El Observatorio

El español vuelve a Filipinas

El «milagro» de la expansión planetaria de un idioma -el español- que no se apoya en ningún imperio armado ni en ninguna superpotencia económica para ganar nuevos hablantes, ha escrito un nuevo capí­tulo tras la decisión de la presidenta filipina de incorporar «de nuevo» la lengua española a la enseñanza secundaria en el archipiélago asiático. Por esta decisión, la presidenta Gloria Macapagal recibió el pasado lunes, 8 de junio, el Premio Internacional Don Quijote de la Mancha, en su segunda edición, que otorgan conjuntamente la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y la Editorial Santillana, por la mejor labor de «difusión y defensa del español».

La decisión instada y romovida por la presidenta filipina es la "tercera gran noticia" que recibe la lengua española en estos últimos años, en su incansable proceso de conversión en una de las principales lenguas planetarias. La primera fue la decisión de Brasil de incorporar la lengua española al sistema educativo brasileño: por esta medida, el presidente Lula -su principal impulsor- recibió el año pasado el primer Premio Don Quijote. La medida puede llegar a incorporar en los próximos años entre cincuenta y cien millones de nuevos hablantes al español. La segunda "gran noticia" ha sido la constatación de que en Estados Unidos hay ya más de cuarenta millones de hablantes de la lengua española y que el español se ha convertido en la "lengua extranjera" más elegida por los estudiantes de secundaria y por los estudiantes norteamericanos, lo que significa no sólo que el español se ha consolidado como lengua en EEUU, sino que ha ganado un notable prestigio en el seno de la sociedad norteamericana. Por último, la tercera "gran noticia" es la que glosamos hoy, y cuya importancia no se nos puede ocultar, ya que Filipinas será el primer país de Asia que incorpore el español a su sistema educativo. Además, está el hecho, ineludible, de que el español no llega como un "extraño" a Filipinas, sino como un "exiliado" que retorna en cierta forma a su hogar. No nos olvidemos de que Filipinas conserva una Academia Filipina de Lengua Española, muy activa y dinámica, y de que gran parte de los "clásicos filipinos" son autores en lengua española. Durante siglos, y hasta 1898, la lengua española fue patrimonio exclusivo de las élites del país. Ahora, en cambio, se convertirá al fin en una lengua accesible para todos, lo que sin duda preludia un renacimiento extraordinario del español en aquel rincón de Asia.Junto a la presidenta filipina recibirá también el II Premio Don Quijote el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, justo al cumplirse los 50 años de la publicación de su primera obra literaria: el conjunto de relatos breves titulado "Los jefes", editado en 1959, cuando el escritor era todavía un estudiante de la Universidad San Marcos de Lima. Al recibir la noticia del premio, Vargas Llosa destacó el hecho de que "la universalidad del español no es nada artificial. Hasta muy recientemente, su expansión no ha sido obra de la promoción institucional, sino fruto de su propia dinámica y del empuje de sus hablantes".

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