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Cinco años han pasado desde que los cuatro jefes de gobierno de los países BRIC se reunieron en Ekaterimburgo por primera vez en una cumbre. Poco después de esa reunión, muchos estudiosos occidentales expresaron abiertamente sus puntos de vista pesimistas hacia el grupo BRIC, alegando que no iba a prevalecer debido a las grandes divergencias entre los países miembros. A medida que el crecimiento de las nuevas economías emergentes se ha ralentizado, un gran número de estudiosos occidentales y medios de comunicación hicieron predicciones sombrías sobre los BRICS, mientras que al mismo tiempo, estrategas como Zbigniew Brzezinski y Joseph Nye han mantenido una estrecha vigilancia acerca de si los países BRICS podrían avanzar en temas como la creación de un banco de desarrollo dirigido por ellos mismos. Los BRICS, de hecho, han consolidado su estatus e influencia como grupo político y económico internacional. Y se están mostrando atractivos para otras nuevas economías emergentes que están dispuestas a unirse al grupo. La cumbre de Fortaleza en curso es una plataforma de lanzamiento de dos instituciones financieras: el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el Fondo de Reserva para Contingencias (CRA). Esto significará un sustancial paso institucional hacia adelante. El objetivo del NDB es proporcionar préstamos a bajo interés para la gran mayoría de países en desarrollo, incluyendo las economías BRICS, ayudándoles en la construcción de infraestructuras. El banco, que tendrá un capital inicial suscrito de 50 mil millones de dólares aportados por los cinco países miembros, llegará finalmente hasta 100.000 millones de dólares en capital. La participación en el NDB será a partes iguales: 10 mil millones cada uno y el mismo derecho de voto para cada miembro. Aunque la admisión de nuevos accionistas en el capital del banco está abierto, los BRICS siempre conservarán una participación de control de no menos del 55 por ciento. Todas las decisiones importantes en el NDB se deberán hacer a través de una mayoría o de dos tercios de los votos. El CRA, que también tendrá hasta100.000 millones de dólares, está destinado a hacer frente a todas las emergencias ante una nueva crisis financiera. China será el mayor donante de este fondo de reserva, aportando 41 mil millones, seguido por 18 mil millones cada uno de Brasil, India y Rusia y 5 mil millones de Sudáfrica. El establecimiento del NDB y del CRA ha sido visto como un contrapeso a las organizaciones financieras dominadas por Occidente, a saber, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este punto de vista se basa en la doctrina de la superioridad occidental. El estallido de la crisis financiera de 2008 echó luz sobre los fallos del sistema financiero internacional vigente y la necesidad de reformarlo. Dado que la posición dominante del dólar norteamericano en las reservas mundiales es muy robusta, las naciones en desarrollo, incluidas las nuevas potencias emergentes, sufrieron el impacto más fuerte durante la crisis, no importa si Washington implementaba o retiraba la política de flexibilización cuantitativa. Dado el hecho de que las reformas financieras internacionales es difícil que avancen, los países BRICS se ven obligados a abrir un nuevo camino para reducir las pérdidas, así como salvaguardar sus intereses. En realidad, el NDB y el CRA complementan el sistema financiero mundial existente. Los préstamos del Banco Mundial no son capaces de satisfacer las demandas de los países en desarrollo, y la financiación de las infraestructuras que éstos necesitan desesperadamente sólo reciben pequeñas financiaciones del Banco Mundial. El FMI tampoco jugó un papel activo en la estabilización de las turbulencias de los mercados financieros emergentes durante la crisis financiera global. Con una estructura accionarial y un modelo operativo diferentes del Banco Mundial y el FMI, el banco de desarrollo dirigido por el BRICS y el fondo de reserva encarnan mejor la democracia, lo que atraerá a más países a participar, inyectando así el elemento de una sana competencia entre las instituciones financieras. En consecuencia, la competencia podría estimular al Banco Mundial y al FMI para promover reformas en su participación y funcionamiento. Los países occidentales han estado pidiendo a los nuevos países emergentes, como China, a asumir más responsabilidades internacionales. El mayor problema que enfrenta la comunidad internacional es el desarrollo. Las nuevas economías emergentes, los países BRICS en particular, están en realidad cumpliendo con las demandas de Occidente mediante el establecimiento del NDB y el CRA para financiar el desarrollo de las naciones en desarrollo y estabilizar el mercado financiero global.