Madrazo coge plaza en un instituto de castellano

El sapo de Ezker Batua

«Por sus hechos lo conoceréis», es un refrán tan sabio que aunque uno trate de ir a la contra del mismo y revestirse con otra tela, los hechos son los que lucen y resaltan. Sino es eso lo que pretenden cambiar, Ezker Batua seguirá en una deriva difí­cil de parar.

De esta forma recuerda, un ciudadano en una carta al director, como hace cuatro años Javier Madrazo, Gobernando con el PNV y como consejero de vivienda se osicionó “en contra de 156 profesores que en aquel momento no contaban con el perfil lingüístico”.Una polémica vigente al día de hoy, que favorece a que cubran las plazas aquellos que si dan con el perfil en detrimento de aquellos interinos (sin todavía plaza fija) no lo tienen o a que los que corren mejor suerte dedicar un tiempo en exclusividad a lograr el perfil exigido.Pero resulta que el señor Madrazo, que en las últimas elecciones autonómicas, no solo ha llevado al partido a un descalabrazo electoral sino que el mismo no ha logrado renovar su puesto de diputado por no lograr los votos allí donde era él mismo cabeza de lista, se ha visto obligado a ocupar su plaza de profesor. Con la desvergüenza de ocupar una plaza en un instituto de modelo A, en castellano.Pero ese oportunismo, no se lo han despojado. Ayer mismo en el debate sobre el nuevo cargo de EITB elegido por el gobierno de Patxi López, en el que por primera vez se elegía a alguien no vinculado al PNV. La posición de Ezker Batua fue proponer una modificación de ley de EITB para dejar en manos de su consejo de administración la designación de su máximo responsable, en un intento por”facilitar la imparcialidad y evitar tutelas”Claro, eso se les ocurre ahora después de ocho años en el ejecutivo. Como respondió Gorka Maneiro de UPyD, es curioso que la propuesta viniera de un partido” que no ha evitado el desprestigio” de la radio-televisión vasca durante su etapa anteriorSi Ezker Batua no se deja de ambigüedades no podrá evitar de ninguna de las maneras la deriva en la que está sumido. Y de poco le valdrá en la época de elecciones vestirse de rojo, su último eslogan “Ni nacionalista vasco ni español; Sólo Izquierda”, pues sus hechos le precederán. Y tampoco les salvará la escisión de cargos liderada por Oscar Matute, que después, a su vez, de haber aguantado esta situación durante ocho años sin abrir la boca, si su ruptura no va por quitarse el sapo que llevan dentro.

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