El PP se recompone

El Partido Popular encadenó ayer una serie de movimientos para desactivar los focos de conflictos internos desatados en las últimas semanas. Gracias a las decisiones de Francisco Camps, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, el PP recuperó en unas horas buena parte de la serenidad perdida, permitiendo a esta formación empezar de nuevo a centrarse en la atención que debe prestar a su labor de oposición.

La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas del mes de octubre, hecha ública ayer, refuerza el valor político de los pasos dados por esos dirigentes populares. La brecha con el PSOE se amplía a 3,4 puntos porcentuales y, lo que es más importante, el PP gana a los socialistas en intención directa de voto, lo que revela que la reacción espontánea de los encuestados, sin «cocina» ni interpretaciones, empieza a ver a los populares como la alternativa necesaria para remontar la crisis económica. EL MUNDO.- Mariano Rajoy ha suscitado grandes expectativas sobre la reunión de mañana de la dirección del PP tras declarar que va a tomar medidas porque «Santo Job sólo hay uno». Estas palabras indican que el líder del PP se considera un hombre paciente, que ha tenido que soportar conductas inaceptables hasta que el vaso se ha desbordado. Al margen de que podría haber elegido otro personaje bíblico más comprometido con otros valores, se puede ser paciente y a la vez injusto y al revés: se puede ser muy impaciente y muy justo. La paciencia si no va acompañada de otras cualidades, se queda en poca cosa. LA VANGUARDIA.- Fracasa Aguirre, que no acierta ni una. En menos de un año ha perdido el ariete de la Cope y la manguera de Caja Madrid. Novedades de la tregua: Rodrigo Rato regresa al estado mayor de la CEDA convertido en poder fáctico del Gran Madrid y del nuevo mapa financiero español (no es poco). Editorial. ABC El PP se recompone EL Partido Popular encadenó ayer una serie de movimientos para desactivar los focos de conflictos internos desatados en las últimas semanas. Gracias a las decisiones de Francisco Camps, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, el PP recuperó en unas horas buena parte de la serenidad perdida, permitiendo a esta formación empezar de nuevo a centrarse en la atención que debe prestar a su labor de oposición. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas del mes de octubre, hecha pública ayer, refuerza el valor político de los pasos dados por esos dirigentes populares. La brecha con el PSOE se amplía a 3,4 puntos porcentuales y, lo que es más importante, el PP gana a los socialistas en intención directa de voto, lo que revela que la reacción espontánea de los encuestados, sin «cocina» ni interpretaciones, empieza a ver a los populares como la alternativa necesaria para remontar la crisis económica. La encuesta se hizo entre los días 7 y 14 de octubre, antes del punto álgido de las disputas internas del PP, pero cuando ya era conocido el «caso Gürtel». Por tanto, no justifica en absoluto la euforia de quienes pudieran creer que es una diferencia insalvable, pero tampoco el menosprecio de quienes piensan que esos más de tres puntos pueden desaparecer absorbidos por los últimos enfrentamientos internos de los populares. La crisis económica es un factor mucho más determinante y estructural en la decantación del voto. Aun así, la encuesta del CIS es un llamamiento al PP para que vuelva a trabajar en sus responsabilidades como oposición, sin descapitalizar el apoyo ciudadano que está recabando con disensiones endogámicas que resultan inexplicables para la mayoría de los ciudadanos, especialmente para los votantes y simpatizantes de este partido. No hay excusa para que la dirección del PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, y sus líderes territoriales no aprovechen los gestos claros de apaciguamiento hechos en Madrid y Valencia para relanzar la imagen del partido. El vicepresidente del Gobierno madrileño retiró su candidatura a la presidencia de Caja Madrid y dio su apoyo público a Rodrigo Rato. El alcalde de la capital está dispuesto a desbloquear el proceso electoral de esta entidad financiera y retirar su recurso judicial contra la normativa autonómica. Y Francisco Camps consolidó los efectos de la dimisión de Ricardo Costa con nombramientos en la cúpula de su partido y en el Ejecutivo de la Comunidad Valenciana. Todos estos movimientos fortalecen al PP, quitan argumentos al PSOE y apuntalan a Mariano Rajoy, cuya intervención hoy, en el Comité Ejecutivo convocado con carácter extraordinario, podría suponer ese punto de inflexión que demandan electores y militantes. Este saneamiento urgente emprendido por el PP, gracias a la recapacitación -inducida o voluntaria, tanto da- de los dirigentes directamente señalados por los conflictos internos, debe completarse con el esfuerzo de los populares para vencer, antes de que comience el período de elecciones, las resistencias de aquellos sectores sociales que aún lo ven como un partido «antipático». Los datos del desempleo en octubre pondrán la realidad en sus verdaderas coordenadas, y son las mismas en las que el PP debe situar su mensaje de alternativa a un gobierno desbordado por los acontecimientos e incapaz de dirigir la recuperación de España. ABC. 3-11-2009 Editorial. El Mundo De Rajoy no se espera paciencia, sino justicia MARIANO RAJOY ha suscitado grandes expectativas sobre la reunión de mañana de la dirección del PP tras declarar que va a tomar medidas porque «Santo Job sólo hay uno». Estas palabras indican que el líder del PP se considera un hombre paciente, que ha tenido que soportar conductas inaceptables hasta que el vaso se ha desbordado. Al margen de que podría haber elegido otro personaje bíblico más comprometido con otros valores, se puede ser paciente y a la vez injusto y al revés: se puede ser muy impaciente y muy justo. La paciencia si no va acompañada de otras cualidades, se queda en poca cosa. Por ello, no se mide a los líderes políticos por su simple aguante sino por su capacidad de hacer propuestas y resolver problemas. A Rajoy habría que medirle ahora por su forma de enfrentarse y solucionar los dos principales asuntos que tiene sobre la mesa: Gürtel y Caja Madrid. En cuanto al caso Gürtel, no se pude decir precisamente que Rajoy haya actuado de forma ecuánime: el trato de benevolencia que ha dado a Bárcenas, Sepúlveda y Ana Mato contrasta con la dureza con la que ha sancionado a Ricardo Costa. EL MUNDO revela hoy el contenido de una tensa conversación entre Rajoy y Camps, que tenía la intención de nombrar consejero a Costa. No hay duda de que Camps se ha equivocado en la gestión del caso Gürtel, pero al menos es coherente cuando defiende a su ex colaborador ya que existirían al menos los mismos motivos para cortarle la cabeza a él. Al final, el secretario general ha sido fulminado por aferrarse a la legalidad y eso es una alcaldada. En cuanto a la crisis suscitada por el nombramiento de nuevo presidente para Caja Madrid, es obvio que hay un intento, desde posiciones necesitadas de un trato de favor de esta entidad, de presentar a Esperanza Aguirre como la mala de la película. La realidad es más bien la contraria: la presidenta está sufriendo el filibusterismo de Gallardón para demorar el proceso de elección del sustituto de Miguel Blesa. Ha sido el alcalde de Madrid quien ha llevado este asunto a los tribunales, que han decidido paralizar cautelarmente el proceso. Esperanza Aguirre se ha equivocado al proponer a Ignacio González, que carece del perfil adecuado, pero ella jamás se ha negado a negociar con el partido y con otras fuerzas políticas sobre la persona que vaya a presidir la caja. Lo que resulta insólito es que se le niegue incluso la capacidad de proponer un candidato, como ha ocurrido en todas las demás comunidades autónomas, siguiendo lo que en la práctica resulta de la ley de Órganos Rectores de las Cajas. La prueba de que Aguirre no está siendo tratada con ecuanimidad por la dirección del PP es lo que dijo Dolores de Cospedal hace unos días: que le parecía «más grave» que Costa pidiera que se cumplieran las normas internas del partido que los insultos de Manuel Cobo. ¿Cómo habría actuado Génova si esas descalificaciones hubieran sido dirigidas a Rajoy? La hostilidad de algunos dirigentes del PP contra Aguirre ha llegado a tal punto que se ha filtrado que sería conveniente destituirla y crear una gestora pese a que la presidenta cuenta con el respaldo casi absoluto del partido en Madrid, como se ha visto con la solidaridad expresada por los alcaldes. Rajoy no ha ejercido su autoridad en los últimos meses con imparcialidad, por lo que, si quiere recuperar su credibilidad, debería hacer mañana el esfuerzo de medir a todos los militantes con el mismo rasero. EL MUNDO. 2-11-2009 Opinión. La Vanguardia Tregua en la CEDA Enric Juliana La Confederación Española de Derechas Autónomas se concedió ayer una tregua. La cordada de Esperanza Aguirre renuncia al asalto de Caja Madrid –hasta ayer objetivo central de la corriente castiza que desde marzo del 2008 quiere a tumbar a Mariano Rajoy–, y la derecha regional valenciana comienza a admitir que hay fallos estructurales en su espectacular hegemonía. No es poco. Rajoy gana y vuelve a demostrar que la tranquilidad aún es capaz de gestionar la política en tiempos de histeria mediática. Cuatro diarios, tres emisoras de radio y varios sitios de internet pugnan nerviosamente en Madrid por ser la referencia nacional del centro derecha. Completan la jaula de grillos, las baronías regionales y sus respectivas cortes. No, no es nada fácil gobernar la CEDA sin un periódico de absoluta fidelidad y sin una caja de ahorros a plena disposición. Rajoy parece que lo está consiguiendo, al precio de que le den por muerto cada quince días. Fracasa Aguirre, que no acierta ni una. En menos de un año ha perdido el ariete de la Cope y la manguera de Caja Madrid. Novedades de la tregua: Rodrigo Rato regresa al estado mayor de la CEDA convertido en poder fáctico del Gran Madrid y del nuevo mapa financiero español (no es poco). Y en Valencia, el futuro tambaleante de Francisco Camps queda en manos del sénior Rafael Blasco, cardenal borgiano sin traje de maniquí. Y pierde el PSOE, que urdió una estrategia de barriada para Caja Madrid: apoyar a Aguirre para desgastar a Rajoy. ¿Cosas de Leire Pajín? LA VANGUARDIA. 3-11-2009

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