Cargando...Inspectores del Banco de España comentan a capitalmadrid.com que los ejecutivos de la entidad sueñan con el Fondo Monetario Internacional. No les ha gustado el informe preliminar que han emitido tras su breve visita de una semana en la que se han visto con la práctica totalidad de los dirigentes de las todavía existentes cajas de ahorros y en los que han contactado con todos los estamentos del supervisor español. Los más habituados a estas visitas no recuerdan un distanciamiento tan grande como el que han vivido en las tres últimas ocasiones. Y si no les gustaba el informe preliminar, qué decir del informe de supervisión del que han dado a conocer dos capítulos en Washington. Al margen del recuadro dedicado a cada uno de los países miembros, el FMI reitera una y otra vez cientos de advertencias a España. La más repetida es la gran dificultad para poder obtener un crédito.
Por eso la petición más directa que hace el FMI a España a través del Informe de supervisión del sistema financiero mundial es que adopte medidas más útiles para estimular el crédito. Las casi 150 páginas de los dos capítulos del informe del FMI dados a conocer este miércoles se leen con facilidad. Y se entienden todavía más fácilmente. Pero conviene leérselas antes de escribir sobre lo que dicen. No pocos de los comentarios de los últimos días sobre el informe preliminar del FMI así como sobre las conclusiones de la visita realizada por los funcionarios del BCE y de la Comisión Europea está claro que han sido escritos sin leerse los mencionados informes y refiriéndose a los cables de las agencias, sin mencionarlos.
Si en el primer párrafo de las recomendaciones dadas a conocer el pasado lunes vinculaba la futura salud de las entidades financieras al nuevo sistema de supervisión que está poniendo en funcionamiento el Banco de España, en el informe de supervisión reclama más medidas útiles para estimular los créditos, que según la institución que dirige Christine Lagarde, está estancado por el exceso de deuda de los bancos, empresas y hogares. Que tanto los bancos como las entidades y las familias están hasta las cejas de endeudamiento lo dice el FMI.
En el capítulo del informe de estabilidad financiera titulado Evaluación de las políticas de reactivación de los mercados de crédito, algo más de una veintena de páginas, propone más medidas útiles para aliviar las rigideces de crédito. Considera que podrían incluir reformas adicionales que aseguren una resolución eficiente y oportuna de la deuda empresarial.
Les propone a los bancos que hagan lo que esté en su mano para financiarse más barato y puedan trabajar en su negocio que es prestar dinero. Y lanza otro mensaje a las autoridades de la Unión Europea para que aligeren la entrada en vigor de la Unión Bancaria Europea. Serviría para reducir los costes de financiación tanto de los bancos como de las empresas.
El informe contradice las declaraciones de la generalidad de los ejecutivos de la banca española cuando justifican la falta de crédito por la escasez de demanda solvente. El FMI entiende que también la oferta de las entidades financieras puede mejorar.
Los expertos del FMI sitúan el momento de inicio de la escasez de crédito solo dos años después de que se iniciara la crisis en agosto del 2007 cuando los bancos de la eurozona se cerraron el grifo del crédito entre ellos. Desde entonces las exigencias de mayor capitalización de las empresas han sido la justificación de la negativa de las entidades a ayudar a la recuperación facilitando sus recursos.
El informe, con todo, valora el enorme esfuerzo que han hecho las entidades financieras para recapitalizarse. También alaba la decisión del gobierno de utilizar el ICO para dar cauce a algunas de las demandas de pequeños empresarios y particulares que han podido atender.
Los papeles del FMI dados a conocer una semana antes de que comience la asamblea conjunta del FMI y del Banco Mundial ponen sobrealerta a las entidades españolas de por donde irían las conclusiones definitivas. Está bien buscar el lado optimista del informe. Pero es una aberración intelectual no leerse el informe completo y dar lecciones sobre lo que dice el FMI.