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El barco del PP se hunde y todos callados a bordo

El barco político del PP hace aguas por los cuatro costados, y se hunde lentamente y sin parar en las encuestas preelectorales sin que nadie a bordo de la nave, ni oficiales ni marinería, se atreva a dar un grito de alarma ni a contestar el mando de su capitán Rajoy quien, inmóvil, con mano de hierro y desprecio al pasaje y la tripulación, ha puesto rumbo a los arrecifes de la costa electoral, ciego de poder y sin capacidad de reacción. Ya le pasó algo parecido al PSOE con Zapatero sin que nadie en el partido socialista se atreviera a liderar una rebelión a bordo y ya se sabe lo que ocurrió: gran naufragio del PSOE en los comicios de 2011, después de haber causado daños irreparables a España.

Cuando estamos a solo unas semanas del año electoral de 2015 la última encuesta de Demoscopia sobre intención de voto publicada por el diario El País confirma una panorama desolador para los dos grandes partidos. Y especialmente para el PP que con el 20 % de votos pierde casi ¡el 60%! de sus apoyos electorales con respecto a las elecciones generales de 2011. Y se sitúa como el tercer partido nacional detrás del PSOE que consigue un 27,7% de sufragios, pero sin llegar al 28,7 % de los comicios generales de 2011, y de Podemos, segundo partido con el 25 % de seguidores. IU pierde 1,3 puntos respecto a 2011 y se queda en el 5,6%, y UPyD solo sube una décima hasta el 4,8 %, pero sin aprovechar el estancamiento socialista y el hundimiento del PP, el que sería mucho mayor si Rosa Díez pactara con Ciudadanos.

El diario El País a pesar de estos resultados que son, en general muy malos para todos los partidos de las elecciones de hace ya más de tres años, pone el acento en su portada en que Podemos, con respecto al último sondeo de noviembre de este año, ha bajado dos puntos. Y subraya que la formación que lidera Pablo Iglesias ha ‘perdido impulso’, cuando la novedad estriba en el PP se hunde, mientras que los socialistas solo recuperaron un punto con respecto a la encuesta anterior y no llegan a sus pésimos resultados de 2011.

Las explicaciones que se ofrecen ante este panorama por los analistas del sondeo son variopintas pero no convincentes y el horizonte que se dibuja, de aquí a las próximas citas electorales, abunda en la idea reiterada en los días pasados de una ‘gran coalición’ PSOE-PP que defienden los paladines de la estabilidad política y del régimen constitucional de la transición 1978, aunque en este caso presidida por Pedro Sánchez si su partido resulta ser el mas votado a finales de 2015.

¿Qué está pasando? Pues que el PP se viene abajo por muchos motivos y especialmente por la falta de liderazgo y de iniciativa del presidente Rajoy. Y, por supuesto, por los escándalos de la corrupción y eso que el sondeo (realizado los días 2 y 3 de diciembre) no incluyó el renacer del escándalo de Bankia, tras el informe de los peritos del Banco de España que arrasan a Rodrigo Rato, un prohombre del PP, presentándolo como autor de la gran estafa de la salida a Bolsa de Bankia en 2011, mientras deja muy tocado al actual gestor, José Ignacio Goirigolzarri, por sus cuentas manipuladas de 2012.

El PP debe añadir a sus muchos escándalos de la corrupción –reanimados también con la entrada de Carlos Fabra en prisión- el desistimiento legal de Rajoy ante la Consulta del 9N, lo que ha causado estragos entre votantes del PP catalán y dañado su discurso de la unidad de España. Así como la ralentización de la recuperación económica española y de la UE. Pero a no perder de vista en todo ello la bunkerización del PP en torno a la persona de su presidente Rajoy.

Un Rajoy que se niega a hacer una crisis del Gobierno y no consiente la convocatoria de un Congreso del PP sino solo una Convención para que le aplaudan. Un Congreso en el que se debería democratizar el partido como han hecho otros (PSOE, incluido) aceptando las primarias para nombrar los candidatos –que ahora solo nombra Rajoy- y obligando a la renovación de líderes y candidatos en pos de una generación ajena a la corrupción de los años pasados y capaz de conectar con la nueva situación del país.

¿Pero no hay nadie en el PP capaz de levantar la voz? Parece que no, como no la hubo en el PSOE de Zapatero. El que por lo menos se renovó y abrió el partido a sus bases y simpatizantes y que ahora con su nuevo líder Pedro Sánchez parece que levanta lentamente el vuelo, pero sin dejar de mirar a su izquierda donde Podemos parece asentado con fuerza en segundo lugar. Y no es cierto que el discurso de la reforma federal de la Constitución sea algo q ue hoy impresione a los ciudadanos, porque eso no es verdad. Como tampoco tranquiliza la ambigüedad de Sánchez con el desafío catalán ni ha ofrecido recetas novedosas contra la crisis económica y el paro. Quizás la novedad está en la juventud y buenos modales de Pedro Sánchez, pero eso al día de hoy no es suficiente.

En cuanto a Podemos tenemos que decir que parece lógico una cierta caída por los problemas internos de la organización –elecciones de líderes y caso Errejón- jaleados con fuerza en las televisiones que los auparon. Y también

Porque su presencia en esos medios se ha recibido de manera notable, a la vez que su programa económico ha causado desconcierto en sus seguidores del flanco zurdo de la política, porque la pretensión de Iglesias de abarcar desde IU hasta el PP –metiendo en el saco votantes de IU, PSOE, UPyD y algunos del PP- provoca desconcierto entre sus seguidores.

Algo que va a aumentar si Podemos no hace acto de presencia en los comicios municipales y regionales de la primavera- no se puede ser tan original en todo-, porque permitirá una lectura de los resultados que dará alas al PP y PSOE, y desmovilizará a parte su electorado. Sobre todo si, finalmente, se visualiza el pacto de Podemos con las candidaturas globales que tiene su base en la izquierda radical.

Aunque los mas desconcertados al día de hoy son los seguidores del PP y ahí incluidos sus dirigentes y mandos intermedios que asisten atónitos al rumbo de colisión y naufragio que impone su capitán.

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