No es privatización, es saqueo

El negocio del cáncer

La Junta Nacional de la AECC ha acordado pagar a CAPIO siete millones de euros por el alquiler de siete mamógrafos con los que la asociación realizará la detección precoz del cáncer de mama durante los próximos cuatro años. El margen de beneficio para la empresa es de escándalo, podrí­a acercarse a los tres millones de euros.

En desacuerdo con la decisión, la Junta de Madrid de la AECC ha dimitido en pleno. Para empezar porque un estudio de mercado cifra en 2 millones el coste del alquiler a Lorad, una de las grandes tecnológicas del sector. Y, para colmo, CAPIO se embolsará un dinero que hasta ahora la ONG dedicaba al resto de programas con enfermos de cáncer. Es más, aunque el convenio con la Comunidad aporta 11,6 millones a la Junta provincial de la asociación, esta podría tener que poner de su bolsillo, oh casualidad, 2,6 millones de euros para la ejecución del programa en estos cuatro años. «¿Cuántos enfermos de cáncer dejarán de acceder a las mamografías una vez que CAPIO tome el el control?»

CAPIO da, con la aquiescencia de la Comunidad, un gran paso para hacerse con el mercado de la prevención del cáncer de mama. Así se reconoce en el polémico acuerdo de alquiler de los mamógrafos: “Finalizado el contrato, Capio tendrá que haber asumido el personal adscrito al programa (…) La Aecc asume el compromiso de no presentarse al siguiente concurso público”. Para la AECC, cuyas unidades móviles son ya emblemáticas entre las mujeres que se realizan los exámenes preventivos, el daño es enorme.

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