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El frenazo de la economí­a europea lastra las exportaciones españolas

El frenazo económico en Alemania, Francia e Italia está contribuyendo a desacelerar el comercio exterior de España. La ralentización de las principales economías europeas y las consecuencias del conflicto con Rusia han perjudicado las exportaciones españolas, que retrocedieron un 1,2% durante el pasado mes de junio.

Las ventas de mercancías al extranjero encadenan tres meses consecutivos en números rojos —en el segundo trimestre han disminuido un 2%—. «La atonía de la economía europea no ayuda a nuestras exportaciones. Si Europa no crece será difícil alcanzar los datos exportadores de otros años», admitió este lunes el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que enfatizó que a pesar del gripazo económico en el corazón de Europa, las exportaciones se han mantenido estables en comparación con el retroceso en otros países vecinos. «Es el segundo mejor mes de junio de la historia del sector comercial española», recordó. En ese mes se vendieron mercancías al exterior por valor de 20.601 millones. Cuando estalló la crisis financiera, en 2008, las exportaciones ascendían a 15.632 millones.

En cuaquiler caso, las ventas al exterior se han desacelerado, lo que entorpece la revisión al alza del PIB que el Gobierno adelantó que presentaría este otoño. El secretario de Estado evitó valorar el impacto que tendrá la peor evolución de este sector sobre el crecimiento. Los malos datos de las exportaciones son preocupantes porque hasta ahora eran el único sostén que tiraba de la economía. Durante su comparecencia ante los medios, García-Legaz trató de restar importancia al empeoramiento del comercio con otros países y destacó que la demanda interna está relevando al sector exterior como motor de la economía.

El secretario de Estado argumentó que una parte del retroceso de las exportaciones en junio se debe a que en el mismo mes de 2013 hubo unos pedidos muy importantes que salieron de la factoría de Airbus en Getafe (Madrid), lo que dificulta la comparación.

La mejoría de la actividad económica en España —el PIB creció un 0,6% en el segundo trimestre del año— está impulsando la demanda interna que a su vez tira del carro de las importaciones. El efecto combinado del frenazo de las exportaciones y el auge de las adquisiciones a otros países ha disparado el déficit comercial. El saldo negativo entre compras y ventas al exterior se ha duplicado durante el primer semestre del año hasta registrar unos números rojos de 11.882 millones de euros. García-Legaz recordó que históricamente España siempre registra déficit comercial y aseguró que, en su opinión, el dato del primer semestre no impedirá que a final de año se registre superávit en la balanza por cuenta corriente.

Un análisis más pormenorizado de los datos revela que la disminución de las exportaciones se debe en gran medida a una caída de los bienes de equipo (retroceden un 4,1%) y en concreto de la maquinaria para la industria. En el lado de las importaciones, destaca el robusto avance de las adquisiciones de bienes de equipo y del sector del automóvil —el 90% de la producción nacional se exporta y el 70% de las compras de coches en España se importan—.

García-Legaz justificó que el fuerte aumento de las compras de maquinaria para la industria esconde un alza de la inversión de las industrias para elevar la producción y atender el auge de la demanda interna sin desatender la externa. «Los economistas internacionales decían que España volaba con un solo motor [la demanda externa] pero ahora con la recuperación del consumo interno vuela con dos motores», sintetizó el secretario de Estado.

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