista, abandonará la presidencia de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y no volverá a ser candidato nacionalista en las próximas elecciones generales.

No es la primera vez que el líder de Unió Democrática, socio minoritario de CiU, amenaza con una actuación similar, pero fuentes de su partido recalcaron ayer que “ahora va en serio” y que la gota que ha colmado el vaso fue la decisión de Convergència de abstenerse en la ley de abdicación del Rey, a la que Duran pretendía dar apoyo.

La pretensión del político democristiano, adelantada ayer por El Periódico, supone un órdago en toda regla contra el plan que están tejiendo Convergència Democràtica y Esquerra Republicana. Ambas formaciones quieren avanzar hacia la independencia de Cataluña, aunque el Gobierno y el Tribunal Constitucional impidan la consulta de autodeterminación prevista para el 9 de noviembre. Fuentes de Unió apuntan que Duran está “harto” de que Esquerra fije el rumbo del Ejecutivo catalán y nunca ha escondido que él no era partidario de fijar una fecha para la consulta.Con este paso atrás, pretendería dejar claro que CiU puede precipitarse al abismo si sigue los postulados maximalistas de los republicanos. De hecho, en las elecciones anticipadas de 2012, basadas en el “derecho a decidir” los nacionalistas perdieron 12 de los 62 diputados que tenían.

Que la amenaza de portazo de Duran podría esta vez ir en serio lo avala el hecho de que sus socios de Convergència Democràtica no pidieron ayer en ningún caso que se replantee su marcha. Y no solo esto. El secretario de Organización de ese partido, Josep Rull, cuestionó que Duran siga siendo la cara visible de la federación en el Congreso. “No sabemos si tiene mucho sentido que el portavoz de CiU en Madrid [Duran i Lleida] sea la persona que renuncia a la secretaría general de CiU en unos términos que no conocemos exactamente”, dijo Rull. Fuentes del Gobierno catalán recalcaron que la decisión de Duran es “una cuestión interna de Unió” que se debatirá en la ejecutiva conjunta de Convergència y de Unió “cuando toque”.Duran pretende mantenerse como portavoz de CiU en la Cámara baja, un papel que le continuaría aportando visibilidad para defender una salida pactada a la crisis soberanista catalana en forma de tercera vía. Esta tribuna podría aprovecharla, según fuentes de CiU, para construir un proyecto político alternativo si el presidente catalán, Artur Mas, acaba convocando unas elecciones catalanas en clave plebiscitaria sobre la independencia. Duran se presentaría como candidato a la Generalitat con un programa de carácter confederal, pero contrario a la independencia.

Convergència intentará ahora mantener la unidad de CiU aunque sea sin Duran. En este caso buscarán la complicidad de otros dirigentes de Unió, como el consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler.

Además del encontronazo por el sentido del voto en la ley de abdicación, el malestar de Duran se agravó el pasado viernes por las declaraciones del consejero de la Presidencia, Francesc Homs, quien aseguró que el Rey buscaba con su abdicación “mantener el negocio familiar”.

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