El Gobierno lo fí­a todo al aumento de los ingresos

EL CONSEJO de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año que viene con una arriesgada apuesta: que los ingresos por la recaudación de impuestos crecerán un 3,8% en un contexto de recesión de la economía, caída del empleo y bajada del consumo.Ya resulta optimista la previsión de que la actividad económica se reducirá solamente en un 0,5%, teniendo en cuenta que el FMI había estimado en julio pasado un descenso del 1,2% para 2013. Pero además el cuadro aprobado ayer por el Gobierno incluye incrementos de recaudación por IRPF e IVA que serán difícilmente alcanzables.Da la sensación de que el Gobierno ha preferido creer en una hipótesis optimista sobre la recaudación para no verse obligado a una mayor reducción de los gastos de los ministerios o a una nueva e impopular subida de impuestos.La paradoja que se da en estos Presupuestos es que el Gobierno reduce un 8,9% las partidas de los ministerios, pero el gasto total se incrementa en un 5,8%. ¿Cómo es posible este contrasentido? La explicación es sencilla: el Estado tendrá que dedicar 9.000 millones de euros más a pagar los intereses de la deuda, a la que vez que se ve forzado a incrementar su aportación en casi 8.000 millones a la Seguridad Social.Llama la atención también que la eventual actualización de las pensiones en función del IPC y la revalorización del 1% en enero supondrán un incremento del gasto del 4%, con lo que Mariano Rajoy cumple su compromiso de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas.A pesar de este incremento del gasto presupuestario en términos reales, Cristóbal Montoro aseguró ayer que el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas será del 4,5% en 2013, al igual que garantizó el cumplimiento del 6,3% previsto para este ejercicio. Hay que fiarse de su palabra, pero tendría consecuencias devastadoras para la credibilidad del Gobierno el incumplimiento de estos compromisos.Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros aprobó ayer un paquete de reformas para estimular el crecimiento y generar empleo. Entre ellas, una ley de emprendedores, una ley de unidad de mercado, la creación de una agencia estatal de investigación y un programa de subvenciones para la compra de coches de bajo consumo energético.No hay duda de que el desarrollo de todas estas iniciativas puede contribuir a una recuperación de la economía a medio plazo, pero lo importante es ahora el corto plazo. En ese sentido, se echaron en falta medidas de ajuste y ahorro en las Administraciones Públicas, que no están precisamente dando ejemplo de austeridad.Habrá que esperar a la presentación pública de los Presupuestos que Hacienda hará mañana para matizar nuestros juicios, pero todo indica que, como dice nuestro título de portada, el Gobierno se mueve al filo de lo imposible porque no hay signo alguno de que el actual escenario vaya a mejorar en 2013.