El rescate a Portugal se prepara sin Zapatero

«Portugal tuvo que ofrecer la semana pasada un tipo de interés básico del 3,69% para colocar bonos en el mercado a seis meses. En comparación, el mismo dí­a, Alemania obtuvo financiación por 2,87% a diez años. La prima de riesgo lusa y los seguros de impago de su deuda (los llamados CDS) escalaron hasta lí­mites nunca vistos en su historia. La bolsa portuguesa se hundió un 3%, el euro cayó hasta los 1,29 dólares y el contagio golpeó con fuerza a España.»

Alemania y Francia no creen que la generosidad china garantice la solución del roblema y ven con preocupación la semana que está a punto de comenzar en los mercados europeos. Tras el traspié de las últimas emisiones de títulos públicos, el Tesoro luso anunció el jueves que volverá al mercado esta semana y coincidirá con las subastas previstas en España (bonos a tres años el próximo jueves), Italia y Grecia, en las que los especuladores lo tienen fácil para sacar una buena tajada y precipitar la necesidad de un rescate. (EL MUNDO) EL PAÍS.- Dar una patada a los problemas con la esperanza de que desaparezcan con el tiempo es una estrategia tan vieja como el mundo. Se siguió en el sector inmobiliario al inicio de la crisis, cuando muchas empresas cerraron planes de refinanciación con sus bancos. Lograban así un par de años para respirar con la esperanza de que el crash del ladrillo fuera más corto. Pero no ha sido así. Si acaso, se ha agravado. Y los plazos de devolución están aquí. "En este trimestre se concentrará el vencimiento de créditos a promotoras y constructoras medianas y pequeñas. Son las que más sufrirán para refinanciarse porque la banca está más estricta que hace dos años" LA VANGUARDIA.- El 2011, año de mal agüero para bancos y cajas, ya está aquí; fecha que invoca todos los temores entre la comunidad financiera española, con el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente. El palacio de la calle de Alcalá con vistas a la Cibeles, en el que el Banco de España tiene su sede, ha sido durante estas templadas fiestas navideñas el secreto testigo de esas tribulaciones. Por allí han pasado casi todos los directivos de cajas… y algunos banqueros. Entre otros, al presidente de la CECA y de La Caixa, Isidre Fainé, líder e ideólogo del sector, el gobernador le ha dejado claro que está dispuesto a todo para cerrar de una vez la reconversión. Incluso a nacionalizar a quienes no se sometan a la nueva orden de marcha, que pasa por transformar las entidades en fundaciones y bancos y olvidarse de fusiones frías o para ganar tiempo. Economía. El Mundo El rescate a Portugal se prepara sin Zapatero Rosalía Sánchez / Carlos Segovia Los datos que los ministros de Finanzas de Alemania y Francia repasaron juntos el viernes no dejan para ellos lugar a dudas, sobre todo horas después de que Suiza anunciase que ya no aceptará bonos soberanos portugueses y teniendo en cuenta el disgusto del gobierno de Berlín por la marcha que lleva la compra de deuda periférica por parte del Banco Central Europeo (BCE). Portugal tuvo que ofrecer la semana pasada un tipo de interés básico del 3,69% para colocar bonos en el mercado a seis meses. En comparación, el mismo día, Alemania obtuvo financiación por 2,87% a diez años. La prima de riesgo lusa y los seguros de impago de su deuda (los llamados CDS) escalaron hasta límites nunca vistos en su historia. La bolsa portuguesa se hundió un 3%, el euro cayó hasta los 1,29 dólares y el contagio golpeó con fuerza a España. «Cuando el precio de la deuda de un país supera el 7%, como le ocurre ahora a Portugal, ya no es rentable acudir a los mercados a buscar dinero. Europa se lo dará a poco más del 5%, un trato mucho más ventajoso y que permitirá a Europa limitar las consecuencias de caer en manos de acreedores impredecibles», decía anoche en Berlín un funcionario del Ministerio de Finanzas, para el que «los mercados de deuda ya han descontado que Portugal pedirá rápidamente el rescate, y lo hemos visto en los tipos, cercanos a los que se vieron cuando Irlanda corrió esa misma suerte, en el entorno del 8%». La entente franco-alemana se está distanciando claramente de la actual doctrina oficial española. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero mantiene que Portugal no necesita recurrir a un rescate, según aseguraron anoche a este diario fuentes gubernamentales. «la economía portuguesa creció en 2010 un 1,2% tras un ajuste serio», subrayaron. En Moncloa señalan que no hay ningún plan de rescate en marcha para Portugal e insisten en que «los mercados terminarán convenciéndose de que no se puede apostar contra los países del euro, que además de estar cohesionados cuentan con el apoyo de EEUU y de los grandes países asiáticos». El Gobierno continúa dando importancia al compromiso del BCE en defensa de la estabilidad del euro con su política de compra de deuda pública de los países más vulnerables. Y también a las firmes palabras de apoyo a lo largo de toda su gira europea del viceprimer ministro chino, Li Keqiang. En Moncloa se ratifican en que el Gobierno va a seguir trabajando en varios frentes en defensa de Portugal y de la estabilidad del euro. Una de las cosas que más preocupa en Berlín es en manos de quiénes se están poniendo los países en crisis. Precisamente el viernes, al mismo tiempo que Schäuble y Lagarde se veían en Estrasburgo, Angela Merkel recibía con cierta discreción en la cancillería de Berlín al líder chino, que llegaba directamente desde Madrid y con el que tuvo ocasión de comentar los últimos movimientos en los mercados de la deuda y las divisas. En el posterior encuentro con la prensa, Li sostuvo que «China tiene un gran interés en que la moneda comunitaria se mantenga estable y en que Europa se conserve unida», enfatizando que «la zona euro seguirá siendo uno de los mercados mundiales más importantes para las inversiones financieras chinas». Así, reafirmó la intención de China de comprar aún más bonos de deuda soberana a países como España, Portugal y Grecia para estabilizar al euro. Pero Alemania y Francia no creen que la generosidad china garantice la solución del problema y ven con preocupación la semana que está a punto de comenzar en los mercados europeos. Tras el traspié de las últimas emisiones de títulos públicos, el Tesoro luso anunció el jueves que volverá al mercado esta semana y coincidirá con las subastas previstas en España (bonos a tres años el próximo jueves), Italia y Grecia, en las que los especuladores lo tienen fácil para sacar una buena tajada y precipitar la necesidad de un rescate. «La jugada es de libro. Se venden los bonos el viernes y se recompran la semana que viene a un tipo de interés mucho más alto», explica un inversor de renta fija de Francfort. En el caso de Portugal, este sencillo movimiento resulta extremadamente rentable, puesto que, sólo en las cinco sesiones hábiles que ha tenido el mercado en lo que va de año, el interés de los bonos a 10 años ha pasado del 6,6% al 7,1%, mientras que el diferencial con Alemania se ha disparado hasta los 432 puntos. Esa precipitación de los siguientes rescates allanará el camino al telón de acero financiero que Merkel está empeñada en levantar obligando a los inversores privados a que compren deuda pública de los países de la Unión a someterse a procedimientos de quita, lo que acabará con la gran ventaja del euro, la asunción solidaria del riesgo, de forma que un nuevo sistema de apartheid dejará a un lado a los países solventes (prime), que conseguirán dinero barato, y a otro a los países bajo sospecha (subprime) que pagarán altos intereses. EL MUNDO. 9-1-2011 Economía. El País Banca y promotoras afrontan una nueva tormenta de ladrillo Iñigo de Barrón / Luis Doncel Dar una patada a los problemas con la esperanza de que desaparezcan con el tiempo es una estrategia tan vieja como el mundo. Se siguió en el sector inmobiliario al inicio de la crisis, cuando muchas empresas cerraron planes de refinanciación con sus bancos. Lograban así un par de años para respirar con la esperanza de que el crash del ladrillo fuera más corto. Pero no ha sido así. Si acaso, se ha agravado. Y los plazos de devolución están aquí. "En este trimestre se concentrará el vencimiento de créditos a promotoras y constructoras medianas y pequeñas. Son las que más sufrirán para refinanciarse porque la banca está más estricta que hace dos años", reconoce el ejecutivo de una gran entidad, que pide el anonimato. Otro factor jugó a favor de la refinanciación en 2008: entonces el Banco de España no presionaba a las entidades financieras para que reconocieran la realidad del mercado. Hoy, esa presión es máxima. "La mayoría de empresas han liquidado su cartera de viviendas terminadas y no cuentan con otros ingresos significativos. Vamos a asistir a una segunda ola de refinanciaciones a cara de perro y con muy poco margen porque ya no hay muchos activos que vender. Muchos de estos procesos, en caso de que se puedan cerrar, conducen a una muerte segura", dice Mikel Echavarren, consejero delegado de la consultora Irea, que en dos años ha asesorado para reestructurar deudas por valor de 15.000 millones. Al comenzar el cuarto año de la crisis más grande que recuerda el sector, los problemas se concentran en las que más suelo atesoran y en las medianas y pequeñas. "Creo que las grandes que no han caído no lo harán. A estas alturas ya se ha visto quién puede sobrevivir y quién no. Es posible que haya algún caso entre las promotoras más conocidas, pero no más", señala otro banquero que tampoco quiere dar su nombre. "No descarto algún concurso de acreedores más este año", concede Javier López Torres, desde KPMG. "Al refinanciar deudas para que no se disparara la morosidad, las entidades se embarcaron en una huida hacia delante. Ahora no va a ser así. Vamos a ver tres situaciones: las empresas que tengan activos de mayor calidad podrán seguir, después vendrán las que tengan que afrontar una reestructuración de su deuda; y a algunas no les quedará más remedio que el concurso", abunda Ángel Serrano, de Aguirre Newman. Pero parece que el tan temido concurso no ha sido tan negativo para algunas empresas que recurrieron a él al inicio de la crisis. "El ejemplo de Martinsa, a punto de salir de la suspensión de pagos, muestra que en muchos casos era mejor esa opción y no refinanciar una deuda a través de un plan muy difícil de cumplir. Y eso a pesar del detrimento en la imagen que conlleva este proceso y de que muchas de las empresas que han recurrido al concurso siguen inmersas en él o están en liquidación", señala Angel Martín Torres, de KPMG. El stock de viviendas sin vender, que el Banco de España cifra entre 700.000 y 1,1 millones, es uno de los agujeros negros del sector. Y el exceso de oferta continuará bajando el precio de los pisos. Pero más perjudicial es la marea de suelo que atesoran inmobiliarias y banca. El valor del suelo, que creció entre 1997 y 2007 un 500%, se ha desplomado. "El mayor riesgo está en los solares que se compraron a 30 euros por metro cuadrado y que ahora no valen más de tres. Bancos y cajas se van a quedar con esos activos. Y entonces viviremos una situación excepcional: la banca controlará el negocio inmobiliario. Ellos decidirán quién lo ejerce y quién no en los próximos años", concluye el analista financiero José Barta. Un banco extranjero que ha participado en grandes refinanciaciones cree que el ladrillo no se mueve porque los promotores limitan la rebaja del precio al importe del crédito. "No es realista una reducción media del 20% desde que estalló la crisis, que es la que reconocen los promotores. En los mejores casos, habrá que bajar un 30%, pero en otros, sobre todo en suelo, hay que reconocer una depreciación de hasta el 70%. Empresarios y banqueros deben admitir su pérdida. Si se sigue tapando, llegaremos al modelo japonés, que tardó 10 años en sacar la cabeza", dicen en este banco. ¿Con qué actitud se sentarán los banqueros a la mesa donde deberán decidir si cortan el grifo? "Intentamos buscar un equilibrio para no meter más ladrillo en la cartera, pero tampoco damos por bueno lo que sabemos que no tiene futuro. No llevamos al concurso de acreedores a los que puedan pagar, aunque ahora lo pasen mal, pero hay situaciones con poca salida que hay que reconocer", explica un miembro del comité de riesgos de una entidad. Algunas entidades que comparten la deuda se cierran en banda. "Si una entidad se retira del crédito sindicado, cosa que suelen hacer las más debilitadas, es más difícil que el resto podamos seguir adelante, porque supondría que asumimos más riesgo", dice un banquero. Si se va a concurso, las entidades deberán asumir un coste si han prestado con tasaciones altas y los activos se actualizan a precios de mercado. Barta considera que si en 2008 se diagnosticó una tormenta perfecta sobre el sector, ahora deberíamos hablar de retormenta. "Con la diferencia de que las inmobiliarias más importantes ahora ya no se llaman Martinsa o Metrovacesa, sino BBVA, Caja Madrid o La Caixa", añade. 26.200 millones de las cajas en provisiones El Banco de España aprovechó la presentación de un informe sobre el sector en diciembre pasado para deslizar una cifra impactante: las cajas deberán realizar "provisiones adicionales con cargo a patrimonio por un importe de 26.200 millones" antes del cierre de 2010. En el sector financiero coinciden en que esta enorme cantidad de provisiones pretende sanear los balances de las cajas reconociendo la depreciación de activos inmobiliarios. Los 10.581 millones del fondo de rescate servirán para paliar este trago amargo. Es de suponer que los bancos también tendrán que hacer provisiones extra, aunque el supervisor no lo ha especificado. El organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez quiere evitar que las entidades se conviertan en inmobiliarias y promotoras. También quiere impedir que el valor de los activos del ladrillo estén en los balances a precios irreales o superiores al mercado, como les ha trasladado recientemente. En línea con este objetivo, en septiembre puso en vigor una circular en la que acortó drásticamente los plazos en los que había que provisionar el 100% del crédito moroso hipotecario. "La inversión potencialmente problemática del sector en construcción y promoción asciende a 180.800 millones", ha dicho el supervisor. De ellos, los más problemáticos son los 58.000 millones en créditos de sectores "débiles" y los 70.000 millones "adjudicados y adquiridos" a cambio del pago de deudas. ¿Cuántos de estos casi 130.000 millones acabarán reconocidos como morosos? EL PAÍS. 9-1-2011 Opinión. La Vanguardia El año decisivo para bancos y cajas Manel Pérez El 2011, año de mal agüero para bancos y cajas, ya está aquí; fecha que invoca todos los temores entre la comunidad financiera española, con el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente. El palacio de la calle de Alcalá con vistas a la Cibeles, en el que el Banco de España tiene su sede, ha sido durante estas templadas fiestas navideñas el secreto testigo de esas tribulaciones. Por allí han pasado casi todos los directivos de cajas… y algunos banqueros. Entre otros, al presidente de la CECA y de La Caixa, Isidre Fainé, líder e ideólogo del sector, el gobernador le ha dejado claro que está dispuesto a todo para cerrar de una vez la reconversión. Incluso a nacionalizar a quienes no se sometan a la nueva orden de marcha, que pasa por transformar las entidades en fundaciones y bancos y olvidarse de fusiones frías o para ganar tiempo. Está claro que el destinatario no era el catalán, quien dicho sea de paso tiene sus propias inquietudes, sino los directivos de su sector. Fernández Ordóñez, que ya estaba haciendo llegar de forma directa el apremiante mensaje a los afectados, quería asegurarse de que el ejecutivo con más autoridad también se lo transmitiera. Otro tanto pasó con Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, cabeza de una fusión fría que es el primer motivo de preocupación de Fernández Ordóñez y los suyos, tanto por sus desperfectos como por el enorme tamaño del grupo. Si alguno de los directivos de Bancaja, Canarias, Laietana, Segovia, La Rioja o Ávila pensó que por el hecho de apuntarse a una especie de procesión salvaban los muebles y seguirían tal cual. Javier Aríztegui, número dos del Banco de España, les ha dejado bien claro que los días de vino y rosas hace ya bastante que se prohibieron. La brega directa con los renuentes había recaído hasta ahora en el subgobernador. Negociar, convencer y, cuando el directivo en cuestión no hace lo que debe, apremiarle recordando los males bíblicos que podrían sobrevenirle de no hacer lo que se espera de él, como ha explicado muy afectado a sus íntimos un asistente al aquelarre en Alcalá. Al gobernador se le ha acabado la paciencia, cierto. También le mueve su sensibilidad a las críticas ambientales por tener el expediente abierto tras varios años de crisis. “Muchas declaraciones pero ha ido demasiado lento”, señalan en algunos despachos oficiales atentos a los latidos de los mercados. Y a las murmuraciones de los bancos. Y es que España comenzó con “el sistema financiero más sano del mundo” y ahora, sin tener que ejecutar grandes operaciones de salvamento, lo tiene en la picota de los mercados y la prensa internacional. En el 2007, se hicieron famosas las subprimes, pinchó la burbuja inmobiliaria y comenzó la desaceleración, pese a que aún acabó siendo un año bueno: los beneficios de bancos y cajas crecieron. En el 2008, a los males iniciales se sumó el estrangulamiento de la liquidez, mientras una morosidad fulgurante y el paro pasaron una pesada factura. Los beneficios se estancaron. En el 2009, el deterioro de la economía se agravó y los balances de las entidades financieras no crecieron. Algo inaudito en la historia moderna de la economía española. Después, en el 2010 a la fiesta se apuntó la crisis de la deuda y las dudas sobre la solvencia del sistema financiero, especialmente de las cajas de ahorros. Ahora, empieza el 2011, que amenaza con ser el de las pérdidas, la austeridad extrema y la prueba final de la solvencia de cajas y bancos. La transparencia y los elogios a la supervisión ejercida en el pasado por el Banco de España ya no sirven para calmar a los mercados y se trata de probar dándole la vuelta completa al calcetín. Bancos y cajas, desde los grandes al más pequeño, deberán vender las joyas de la familia, los que aún conserven alguna; participaciones empresariales o activos que tengan comprador. Unos para apuntalar una cuenta de resultados muy problemática. Otros para aumentar su dimensión en esta nueva fase de creciente concentración financiera. Caja Madrid, en el primer caso, y La Caixa, en el segundo, podrían ser los dos prototipos.Botín: Banesto vale 10.000 millones En el mercado se asegura que Emilio Botín ha puesto un precio a Banesto por si a alguien le interesa, una vez su hija ya ha abandonado la presidencia de la segunda marca del Santander para dirigir la rutilante división del Reino Unido. El precio son 10.000 millones de euros, más del doble de su artificial capitalización bursátil de poco más de 4.000 millones. El banquero cántabro ha dicho en público en varias ocasiones que Banesto es “estratégico para el grupo Santander”, afirmación que sus competidores calibran como argumentos para elevar el precio que piensa pedir por la entidad. En el sector bancario español los bancos de tamaño medio, los que aparecen justo por detrás de Santander y BBVA, son una especie en extinción. Popular, Sabadell, Banesto y Bankinter parecen condenados a ser absorbidos… si ellos mismos no optan por crecer. La Caixa aparece como un claro candidato a crecer con adquisiciones y siempre se mira hacia las torres negras de la Diagonal barcelonesa cuando se piensa en algún movimiento. Tras intentarlo sin acuerdo, de momento, con el Sabadell de Josep Oliu, no ha movido pieza todavía. El banco vallesano, por su parte, explora otras alternativas en las que sí podría jugar un papel menos pasivo, como con Catalunya Caixa, idea aún incipiente pero no descartada. El Popular de Ángel Ron, permanente objeto del deseo de muchos financieros en los últimos años, sigue sin apostar por ningún cambio en su tradicional política de independencia.Pero lo que no ha pasado en años esta crisis puede hacer que ocurra en días. LA VANGUARDIA. 9-1-2011

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