El PSOE reduce a la mitad la ventaja del PP

«El adiós del lí­der le ha supuesto un balón de oxí­geno de primera porque los socialistas reducirí­an hoy a más de la mitad (unos nueve puntos) la enorme ventaja (16,5 puntos) que les sacaban los populares hace un mes. Que la remontada es consecuencia directa de la marcha anunciada de Zapatero queda demostrado por el hecho de que prácticamente resulta indiferente quién sea el candidato del PSOE que se bata con Mariano Rajoy en las urnas. Tanto la ministra de Defensa, Carme Chacón, como el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, o el presidente del Congreso, José Bono, conseguirí­an reducir la distancia con el PP.»

Los opulares vencerían en las urnas con un resultado cinco puntos mejor que el que lograron en las generales de 2008. Sin embargo, con esta encuesta se demuestra su vulnerabilidad: las impresionantes perspectivas electorales que han tenido hasta ahora parecen ser más fruto del fortísimo desgaste de Zapatero que de la potencia de Rajoy ante los ciudadanos. Así las cosas, el solo hecho de que el PSOE cambie de candidato les infiere un duro golpe en sus expectativas de voto. O lo que es lo mismo: una nueva cara al frente del socialismo es razón suficiente para recuperar un buen número de votantes que, decepcionados con Zapatero, parecían haberse pasado al bando popular. (EL MUNDO) LA VANGUARDIA.- Es la gran paradoja de la dinámica económica de la eurozona. Los países muy endeudados o con altos niveles de déficit deben aplicar programas de austeridad que, como consecuencia, reducen el crecimiento y ponen más difícil el objetivo inicial, pagar las deudas a sus acreedores. Si, por ejemplo, los malos augurios sobre España se cumplen y debe aplicar otra vuelta de tuerca al ajuste fiscal, el crecimiento se resentirá, afectando en cadena a la recaudación del Estado y al margen de que disponen empresas y familias para repagar sus deudas. Los desérticos centros comerciales españoles son la estampa que mejor ilustra los tiempos actuales. EL PAÍS.- El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, fue el banquero mejor pagado de España en 2010. Sáenz recibió una retribución de 9,179 millones, según el informe anual de la entidad. Eso supone un descenso del 10% con respecto a la retribución récord de 10,237 millones de 2009. Sáenz cobra más del doble que el presidente del banco, Emilio Botín, quien ganó 3,864 millones el año pasado, un 3,2% menos que en 2009. Botín también cobra menos que otros dos consejeros ejecutivos del banco; Francisco Luzón (5,671 millones) y Matías Rodríguez Inciarte (5,062 millones). Ana Patricia Botín, por su parte, recibió 3,481 millones y Juan Rodríguez Inciarte, 3,16 millones. Esas cifras incluyen dietas, retribución fija, variable y otras retribuciones como los planes de acciones. Encuesta. El Mundo El PSOE reduce a la mitad la ventaja electoral del PP Marisa Cruz El lastre de Zapatero pesaba nueve puntos. Una vez que el presidente del Gobierno ha anunciado que no será el candidato en las próximas generales, el PSOE se ha recuperado del tsunami electoral en el que se sumergió tras el giro que el jefe del Ejecutivo dio a la política económica en mayo de 2010 y ha respirado con alivio. El adiós del líder le ha supuesto un balón de oxígeno de primera porque los socialistas reducirían hoy a más de la mitad (unos nueve puntos) la enorme ventaja (16,5 puntos) que les sacaban los populares hace un mes. Esta es la principal conclusión que se desprende de la encuesta realizada por Sigma Dos para EL MUNDO entre los días 5 y 7 de abril, una vez conocido que Zapatero, a lo sumo dentro de un año, abandonará La Moncloa. Que la remontada es consecuencia directa de la marcha anunciada de Zapatero queda demostrado por el hecho de que prácticamente resulta indiferente quién sea el candidato del PSOE que se bata con Mariano Rajoy en las urnas. Tanto la ministra de Defensa, Carme Chacón, como el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, o el presidente del Congreso, José Bono, conseguirían reducir la distancia con el PP. De celebrarse ahora las elecciones generales, los populares vencerían a los socialistas por 44,9 puntos frente a 37,8 (7,1 de diferencia), en el caso de que la candidata del PSOE fuera Chacón; por 45,2 frente a 37,7 (7,5 puntos de diferencia), si el cabeza de cartel fuera Rubalcaba, y por 45,3 frente a 37,4 (7,9 de diferencia), en el caso de que el líder fuera Bono. Entre los tres hipotéticos aspirantes, la que mejor resultado obtendría sería la ministra de Defensa. Chacón ofrecería al PSOE una décima más de votos que Rubalcaba y cuatro más que Bono; sin embargo, lograría rebajar al mismo tiempo los votos del PP en tres décimas respecto a lo que conseguiría el vicepresidente y en cuatro respecto a lo que conseguiría el presidente del Congreso. Con estos datos en la mano parece acreditarse que los votantes se inclinan por el relevo generacional y la juventud antes que por la veteranía y el pasado al frente del PSOE. Chacón, mujer, joven y catalana, significaría un revulsivo en toda regla para un partido centenario en el que todavía se mantienen en primera línea algunos nombres de la época felipista. Según el sondeo de Sigma Dos, los populares ganarían con holgura las elecciones, pero el abismo que habían logrado abrir respecto a los socialistas desde mediados de 2010 se reduciría espectacularmente. El tsunami electoral comenzó tras la rectificación de la política económica que Zapatero anunció en el Congreso el 12 de mayo del año pasado. Quince días después, un sondeo publicado por EL MUNDO ya daba al PP una ventaja de más de 10 puntos respecto al PSOE, iniciando una dinámica en la que las diferencias entre ambos partidos fueron ampliándose mes a mes. La distancia más grande se produjo a finales de 2010, cuando el PP aventajaba al PSOE en 18,4 puntos. Nunca, desde 1989, cuando se estrenaron las siglas PP, se había registrado una diferencia tan grande entre las dos formaciones. Un mes más tarde, la encuesta publicada por este periódico ya contemplaba dos posibles cabezas de cartel socialista: Zapatero y Rubalcaba. Con el primero, la victoria del PP sería de 16 puntos, en tanto que con el segundo se rebajaría a 12. A mediados de marzo, un nuevo sondeo mantenía la distancia en 16,5 puntos. Ahora, tras el Comité Federal del 2 de abril en el que Zapatero confirmó su decisión de no repetir como candidato, las expectativas de voto de los socialistas han subido vertiginosamente, pasando del 31,4% a el 37,5%, décima arriba o abajo dependiendo del nombre que encabece la lista. Por su parte, el PP vería descender sus expectativas de voto en casi tres puntos, pasando del 47,9% que obtenían en la encuesta de hace un mes a moverse ahora en una horquilla de entre el 44,9% y el 45,3%. Conjugando ambos datos, la brecha entre las dos formaciones sería hoy de aproximadamente siete puntos a favor del PP. Los resultados del sondeo actual de Sigma Dos dulcifican un tanto la derrota socialista. Pierden, sí, pero alejan el fantasma de los desastrosos resultados obtenidos por Joaquín Almunia en las elecciones generales del 2000 (34,1% y 125 escaños). ¿Y el PP? Los populares vencerían en las urnas con un resultado cinco puntos mejor que el que lograron en las generales de 2008. Sin embargo, con esta encuesta se demuestra su vulnerabilidad: las impresionantes perspectivas electorales que han tenido hasta ahora parecen ser más fruto del fortísimo desgaste de Zapatero que de la potencia de Rajoy ante los ciudadanos. Así las cosas, el solo hecho de que el PSOE cambie de candidato les infiere un duro golpe en sus expectativas de voto. O lo que es lo mismo: una nueva cara al frente del socialismo es razón suficiente para recuperar un buen número de votantes que, decepcionados con Zapatero, parecían haberse pasado al bando popular. Probablemente también influya la escasez de mensajes ilusionantes por parte de Rajoy, un líder que se ha centrado casi en exclusiva en denostar la política económica del Gobierno, pero sin ofrecer alternativas claras, al mismo tiempo que no demuestra un comportamiento firme ante los casos de corrupción que azotan a su partido, especialmente en la Comunidad Valenciana, donde ha consentido que Francisco Camps presente una lista en la que figuran nueve implicados en casos de corrupción. Con Bono como cartel, subiría IU En principio, y al margen de que al final sea Chacón, Rubalcaba o Bono el líder del PSOE, el sondeo señala que todos los grupos, salvo el PNV y ERC, verían crecer sus resultados respecto a las generales de 2008. El caso más llamativo es el de Izquierda Unida, que lograría una cosecha más abundante si el candidato del PSOE fuera José Bono. En esa hipótesis IU podría saltar del 3,8% que logró en las generales de 2008 a un 4,4%. Esta subida vendría a demostrar que parte del electorado socialista más radical identifica al presidente del Congreso con postulados próximos al centro derecha, por lo que optaría por dirigir su papeleta a la opción situada a la izquierda del PSOE. EL MUNDO. 10-4-2011 Economía. La Vanguardia Más recortes tras el 22-M Manel Pérez Los datos económicos recientes confirman que los fundamentos de la actividad económica siguen siendo positivos”, con este bonito envoltorio tan poco aplicable a España y otras áreas de la eurozona presentó el jueves Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), la subida de los tipos de interés. Esta ha sido una de las dos malas noticias que la semana ha deparado a la economía española. La decisión del BCE, que afectará negativamente al consumo y a la inversión, ha sido recibida por el mercado como un primer paso previo para otras subidas. El guardián del euro sigue pendiente de atender las inquietudes de Alemania antes que las penurias de los deprimidos socios del sur. La segunda mala nueva es la claudicación de Portugal acogiéndose al rescate de la UE. El país vecino es un destino preferente de las inversiones españolas, y en especial de sus bancos, así como de los franceses y alemanes, a los que la traumática decisión lusa les ha sentado muy bien en tanto les asegura el cobro de sus créditos. Pero dada su condición de cliente comercial español de cierta importancia, la dura cura de austeridad que les espera a los ciudadanos portugueses no augura nada bueno para las exportaciones. Más dificultades para una débil recuperación a la que se le suma la persistente subida del precio del petróleo. Representará en torno a 28.000 millones de euros de más gasto en importaciones (si se mantiene en torno a 120 dólares todo 2011), lo que tendría efectos negativos sobre el PIB equivalentes a la previsión de crecimiento del Gobierno y cuyo impacto no está contemplado en los Presupuestos del Estado. El escenario vuelve a teñirse de un tono entre gris y negro. Por eso la revisión de las previsiones macroeconómicas del Gobierno, presentada esta misma semana, un día antes de la decisión del BCE, por la vicepresidenta Elena Salgado, ha sido acogida con incredulidad por gran parte de los analistas. Economía ha rebajado el crecimiento para los dos próximos años, pero no para este, pese a elevar la cifra estimada de paro, en este caso para todo el periodo. Mucho se cuidó Salgado de hablar de posibles nuevos ajustes fiscales estando a las puertas de los próximos comicios municipales y autónomicos del 22 de mayo, pero los primeros sondeos entre los expertos apuntan casi unánimamente a que esa será la agria sorpresa que espera a los españoles una vez se cierren los colegios electorales. El Gobierno debe cerrar el año con un déficit del 6% del PIB, unos 30.000 millones menos que el año pasado. Para lograrlo cuenta con dos colchones que arrastra del año anterior: los salarios de los funcionarios estarán congelados todo el año con una masa salarial el 5% inferior, cuando en el 2010 sólo lo estuvo durante seis meses, 4.500 millones de ahorro frente a la mitad de 2010; y que otro tanto sucederá con la subida del IVA aplicada también en julio pasado, 5.150 millones más este año. En total, 7.500 millones adicionales. En contra, que el mayor desempleo anunciado implicará un mayor gasto en prestaciones económicas para los parados. En cualquier caso, si flaquea el crecimiento, todo saltará por los aires. Es la gran paradoja de la dinámica económica de la eurozona. Los países muy endeudados o con altos niveles de déficit deben aplicar programas de austeridad que, como consecuencia, reducen el crecimiento y ponen más difícil el objetivo inicial, pagar las deudas a sus acreedores. Si, por ejemplo, los malos augurios sobre España se cumplen y debe aplicar otra vuelta de tuerca al ajuste fiscal, el crecimiento se resentirá, afectando en cadena a la recaudación del Estado y al margen de que disponen empresas y familias para repagar sus deudas. Los desérticos centros comerciales españoles son la estampa que mejor ilustra los tiempos actuales. Por eso, crece el coro de los que defienden que lo mejor en los casos de Grecia, Irlanda y, ahora ya Portugal, es reconocer que su deuda debe renegociarse, un eufemismo de la palabra quita, consistente en alargar los plazos y reducir los importes. De lo contrario, se impondrán programas de ajuste imposibles, con un alto coste social y político para acabar reestructurando igual la deuda pero en peores condiciones. El núcleo duro de Europa, con la alemana Angela Markel a la cabeza, pretende que esa dramática resolución se emplee con la deuda nueva, las contraídas a partir de 2013, no para la que ya han concedido sus bancos. Este es el núcleo opaco del debate sobre los diferentes esquemas de rescate en la UE. Volviendo al caso español, el nuevo ajuste fiscal ya tiene objetivos definidos por los mercados. Basta con ojear los informes de los analistas internacionales. En primer lugar, el gasto de las comunidades autónomas. No es por casualidad que Economía está tan dura en las negociaciones con Catalunya, después del 22 de mayo deberá hacer lo propio con la mayoría de las restantes. Salgado y su leal Carlos Ocaña, contarán aquí con el apoyo entusiasta de los grandes inversores y la prensa afín. LA VANGUARDIA. 10-4-2011 Economía El país El Santander pagó a Alfredo Sáenz 9,2 millones M. J. El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, fue el banquero mejor pagado de España en 2010. Sáenz recibió una retribución de 9,179 millones, según el informe anual de la entidad. Eso supone un descenso del 10% con respecto a la retribución récord de 10,237 millones de 2009. Sáenz cobra más del doble que el presidente del banco, Emilio Botín, quien ganó 3,864 millones el año pasado, un 3,2% menos que en 2009. Botín también cobra menos que otros dos consejeros ejecutivos del banco; Francisco Luzón (5,671 millones) y Matías Rodríguez Inciarte (5,062 millones). Ana Patricia Botín, por su parte, recibió 3,481 millones y Juan Rodríguez Inciarte, 3,16 millones. Esas cifras incluyen dietas, retribución fija, variable y otras retribuciones como los planes de acciones. En su informe anual, el Santander cifra la retribución de su Consejo en 34,42 millones, lo que supone un descenso del 4,5% con respecto a la cifra de 2009, sin incluir la retribución diferida en acciones, que fue cuantificada en 6,36 millones. El banco ha publicado diferentes cifras sobre el sueldo de su Consejo calculadas con diferentes criterios. El Consejo del Santander es el mejor pagado de España, por delante del de Telefónica (27,6 millones). El sueldo de Sáenz es muy superior a los 5,1 millones de Francisco González, presidente del BBVA. El mejor pagado Alfredo Sáenz no es, sin embargo, el ejecutivo mejor pagado de España. Ese puesto lo ocupó en 2010 José Antonio Tazón, presidente de la firma de gestión de reservas Amadeus, que recibió un premio extraordinario de 10 millones de euros por la salida a Bolsa de la empresa que ha presidido desde 1990. Además de él, otros seis directivos de la compañía se repartieron un premio cercano a los 44 millones. Los 22 altos directivos del Santander que no son miembros del Consejo recibieron en 2010 una retribución conjunta de 66,94 millones, a razón de algo más de tres millones por directivo, sin contar 11,482 millones diferidos en acciones, según el informe anual de gobierno corporativo. En dicho informe el Santander señala que la condena del Tribunal Supremo a tres meses de inhabilitación impuesta a Sáenz en marzo "no afecta negativamente al funcionamiento del Consejo ni al crédito y reputación del banco". Sáenz ha recurrido la sentencia ante el Constitucional y ha pedido el indulto al Gobierno. EL PAÍS. 9-4-2011

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