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El BCE saca la artillerí­a pesada pese a las objeciones alemanas

El Banco Central Europeo (BCE), en un reconocimiento de que la crisis de la deuda alcanzó un punto crítico, anunció que está preparado para usar su herramienta más poderosa —su imprenta— para salvar el euro.

Haciendo caso omiso de las objeciones de su mayor accionista, el Bundesbank de Alemania, el consejo de 22 miembros del BCE aprobó un plan que allana el camino para que la entidad intervenga en los mercados de bonos de los países del euro en aprietos con compras ilimitadas, lo que en la práctica equivale a imprimir dinero, aunque bajo estrictas condiciones. El objetivo es restaurar la estabilidad de los mercados de deuda soberana de España e Italia y captar inversionistas extranjeros, que han huido masivamente de tales activos.

«El euro es irreversible», sentenció Mario Draghi, presidente del BCE, luego de la reunión mensual del organismo, que mantuvo en 0,75% su tasa de interés de referencia, un mínimo histórico. «Queremos que esto sea percibido como un respaldo plenamente eficaz» que elimina los riesgos del bloque, aseveró.

Los mercados de deuda y acciones celebraron sus palabras. Los costos de endeudamiento de España e Italia cayeron y sus principales índices bursátiles treparon más de 4% cada uno (ver nota relacionada). El Promedio Industrial Dow Jones avanzó 244,52 puntos para cerrar en 13.292, su mayor nivel desde diciembre de 2007.

A pesar de la efusiva reacción de los mercados no está nada claro que el plan vaya a funcionar. La economía europea sigue de capa caída. Sin ninguna perspectiva tangible de crecimiento en el corto plazo, es probable que las posiciones fiscales de los países vulnerables empeoren, socavando aún más la confianza de los inversionistas.

El BCE, sin embargo, acaba de dar su paso para combatir la crisis. La decisión habría sido impensable cuando los problemas surgieron por primera vez, hace casi tres años. Subrayando la dimensión histórica de la medida, la junta del BCE tomó la decisión pasando por encima de las objeciones del Bundesbank, el banco central alemán.

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