El bipartidismo no tiene (aún) certificado de defunción

El gobierno de Pedro Sánchez inicia septiembre con voluntad manifiesta de acabar la legislatura y su primer objetivo será aprobar el techo de gasto y los presupuestos del próximo año. Pero toda la vida política se mueve ya en clave electoral con la vista puesta en la elecciones europeas, autonómicas y municipales del próximo mes de mayo de 2019, antesala de las elecciones generales de junio de 2020. Si antes no hay un adelanto electoral. En el nuevo periodo electoral que se abre no se debe dar por muerto el bipartidismo.

Para empezar porque los propios protagonistas no solo no lo dan por finiquitado, sino que lo consideran un activo.

Quien más claro y abiertamente lo dice es el nuevo presidente del PP, Pablo Casado: “Aspiro a volver a un modelo bipartidista imperfecto, en el que el PSOE y el PP garanticen la alternancia y la estabilidad política en España, en el que pueda haber partidos como Ciudadanos o Podemos que puedan garantizar la gobernabilidad dependiendo del partido que gobierne”.

Pero también desde el PSOE estarían reconociendo que con la aparición de Pablo Casado y su “giro a la derecha” se ha “revitalizado un eje bipartidista” que beneficia sobre todo al PSOE como representación del espacio de la izquierda, lo que ya estarían reflejando todas las encuestas.

Apoyados en la política de encuestas, muchos medios y políticos se apresuraron a certificar la muerte del bipartidismo hasta hace apenas tres meses, cuando los sondeos subían a Rivera a los cielos como primer candidato a ganar las elecciones.

Tres meses después la situación política ha dado un giro completo. Pedro Sánchez es presidente del Gobierno , según la encuesta de agosto del CIS, el PSOE ganaría las elecciones con el 29,9% de los votos, 9 puntos más que en abril. Ciudadanos ha bajado de la nube y estaría empatado en el PP con el 20,4% de los votos. Mientras Podemos desciende hasta el 15,6% desde el 19,6 que tenía en abril.

Una cosa está clara todo está cambiando en la política española, el viejo bipartidismo no puede seguir gobernando como antes, pero aquí no se ha producido el hundimiento de las dos patas del bipartidismo como sí sucedió en otros países como Grecia. De otra forma, con un parlamento más fraccionado, sin mayorías absolutas, pero las diferentes alternativas de Gobierno siguen pasando por PSOE y PP. La vieja política se resiste a dejar su lugar.

Vivimos una situación especialmente móvil en la que no hay nada decidido. Y en la que el avance de la movilización de la mayoría social ha demostrado que tiene una importante influencia y juega un papel decisivo, como se ha visto por ejemplo en las pensiones, en el movimiento feminista o en Cataluña deteniendo la declaración unilateral de independencia. O preparando el terreno para el éxito de la moción de censura que ha llevado al gobierno a Pedro Sánchez, creando mejores condiciones para seguir avanzando en las reivindicaciones populares. Hay que aprovechar esta oportunidad para abrir camino y que la salida de la crisis llegue a todos los ciudadanos redistribuyendo la riqueza. Arrinconando la vieja política del bipartidismo.

4 comentarios sobre “El bipartidismo no tiene (aún) certificado de defunción”

  • No estoy de acuerdo con el artículo.El viejo PPSOE ha sido liquidado,en cuanto que era un aparato de la oligarquía financiera y el hegemonismo USA.Tanto ZP como Rajoy no eran más que títeres.Si,ha vuelto a ganar el PSOE,pero éste está al servicio del Pueblo español,no es ningún títere

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