Valoración de los resultados de las elecciones andaluzas

El bipartidismo sigue hundiéndose

Las elecciones andaluzas han vuelto a poner de manifiesto el retroceso espectacular del bipartidismo y la poderosa irrupción del viento popular y patriótico. Tanto por el descalabro del PP -que pierde más de medio millón de votos-, como por el retroceso del PSOE, donde a pesar de la «victoria de Susana Dí­az» que algunos pregonan son los peores resultados, en cuanto a porcentaje de voto, de toda la historia democrática para el PSOE en Andalucí­a. Esta es la tendencia principal e inevitable -que ya irrumpió en las pasadas europeas- y que se manifiesta en cada una de las citas electorales, también en estas andaluzas. El hegemonismo y la oligarquí­a van a querer ocultar tanto el calado del retroceso del bipartidismo como la fuerza del viento popular y patriótico, como hace el editorial de El Paí­s al afirmar que «serí­a completamente erróneo valorar lo sucedido en Andalucí­a como la confirmación de la crisis del bipartidismo».

El avance del viento popular y patriótico y el retroceso y la erosión del modelo bipartidista en Andalucía son mucho mayores de lo que parecen.

El bipartidismo pierde, desde las últimas elecciones autonómicas anteriores al estallido de la crisis, en 2.008, 1,4 millones de votantes y un 24,63% de los votos emitidos. En 2008, la suma de votos a PP-PSOE representaba el 63,51% del censo electoral total. Ahora supone apenas el 39,36%. Más de seis de cada diez electores han dejado de confiar en él. Entre 2008 y 2012, el bipartidismo perdió 772 mil votantes. Entre 2012 y 2015 (es decir, en un 25% de tiempo menos) ha perdido otros 624 mil. Su retroceso es continuo y la velocidad de su erosión no disminuye. Que el bipartidismo con menos del 40% de los votos del censo vaya a controlar casi el 75% de los escaños del parlamento andaluz no hace más que resaltar y poner más de manifiesto todavía la necesidad de un Frente Amplio para derrotarlo. «El retroceso y la erosión del modelo bipartidista en Andalucía son mucho mayores de lo que parecen»

Retroceso del PSOE

La “victoria histórica” de Susana Díaz que algunos medios presentan no es tal. El PSOE ha perdido 116.000 votos y 4 puntos desde las últimas autonómicas. Y 740.000 votos y casi 13 puntos desde las andaluzas de 2008.

El 35,33% de los votos cosechado por Susana Díaz es el peor resultado del PSOE en Andalucía de toda la historia democrática.

En cierta medida, el 22M se ha reproducido una situación similar a la que se dio en las autonómicas de marzo de 2012, pero a la inversa. El PP ganó entonces no porque sacara muchos más votos que en 2008 (en realidad perdió 163.000 votos, un 9,5%), sino por el hundimiento del PSOE, que perdió 655 mil votos, un 31% de sus votantes. Ahora Susana Díaz ha ganado no porque haya aumentado sus votos (de hecho ha perdido casi 120.000 y más de un 4%), sino por el hundimiento del PP.

Ese hundimiento del PP es lo que permite a Susana Díaz presentar la imagen de que ha salido relativamente fortalecida. El poder del “régimen andaluz” ha conseguido “minimizar” el daño, pero no evitar el golpe. Además de retroceder en votos y porcentaje, Susana Díaz no ha conseguido su objetivo de sacar un resultado que le permita “gobernar con mayor estabilidad”, es decir, un resultado cercano a la mayoría absoluta, como ha reclamado durante la campaña. Y aunque podrá volver a gobernar, ya no será previsiblemente con una alianza estable como la que tenía con IU sino con apoyos puntuales, para lo que tendrá que buscar acuerdos con Podemos, C’s o el PP, lo que augura un período de mayor inestabilidad política.

Este “triunfo” relativo de Susana Díaz al convertirse en el partido más votado, sin embargo, no quiere decir que el PSOE también haya salido fortalecido de las andaluzas. Si cogemos las tres ultimas elecciones de ámbito nacional (generales de 2008 y 2011 y europeas de mayo de 2014), vemos cómo el PSOE de Andalucía ha sacado siempre un resultado entre un 8 y un 12% superior a la media nacional del PSOE. Y si los comparamos con algunas de las comunidades más importantes, como Madrid, Cataluña o Valencia, las diferencias se amplían a entre un 10 y un 17%.

Los resultados de Susana Díaz son difícilmente extrapolables al resto del PSOE nacional. Aunque desde luego lo previsible es que a lo largo de los próximos meses asistamos a un choque político permanente entre el gobierno andaluz y el de Rajoy con el que el PSOE tratará de capitalizar la idea de que ellos “son distintos”. «El 35,33% de los votos cosechado por Susana Díaz es el peor resultado del PSOE en Andalucía de toda la historia democrática»

Descalabro del PP

El PP ha sufrido en estas elecciones andaluzas una debacle, no ya por dejar de ser la fuerza más votada, sino porque ha perdido más de medio millón de votos y casi 14 puntos en apenas dos años.

Confirmando el retroceso electoral cada vez más acelerado iniciado en las europeas. Esta vez en unas elecciones donde estaba en juego el poder territorial de la comunidad más poblada de España. El coste político de gestionar el proyecto de intervención y saqueo del hegemonismo es cada vez mayor para Rajoy y el PP. Proyectado a las autonómicas y municipales puede suponer la pérdida de buena parte del poder territorial que hoy ostentan. Lo que agudizará las tensiones en el seno del PP.

Si las generales del 2011 significaron el desplome de la pata izquierda del bipartidismo, el descalabro del PP anticipa con bastante probabilidad un desplome relativamente similar de su pata derecha. La pérdida de más de medio millón de votantes, un tercio de los votos obtenidos en 2012, se mueve en una horquilla aproximada a lo que perdió el PSOE entre las elecciones de 2008 y 2012.

Una ley electoral a su medida

El dominio del bipartidismo está blindado, no porque le apoye un porcentaje mayor de votantes, sino porque gracias a la ley electoral, sus votos valen más que otros.

En uno de los mítines de la campaña electoral andaluza de Recortes Cero se decía “un hombre, un voto”. Y ante la sorpresa general, se insitía: “a lo mejor pensáis que esta es una cuestión superada, que ya resolvió la Revolución Francesa. Pero no. Hoy, en 2015, el voto de un andaluz puede valer más que otro. Porque la ley electoral está diseñada para beneficiar al bipartidismo, y para que la voluntad real de los votantes andaluces no se refleje en la instituciones”.

Si no existiera la Ley D, Hont -el engendro ideado para favorecer siempre al bipartidismo- el resultado de las elecciones andaluzas -con los mismos votos- sería muy distinto. Este sería el resultado de un sistema proporcional puro : El PSOE pasaría de tener 47 diputados a tener solo 36, el PP tendría 27 en lugar de 33; -es decir el bipartidismo tendría 15 diputados menos que ahora; Podemos mantendría sus 15 diputados; así como Ciudadanos los 9 que ahora les asignan; pero IU obtendría 7 diputados en lugar de los 4 que ahora tiene. Y nuevas fuerzas entrarían en el parlamento andaluz. Por un lado, UPyD obtendría entre 1 y 2 diputados, el Partido Andalucista aseguraría 1 escaño; e incluso el PACMA estaría muy cerca de obtener un diputado.

Y al que deberíamos añadir los otros 100.000 votos de las fueras extraparlamentarias opuestas a los recortes que no obtendrían representación parlamentaria.

Este sería un parlamento andaluz muy diferente, donde de verdad estaría representada la correlación de fuerzas política real. Donde los representantes del bipartidismo y de los recortes tendrían casi imposible alcanzar la “estabilidad parlamentaria” necesaria para ejecutar el saqueo contra la población.

La necesidad de un Frente Amplio de Unidad del 90%

La espectacular irrupción de Podemos o Ciudadanos en el parlamento andaluz son expresión del avance del viento popular y patriótico.

Desde Unificacion Comunista de España, y como miembros de Recortes Cero, queremos felicitar públicamente a Podemos y a Ciudadanos por sus resultados en estas elecciones andaluzas. Más allá de nuestra diferencias nos alegramos del éxito de dos fuerzas que se oponen a los recortes y al dominio del bipartidismo.

Los grandes medios, portavoces del hegemonismo y la oligarquía, difunden una visión sesgada y manipulada de los resultados en Andalucía para minimizar el impacto del viento popular y patriótico.

Utilizando los resultados de Podemos (14,84% de los votos y 15 diputados) o Ciudadanos (9,28% y 9 escaños) para alabar su “considerable empuje” pero dictaminando que “están muy lejos de dar un vuelco al mapa político”.Todo un mensaje que busca difundir que puede manifestarse políticamente el rechazo a los recortes, pero que nunca tendrá la fuerza necesaria para tumbar al bipartidismo.

Los hechos nos dicen lo contrario. Nunca se había dado en unas elecciones autonómicas, y menos en un “coto cerrado” del bipartidismo como ha sido Andalucía, la irrupción con ese porcentaje de voto de dos fuerzas nuevas.A lo que hay que añadir los más de 200.000 votos de las fuerzas extraparlamentarias que se oponen a los recortes y al bipartidismo.

Es la expresión política -la que por ahora es posible- de la corriente mayoritaria en la sociedad de rechazo a los recortes y al dominio de bipartidismo.

Lo que no es una buena noticia, para los intereses populares, es que el avance de Podemos se ejecute a través de la jibarización de IU, ni que el ascenso de C’s desate una campaña de liquidación de UPyD. Tras los resultados de Andalucía es previsible que crezca en el seno de IU la tendencia a “entregarse” en brazos de Podemos. UPyD pierde el 42% de los votos respecto a las autonómicas de 2012, queda fuera del parlamento y ello ha desatado una auténtica “caza de brujas” contra el liderazgo de Rosa Díez que está incluso cuestionando la independencia de UPyD. La irrupción de Podemos y de Ciudadanos es espectacular. Pero pone de manifiesto sus límites. No ya solo por la linea que han defendido -que no se enfrenta directamente al proyecto hegemonista de intervención y saqueo-. Sino sobre todo porque ha puesto de manifiesto lo que hemos repetido en la campaña, ningún partido, o la suma de dos, puede tener la capacidad para representar al 90% o para acabar con los recortes o el dominio del bipartidismo. Especialmente cuando crecen sobre la base de “devorar” a otras fuerzas como IU o UPyD. Es necesario impulsar un Frente Amplio de Unidad del 90%. Esto es algo que los resultados de estas andaluzas han puesto de manifiesto, especialmente para los sectores más conscientes.

Los votos de todas las fuerzas opuestas a los recortes y al bipartidismo -desde Podemos y Ciudadanos y UPyD hasta la suma de todas las fuerzas extraparlamentarias enfrentadas a los recortes- sumaría 1,4 millones de votos, una cifra similar a los votos recibidos por el PSOE de Susana Diaz.

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