Cortometrajes

El Festival de Málaga en cinco minutos

El cine español es, como ya es sabido por todos, una industria en permanente crisis económica, que no creativa. El Festival de Málaga ha destacado este año por la dominación aplastante de los nuevos directores, que con sus «operas primas» ha copado el palmarés del certamen. Pero también hay «otro» festival, el que aglutina los mejores cortometrajes que se han realizado en nuestro paí­s durante este año, de donde saldrán los futuros realizadores que seguirán ilusionándonos con sus novedosas aportaciones a la industria cinematográfica española. En lo que podrí­amos considerar el «palmarés alternativo» del festival, se ha apostado este año por la videocreación y la experimentación con nuevas formas narrativas exclusivas del formato corto.

El talento en cinco minutos, el cine del futuro, la indeendencia y la autofinanciación como formas de libertad creativa, son los tópicos que rodean el mundo del cortometraje. Pero no por ser tópicos son menos ciertos. Hasta 36 producciones competían este año por los galardones destinados a estas películas comprimidas. Los premios más importantes han sido para Montenegro, de Lander Camarero, como mejor producción de ficción; y para Delirium Tremens, del colectivo Rbelion, como mejor producción de video experimental o animación.Montenegro es un cortometraje de excelente factura técnica, rodado en 35 milímetros, con una fotografía totalmente profesional, en el que el claroscuro nos recuerda a un cuadro de Caravaggio. Una tormentosa historia de pasión en un oscuro vagón de tren, nada más. Sus autores han dicho que “dura diez minutos y no horas”, que no tiene “nada de metáforas, tropezones, pollos, simbolismos, ni ¿que has querido decir con esto?” y que el éxito de Málaga no es el primero. Han paseado su corto por Guipúzcoa, Madrid, Écija…Delirium Tremens era más bien una tarjeta de visita. El estudio Rbelion creó la pieza para promocionar su trabajo y vuelve de Málaga con un premio bajo el brazo y 1.500 euros para comprar una cámara nueva y "seguir haciendo cosas". Rbelión es un estudio con acento andaluz entre Murcia, Málaga y Valencia, donde se rodó el corto. Rodaron durante tres días con una cámara alquilada y dudaban de que ni siquiera fuera a ser seleccionado. La producción es una especie de videoclip experimental, mezcla de imagen real y animación en tres dimensiones, que pretende ser una metáfora sobre la creatividad del diseñador.El resto del palmarés lo completaron Rojo y Negro, de Patricia Río, que se llevó el premio del público, y La Corporación, de Enrique García, galardonado con el premio a la mejor dirección.

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