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El Partido Anti -Euro repunta antes de las elecciones

http://www.spiegel.de/international/germany/alternative-for-germany-anti-euro-party-could-upset-german-election-a-920805.html

Una encuesta reciente muestra que el partido anti- euro Aternativa para Alemania está acercándose a entrar en el parlamento. Esto podría causar un gran malestar en los partidos del stablishment – y alterar radicalmente el panorama político alemánA primera vista, la campaña publicitaria de Alternativa para Alemania (AFD ) parece tan poco amenazante como la de un comercial de óptica local. Mnifiesta indignación, pero con ciudadanos de apariencia agradable – un padre y su hija, un empresario leyendo el periódico y un ciclista– con una mirada pensativa mientras se hacen pregunta . «¿Por qué todo el dinero se va a Grecia, en lugar de ser invertido en calles y puentes dañados?”, dice uno. “¿Por qué los pensionistas tienen una cantidad cada vez menor de dinero en sus bolsillos? ¿Quién está pagando por la deuda que nuestros políticos están incrementando?», preguntan otros.El partido también está tratando de enviar un mensaje positivo en los actos de campaña. Durante una manifestación en Hamburgo hace varias semanas, una madre joven defensora del AfD fue captad por la cámara. «No hay populistas que participen aquí», dice, parpadeando a la luz del sol. El líder del partido Bernd Lucke , quien hizo una aparición fugaz, animó a la gente a «manifestarse pacíficamente».Apenas dos semanas antes de las elecciones generales, el partido anti- euro es optimista sobre sus perspectivas. En un estudio publicado a principios de esta semana, el AfD , por primera vez en la historia, está cerca de lograr el porcentaje de votos necesario para obtener escaños en el parlamento alemán, el Bundestag, el 5%. Las cosas se habían deshinchado un poco para el AfD, hasta que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble puso el nuevo plan de rescate griego en el orden del día, a mediados de agosto.El AfD espera beneficiarse de estos avances en la última etapa de la campaña electoral. Los encuestadores dicen que el parte emergente –que actualmente cuenta con 10.000 miembros– no debe darla por perdida. Según Klaus-Peter Schöppner, director ejecutivo de la encuestadora TNS Emnid, dos puntos porcentuales adicionales podrían derivarse de los votantes y ex simpatizantes desencantados de la Unión Demócrata Cristiana ( CDU ) y el Partido de la Izquierda. «Todavía podría conseguirlo», dice.Luchando contra la extrema derechaSi el AfD es capaz de saltar la valla del cinco por ciento, podría alterar la dinámica actual en el Bundestag. La coalición de la CDU con el partido pro-empresarial de los Demócratas Libres ya no sería una opción – porque los escaños de oposición serían entonces superiores en número a las detenidos por la CDU y el FDP– ni sería posible una coalición de centro-izquierda entre los socialdemócratas, los Verdes y el Partido de la Izquierda. Tal escenario podría apuntar a la formación de una gran coalición .Hasta ahora, los principales partidos han hecho todo lo posible para ignorar al partido euroescéptico. El plan era no llamar la atención sobre la AfD por temor a aumentar su atractivo. En los círculos políticos, el partido es visto con una creciente sensación de inquietud – nadie está muy seguro de cómo el AfD podría afectar al clima en el Bundestag.Una cosa está clara, sin embargo: el recién llegado partido político, que fue fundado en la primavera, tiene un punto débil de sombra. Uno de sus lemas : » La inmigración no es compatible con el bienestar» es una reminiscencia de una consigna similar a la utilizada por los extremistas de extrema derecha NPD («Inmigración en el Estado del bienestar: decimos que no»). El partido está llenando las calles con carteles de campaña afirmando que «El euro está arruinando Europa». Algunos de sus partidarios han publicado frases de contenido islamófobo y racistas en los sitios web incluido Facebook.Su relación con la extrema derecha es una fuente continua de controversia para la AfD, que ha estado luchando contra los esfuerzos de la NPD y el difunto Unión del Pueblo Alemán para infiltrarse en el partido. Su portavoz Konrad Adam declaró recientemente que los extremistas de derecha «no son bienvenidos» en el partido.En comentarios publicados en Der Spiegel esta semana, el jefe de Hamburgo de la AFD, Jörn Kruse, admitió que había subestimado el problema de la gente de la extrema derecha infiltrándose en el partido. «Por desgracia, no se puede negar que en algunos estados se están formando de manera sistemática grupos de derecha que quieren influir en el contenido y la imagen del partido».A los ex miembros de los republicanos, el partido conservador nacional fundada en la década de 1980, se les permite unirse a las filas de la AFD. Antes de ser admitidos, sin embargo, tienen que participar en un proceso de selección. «Esto significa que si alguien menciona que estaba afiliado a los republicanos en la década de 1980, lo entrevistamos para ver si muestran alguna tendencia xenófoba», dice Lucke, líder del partido.En los círculos de izquierda, la AfD se ha convertido en un objeto de odio. Carteles de la campaña han sido arrancados y Lucke fue atacado recientemente por enmascarados, al parecer agitadores de izquierda, en un acto de campaña en Bremen.Encuestas inciertasA diferencia de la poco sofisticada Demócrata Nacional , la AFD tiene intelectuales en sus filas, lo que le añade un grado de credibilidad. Gracias a Lucke, un profesor de economía, Gauland Alexander, ex editor de un periódico y el periodista Konrad Adam, el partido es capaz de encontrar resonancia en liberales de clase media y círculos conservadores. » Simpatizar con la AfD no está mal visto», dice Schöppner.Al seguir simplemente su línea euroescéptica, la AfD ha hallado un hueco en el mercado político. La canciller Angela Merkel quiere mantener el tema fuera de la campaña. El Partido Socialdemócrata (SPD ), por su parte, se ha metido en una trampa con el debate del rescate griego: su anterior apoyo a la ayuda financiera significa que al partido de centro-izquierda le está resultando difícil ofrecer alternativas reales.Esto está provocando un descontento generalizado. De acuerdo al sondeo de la empresa Allensbach, el ocho por ciento de los alemanes están considerando la posibilidad de dar su voto a la AFD. En cuanto a todos los datos recogidos por las principales empresas de votación del país, sin embargo, un promedio de sólo el 2,8 por ciento en realidad terminan votando por el partido anti-euro.Un pronóstico preciso del desempeño de la AFD el 22 de septiembre es, según los encuestadores, más difícil de hacer que para cualquier otro partido. «La AfD no tiene una base electoral tradicional, ya que sólo existe desde hace poco tiempo. Con los partidos mayoritarios es más fácil filtrar las fluctuaciones de los votantes. Esto no funciona tan bien con los que acaban de llegar a la escena política», dice Schöppner.Cuando se le pregunta si el partido contra el euro podría entrar en el Bundestag, Schöppner dice: «me resulta imposible decirlo».

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