Cargando...El bipartidismo pelea como gato panza arriba por mantener sus posiciones y privilegios pero no lo tienen fácil, por más que resistan a duras penas en Andalucía camino de un complicado año electoral. Una cita la del sur que PSOE y PP consideraban favorable como primer test, pero que todavía se les puede complicar.
El gobernante que adelanta las elecciones suele perder posiciones de poder por mas que con ello se adelante a una debacle que es lo que se temía en Andalucía Susana Díaz si celebraba los comicios andaluces después de las elecciones generales de primeros de 2016. No en vano, será en enero de 2016 la fecha en la que el presidente Rajoy, agotando los plazos posibles, convocará los comicios generales para ver si a finales de 2015 puede estar en condiciones de presentar una buena cuenta de resultados de la economía española y ello le permite conservar el liderazgo electoral del PP.
También temía la presidenta andaluza que para 2016 la economía estará mejor en beneficio del PP y Podemos será mas fuerte y por eso adelantó sus elecciones en el Sur. Creyendo, por otra parte, que si ella derrotaba a PP y a Podemos podría incluso ser la candidata del PSOE a las elecciones generales tras desbancar a Pedro Sánchez de la cabeza del cartel en las elecciones primarias del PSOE del mes de julio.
Habrá que esperar al resultado electoral del domingo día 22 para saber si el adelanto electoral de Susana Díaz le ha salido bien o no, porque aunque la mayoría de los sondeos la dan por ganadora está claro que no va a llegar a la mayoría absoluta. Y falta por ver si tiene con quien gobernar sobre todo después de haber dicho que no lo hará ni con el PP ni con Podemos, por lo que solo le quedan las opciones de Ciudadanos e IU que no son fáciles una vez que Rivera ya declaró que no colaborará con partido que tengan a sus imputados protegidos, como es el caso de Griñán, Chaves y otros muchos en Andalucía. Mientras que IU no sabemos cuantos escaños logrará pero si se sabe su indignación con Díaz por el adelanto electoral que tanto daño les ha causado a ellos.
Al fondo y al margen del caso andaluz está la cuestión de ver hasta donde aguanta el bipartidismo la ola del cambio que empuja a otros partidos. Los que de momento y en Andalucía parecen ocupar un tercer y cuarto lugar (Podemos y Ciudadanos, respectivamente), alejados de los dos primeros, PSOE y PP, porque estos últimos en esa Comunidad Autónoma mantienen un amplio control de votantes con el clientelismo socialista en la Junta y el ‘popular’ dentro de los grandes municipios que controlan.
De ahí que el ensayo inicial de elecciones en Andalucía no le venga mal al bipartidismo aunque esta vez la derrota del PP pueda ser dolorosa. Aunque el hecho de que se instalen en el parlamento andaluz con notoria presencia Podemos y Ciudadanos les va a permitir a estos dos instalarse también y en el plazo de solo dos meses en los ayuntamientos andaluces con motivo de las elecciones municipales del 24 de mayo.
Es en esta segunda cita electoral con municipales nacionales y autonómicas en trece comunidades cuando el papel de partido resistente que desempeña Susana Díaz en Andalucía le va a tocar desempeñarlo al PP en muchos de los sitios donde Gobierna. Empezando por Madrid, aunque esta vez el caso del nepotismo y del clientelismo del PSOE y PP en Andalucía no les va a ayudar sino que, como los ERE en el sur, al PP le afectaran muchos de sus casos de corrupción, sobre todo en Madrid y Valencia. De ahí que en la que será emblemática batalla de Madrid PP y PSOE han lanzado sus candidatos estrella, Aguirre al Ayuntamiento y Gabilondo a la Comunidad.
Sin embargo estas elecciones parecen ser el terreno propicio para que los dos grandes partidos nacionales reciban el gran voto de castigo ciudadano. Al menos así lo interpretan en las altas esferas del poder económico donde esperan que, si la economía va bien, el bipartidismo conseguirá rehacerse de aquí a las elecciones generales de primeros de 2016. Y además, después de conseguir, que el independentismo catalán sufra un severo castigo en los comicios autonómicos de Cataluña anticipados, donde CiU y ERC quedan lejos de la mayoría absoluta según la última encuesta de la Generalitat. En la que se refleja un notorio descenso del PSC y PP en Cataluña, a igual que les puede pasar en País Vasco y Navarra, lo que es para preocupar.
Ahora bien la pretendida recuperación electoral de Rajoy y del PP en los albores de 2016 no le garantizará una mayoría estable para gobernar y por ello serán necesarios pactos de Gobierno. Como los que harán falta ahora en Andalucía si los partidos en liza no deciden obligarle a Susana Díaz a repetir la cita electoral, lo que también es una posibilidad.