Cargando...La rueda de prensa de Rajoy, en compañía del primer ministro de Polonia y con Bárcenas de convidado de piedra y con el don de la ubicuidad, pues al mismo tiempo confesaba ante el juez Ruz, ha abierto más si cabe la brecha entre los periodistas y el presidente, al impedir Rajoy preguntas comprometidas. Lo que no quiere decir que esa distancia sea la misma entre los periódicos y sus editores y el palacio de la Moncloa. No en vano en las duras circunstancias por las que atraviesa Mariano Rajoy su principal aliado es, curiosamente, el diario El País, que ha tratado con sumo cuidado la difícil situación del presidente y que en su editorial de sobre la confesión de Bárcenas lo más que le dice es que tiene que dar mas explicaciones. Mientras El Mundo, más agresivo, no cesa de pedir la dimisión o el relevo de Rajoy al frente del PP.
Curiosamente El País en vísperas de la confesión de Bárcenas publicaba un llamativo reportaje sobre lo que les ha ocurrido -que acabaron en la cárcel- a los famosos que cantaron ante la Justicia, como De la Rosa o Conde, lo que se interpretaba como presión o advertencia al extesorero del PP para que se pensara dos veces su confesión ante el juez. Lo cierto es que El País, que empezó muy agresivo publicando a primeros de año los papeles de Bárcenas de la doble contabilidad y de la financiación ilegal del PP, ahora que se han autentificado ante el juez esos ‘papeles’ por la entrega de los originales, no entra en el fondo de la cuestión y se limita a reclamar a Rajoy solo cuestiones de formas. Y puede que ello esté condicionado por las presuntas ayudas recibidas por parte de el Grupo Prisa desde el palacio de la Moncloa, para lograr que los bancos y acreedores les ayuden en sus problemas de financiación y deuda acumulada.
El Mundo sin embargo, va a cuchillo contra Rajoy y su director Pedro J. Ramírez no se para en barras y el pasado domingo, en la víspera de la confesión de Bárcenas, publicó un artículo en el que tildó a Rajoy de ‘El Padrino’, como si fuera el capo de un clan de la mafia, o al menos de la familia en torno a la que giraba toda la financiación ilegal del PP, Correa, Mato, Galeote, Arenas, etc. Un duro artículo que se suma a otros anteriores, una vez que Pedro J. cree saber que Rajoy habría pretendido moverle la silla con los propietarios italianos del rotativo en la que fue una operación hoy fallida de fusión de El Mundo con el ABC, que la Moncloa vería con buenos ojos siempre que Pedro J. no fuera director del diario fusionado de la derecha española. Periódicos que también tienen sus propios problemas de rentabilidad y deuda. Pero la deuda de El Mundo es interna con su grupo editorial, lo que no le impide mantener su ataque contra Rajoy buscando, con elogios a Aznar, apoyos en el PP para echarlo de la Moncloa.
Sin embargo en la Moncloa, personas afines al presidente, dicen que Pedro J. se puede estrellar en el intento como en la conspiración del 11-M, y subrayan que los nuevos papeles de Bárcenas no han ofrecido pruebas contundentes ni directas en contra de Rajoy.
Por supuesto ABC y La Razón -este último de manera grotesca- están volcados a favor de Rajoy hasta límites pintorescos y pase lo que pase, aunque sus mas furiosos comentaristas, editoriales y tertulianos se han quedado desconcertados en momentos claves como cuando aparecieron los SMS de Rajoy a Bárcenas, cuando ya se conocían las cuentas millonarias del tesorero.
En las grandes cadenas de televisión, TVE muestra un claro sesgo a favor de Rajoy, y algo parecido hacen Antena 3 TV y Telecinco, aunque esta última es la mas crítica en sus programas de política y escándalos variados de las noches del sábado. Algo mas crítica es Cuatro en sus informativos, del grupo de Telecinco, pero la más agresiva (y ya veremos por cuanto tiempo) es La Sexta, hoy propiedad del Grupo Planeta de Antena 3 TV -de José Manuel Lara, el dueño de La Razón-, hasta el punto que algunos notorios portavoces de la extrema derecha del PP le están pidiendo a Rajoy que obligue a su amigo Lara a dar un fuerte golpe de timón en La Sexta, suprimiendo los programas críticos.
Las ediciones nocturnas de cadenas minoritarias de la ‘derechona’ como TV13 de la Conferencia Episcopal y la también confesional Intereconomía, afín a los Kikos, han entrado con su habitual ruido en el pleno desvarío con públicas broncas de sus tertulianos en contra y a favor de Rajoy, y a pesar de la militancia y audiencia (bastante limitada, pero de militantes del PP) ultraconservadora de ambos canales, donde los tertulianos afines al PSOE hacen el papel de tonto útil y en franca minoría.
Donde no tiene nada que hacer Rajoy es en Internet. Primero por el desprecio de la Moncloa a los medios digitales, y luego porque en las Redes Sociales la marea humana está mayoritariamente en contra del jefe del Gobierno y le piden su dimisión. Ese desprecio de Moncloa a la Red tendrá para ellos unos costes electorales de primera magnitud en las próximas campañas electorales, sobre todo ahora que la financiación ilegal estará bajo vigilancia, lo que sin duda dañará la capacidad recaudatoria del PP.