Selección de prensa internacional

El ambicioso plan de defensa chino

La inesperada amenaza norcoreana de romper todos los acuerdos polí­ticos y militares con Corea del Sur y suspender la cooperación en la lí­nea fronteriza militar del mar del Oeste, ha desplazado inmediatamente todo el foco de atención de la prensa mundial hacia la pení­nsula coreana y, por extensión, a la región Asia-Pací­fico.

Y no sólo or el riesgo potencial de conflicto que más de 60 años después sigue encerrando la división en el paralelo 38 entre las dos Coreas. Su estabilidad (o inestabilidad) tiene un amplio radio de repercusión en la zona potencialmente más sensible del planeta, el Lejano Oriente, donde se encuentran directamente y frente a frente el hegemonismo norteamericano y la principal amenaza a su hegemonía: China. Como bien señala Bzrezinski –ex consejero de seguridad nacional con Carter y asesor de política exterior de Obama– la presencia de las tropas norteamericanas en la península coreana es un elemento vital para mantener la posición de EEUU en Asia. Ese, y no la nuclearización de Corea del Norte, es el verdadero meollo de la correlación de fuerzas en la zona. Acerca de la posición norteamericana en la zona, dice lo siguiente: “La periferia oriental de Eurasia plantea una paradoja. Japón es, evidentemente, una de las principales potencias en los asuntos mundiales, y la alianza EE UU-Japón ha sido definida a menudo —correctamente— como la relación bilateral más importante para los Estados Unidos. En tanto que una de las primerísimas potencias económicas del mundo, Japón posee, sin lugar a dudas, el potencial necesario para ejercer un poder político de primera clase. Sin embargo no lo hace, prefiriendo evitar la tentación de ejercer un dominio regional y actuando, en lugar de ello, bajo la protección estadounidense (…) Corea del Sur es un pivote geopolítico del Lejano Oriente. Sus estrechos vínculos con los Estados Unidos permiten a éstos proteger a Japón y, por lo tanto, impedir que se convierta en una gran potencia militar sin necesidad de una abrumadora presencia estadounidense en el propio Japón. Cualquier cambio significativo en la situación de Corea del Sur, ya sea mediante la unificación y/o mediante un desplazamiento hacia una esfera de influencia china en expansión, alteraría necesariamente de manera crucial el papel de los Estados Unidos en el Lejano Oriente, modificando por lo tanto también el de Japón. Además, el creciente poder económico de Corea del Sur la convierte en un “espacio” más importante por derecho propio, por lo que controlarla es cada vez más vital”. A pesar de la amenaza del régimen norcoreano –que da la impresión de ser más un test para medir a la nueva diplomacia de Obama que otra cosa–, los principales medios coreanos siguen insistiendo en la necesidad de separar los problemas relacionados con la desnuclearización de Corea del Norte de los relativos a la normalización de las relaciones políticas, económicas y comerciales entre las dos Coreas. El Korea Times afirma que la nueva administración norteamericana debe desechar la alternativa Bush de “desnuclearización primero”, como condición sine qua non para avanzar en el resto de temas, como una alternativa condenada al fracaso. Engarzando directamente con esta cuestión traemos hoy a la sección sendos artículos del Japan Times y del Diario del Pueblo sobre la presentación por parte del Ministerio de Defensa chino del Libro Blanco sobre la Defensa de este año. Al margen de las disputas por los campos de gas del Mar de la China Oriental y las islas Sukaku o las discrepancias en cuanto a la valoración real del presupuesto militar chino, el diario japonés valora muy positivamente tanto la voluntad declarada en el Libro Blanco por China de cooperar con el resto de grandes potencias mundial para evitar conflictos generalizados, como la búsqueda de “relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas” adoptada por el gobierno de Hu Jintao. El Diario del Pueblo, por su parte, comenta también elogiosamente el Libro Blanco, señalando cómo muestra la orientación principal de ascenso pacífico de China y “el carácter defensivo de su política de defensa y su principio básico de defender la paz mundial y promover el desarrollo común”. Corea del Sur. The Korea Herald COREA DEL NORTE BLOQUEA LA FRONTERA MARÍTIMA CON COREA DEL SUR Corea del Norte amenazó el viernes con la ruptura de todos los acuerdos políticos y militares con Corea del Sur “de no confrontación política y militar, de reconciliación, de no agresión, cooperación e intercambio en los puntos de la línea fronteriza militar en el Mar del Oeste”, declarando el cierre de la frontera marítima occidental, aumentando drásticamente las tensiones y la posibilidad de otro enfrentamiento naval, de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap. El movimiento ha revivido las tensiones de la Guerra Fría, rompiendo el hito que supuso el acuerdo alcanzado en 1991 por las dos Coreas para impulsar los esfuerzos de reconciliación. Pyongyang acusó duramente al gobierno Lee Myung-bak de la activación de las últimas amenazas. “El grupo de traidores de la Comisión para la reunificación pacífica de Corea, un organismo de manejo de los asuntos entre las dos Coreas, ha reducido todos los acuerdos alcanzados entre el norte y el sur en el pasado a un documento muerto”, dijo en una declaración la estatal Agencia Central de Noticias de Corea del Norte. “En virtud de tal situación es evidente que no hay necesidad de que la República Popular Democrática de Corea a permanecer vinculado a los acuerdos norte-sur”, dijo (…) A principios de enero, el ejército de Corea del Norte advirtió sobre un posible enfrentamiento naval, acusando a Corea del Sur de prepararse para la guerra y diciendo que se han visto obligados a tomar "una postura de confrontación" contra el Sur. THE KOREA HERALD. 29-1-2009 Corea del Sur. The Korea Times LAS OPCIONES DE OBAMA CON COREA DEL NORTE Desde la elección de Barack Obama como presidente electo de EEUU, los observadores debaten con impaciencia lo que la nueva administración puede hacer con Corea del Norte. Obama hereda la inconclusa tarea de la desnuclearización de Corea del Norte durante la peor recesión económica en décadas y en medio de más urgentes temas de política exterior en Afganistán y Oriente Medio –Irak y la reciente renovación de la guerra en Gaza– que dictarán sus prioridades. Y sin embargo, la importancia de llevar a cabo una desnuclearización de la península coreana no ha cambiado, siempre y cuando los Estados Unidos mantengan sus intereses estratégicos de continuar con el mantenimiento de la paz y la estabilidad en Asia y en asegurar que Pyongyang se contiene en la proliferación de armas de destrucción masiva. Muchos analistas conservadores creen –o quieren creer– que la política de Obama será poco diferente a la de George W. Bush en el terreno de su aproximación a Corea del Norte y de continuar con el proceso a seis bandas que la administración Bush ha llevado adelante con notable éxito en los últimos dos años. Por otro lado, muchos pensadores progresistas esperan que Obama incremente las conversaciones directas con los norcoreanos, lo que llevaría a una reunión Obama-Kim Jong-il dentro o fuera del marco a seis bandas para lograr una solución definitiva para el problema crónico de Corea del Norte, por el que Pyongyang desmantele el programa de armas nucleares a cambio de la normalización de los vínculos con la República Democrática. Este grupo cree que Obama, con un incierto éxito rápido en otros frentes diplomáticos, estaría interesado en facilitar la desnuclearización de Corea del Norte, que parece ser más factible. La República Democrática Popular de Corea, a través de su editorial conjunta de Año Nuevo, ha señalado que quiere negociar con la administración Obama más a fondo de lo que lo hizo con la administración Bush. Un tercer punto de vista emergente entre otros muchos observadores es que la cuestión de Corea del Norte se pondrá a la cola de nuevo, dado que Obama se enfrentará con cuestiones de política interior y exterior más apremiantes que demandan su atención. La política de su administración se limitará a la gestión "de la cuestión de Corea del Norte”, aceptando el statu quo, por el que el Norte paraliza su producción nuclear, pero sigue siendo una potencia nuclear (…) Mantener el rumbo con las conversaciones a seis bandas, pero con una negociación más intensa y realista con la República Democrática Popular de Corea. El objetivo debe ser el completo y verificable desarme nuclear del norte. Una solución definitiva no debería aceptar una República Democrática Popular de Corea como una potencia nuclear, limitada o de otra índole. Desechar la política de Bush de “desnuclearización primero”. No va a funcionar. Establecer plazos para poner fin al estado de guerra en Corea y la conclusión de un acuerdo de paz para sustituir al acuerdo de armisticio. Con el tiempo tendrá que estar vinculada a progresos concretos en la negociación, pero un régimen de paz no tiene que esperar hasta después de la desnuclearización (…) Llevar a cabo negociaciones sobre ambas cuestiones –un acuerdo de paz y normalización– paralelamente a las conversaciones nucleares. La normalización debería ser parte de un quid pro quo [algo por algo] definitivo al final del proceso. (…) la designación de Wendy Sherman, ex asistente del presidente Clinton y su coordinadora de la política para Corea del Norte, es un signo alentador de Obama con respecto a la resolución de la cuestión nuclear de Corea del Norte. Sherman le puede decir a la dirección de Corea del Norte que una reunión con el Presidente Obama es posible cuando los Estados Unidos y sus aliados están convencidos de que el Norte verdaderamente tiene la intención de abandonar sus armas nucleares, incluso antes de completar la desnuclearización. Para demostrar sus intenciones, el Norte debe tomar medidas positivas, pero irreversibles. La inicial visita de la embajadora Sherman a Pyongyang, podría ser ampliada por un segundo enfoque. Enviar pesos pesados, como la ex secretaria de Estado Madeline Albright, que se reunió con Kim Jong-il en 2002, Henry Kissinger, Bill Perry y Sam Nunn (…) Persuadir a Pyongyang y Seúl para reanudar el diálogo entre las dos Coreas, que fracasó en Washington durante la administración Kim Young-sam. Es difícil cuando las dos Coreas se encuentran una frente a otra, pero ambas deberían dejar de culpar a los demás y hacer más activos los intentos de restablecer las relaciones. (…) Kim Jong-il debería aprovechar esta oportunidad para mejorar las relaciones con los Estados Unidos y mejorar la seguridad de su país y la economía aunque todavía no ha demostrado un interés genuino en el abandono de las armas nucleares. ¿Cuál será su opción? THE KOREA TIMES. 28-1-2009 Corea del Sur. The Korea Herald DIPLOMACIA INTELIGENTE PARA COREA El futuro de las estancadas conversaciones a seis bandas destinadas a la desnuclearización de Corea del Norte recibió un impulso esta semana con el nuevo Secretario de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, diciendo que era "esencial" para los Estados Unidos proseguir las conversaciones multilaterales. En su primera reunión de prensa desde que asumió el cargo, Clinton dijo que las conversaciones a seis bandas habían sido "útiles no sólo con respecto a Corea del Norte, sino entre las naciones participantes en cuestiones relacionadas con la región”. (…) Parece haber diferencias entre Clinton y el Secretario de Defensa Robert Gates sobre la eficacia de las conversaciones a seis bandas. Sin embargo, dado el énfasis de la administración de Obama en la diplomacia, es probable que los Estados Unidos sigan utilizando las conversaciones a seis bandas como el principal instrumento para la negociación de desarme nuclear de Corea del Norte. El viernes pasado, Corea del Norte, en una reunión a propósito de la visita del jefe del Departamento Internacional del Partido Comunista Chino, Wang Jiarui, Kim Jong-il dijo que Pyongyang está dispuesto a "reforzar la coordinación y la cooperación con China e impulsar el diálogo a seis bandas sin interrupción”. Kim también dijo que Corea del Norte está "dedicada" a una península coreana desnuclearizada y "la esperanza de vivir en paz con todas las demás partes." (…) Con toda probabilidad, la reunión con Wang fue orquestada y diseñada para transmitir un mensaje que Pyongyang está abierto a conversaciones con la nueva administración en Washington. Al mismo tiempo, la reunión sirvió para reforzar la posición de Beijing en el proceso a seis bandas, que está presidido por China (…) Kim dijo que Corea del Norte era "no está dispuesta a ver surgir tensiones en la península." Sin embargo, el ejército de Corea del Norte sólo unos días antes había emitido una declaración marcadamente hostil contra Seúl, amenazando con "una postura de enfrentamiento total" con Corea del Sur. Pyongyang también discrepó con el Presidente Lee Myung-bak a raíz de la elección de un académico conservador, que fue responsable de su política de Corea del Norte, como cabeza del Ministerio de la Unificación. Pyongyang dijo que la administración Lee está impulsando las relaciones entre las dos Coreas "a profundizar más en el abismo de la confrontación y la ruina" por el nombramiento de Hyun-taek como el nuevo ministro de unificación. Kim Jong-il está enviando mensajes a la nueva administración en Washington que desea continuar con el proceso de desarme nuclear. Él dice que Corea del Norte quiere vivir en paz con todas las partes. Para ser tomada en serio su intención de vivir en paz, Corea del Norte debe poner fin a sus declaraciones mordaces contra Seúl. En cuanto a la reanudación de las conversaciones de desnuclearización, sabe exactamente lo que hay que hacer: firmar el protocolo de verificación. THE KOREA HERALD. 29-1-2009 Japón. The Japan Times EL AMBICIOSO PLAN DE DEFENSA CHINO China ha hecho público un libro blanco titulado “La Defensa Nacional de China en 2008”. Por primera vez, China reconoce su política de mejora en la capacidad operativa de su armada en mar abierto, aunque su avance en esta dirección ha sido evidente en los últimos años (…) En respuesta al llamamiento internacional para la transparencia sobre su política militar y su concepto de la seguridad, China publicó su primer libro blanco de defensa en 1998. Desde entonces Beijing ha publicado un Libro Blanco alrededor de cada dos años. Y, en un aparente paso en sus esfuerzos por dar publicidad y transparencia a su política militar, el Ministerio de Defensa chino celebró por primera vez una conferencia de prensa junto a la emisión del Libro Blanco. En un intento de ayudar a aumentar la influencia política de China en el extranjero y hacer que la comunidad internacional tome conciencia de su creciente poder militar, el Libro Blanco afirma que “desde el comienzo del nuevo siglo, la Marina ha estado tratando de mejorar globalmente sus capacidades de manera integrada en torno a las operaciones en el mar, la disuasión y el contraataque estratégico, y el desarrollo de su capacidad para llevar a cabo la cooperación en aguas lejanas y en la lucha contra las amenazas no convencionales a la seguridad”. En términos generales, el Libro Blanco es bastante optimista acerca de las relaciones entre las grandes potencias, citando la interdependencia económica, la interconectividad y la “interactividad” económica provocada por la globalización y la “informatización”. Señala que “los factores propicios para el mantenimiento de la paz que contiene están en aumento, y los intereses comunes de los países en el ámbito de la seguridad han aumentado”. En una notable declaración, dice que la voluntad de las grandes potencias es “mejorar la cooperación y mantener así bajo el riesgo en todo el mundo de guerras de todos contra todos y a gran escala por un período relativamente largo de tiempo”. Es probable que China tenga en mente a los Estados Unidos, con el que comparte una fuerte interdependencia económica. El hecho de que China mantenga la opinión general de no tener un relación antagónica en sus relaciones con las grandes potencias es bienvenido. Si bien caracteriza la situación de seguridad de la región de Asia-Pacífico como “estable en su conjunto”, el Libro Blanco no se olvida de mencionar la presencia de los EEUU en la región. Dice que “los EE.UU. ha aumentado su atención estratégica y la intrusión en la región Asia-Pacífico, consolidando aún más las alianzas militares, ajustando su despliegue militar y el mejoramiento de sus capacidades militares”. En su anterior libro blanco, China expresaba su gran preocupación por los movimientos en Japón tendentes a modificar su Constitución en el punto de la renuncia a la guerra y también hacia un cambio en su interpretación para permitir a Japón ejercer el derecho a la defensa colectiva. El último Libro Blanco, sin embargo, omite claramente las expresiones de preocupación por Japón. Citando las visitas mutuas de buques de guerra chinos y japoneses, se dice que los acuerdos bilaterales defensa de las relaciones han progresado. El cambio en el tono parece reflejar la orientación política del gobierno chino de buscar “relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas” con Japón bajo el liderazgo del Presidente Hu Jintao (…) Si bien el Libro Blanco de China insiste en que la situación de seguridad ha mejorado, afirma que el trabajo de las fuerzas separatistas que buscan la “independencia de Taiwán (…) del Turkestán Oriental (…) y del Tibet” constituyen una amenaza a la “unidad y seguridad China”. Sin embargo, refiriéndose a la elección de Ma Ying-jeou, miembro del Partido Nacionalista, como presidente de Taiwán el año pasado, dice el Libro Blanco que la situación en el Estrecho de Taiwán ha adoptado una “significación positiva”. Para ayudar a disipar el temor de que China es una amenaza militar, el Libro Blanco subraya que “China aplica una política de defensa nacional que es puramente defensiva”. A pesar de esta declaración tranquilizadora, el gasto chino en defensa ha aumentado considerablemente, de alrededor de 16,7 millones de yuanes en 1978 a alrededor de 417,7 millones de yuanes en el ejercicio fiscal de 2008. Existe la opinión de que si la investigación y el desarrollo y otros se incluyeran en el presupuesto, el gasto real de China en defensa es de dos a tres veces la cantidad hecha pública. China afirma en el Libro Blanco que “persistirá en la búsqueda de un nuevo concepto de seguridad basado en la confianza mutua, el beneficio mutuo, la igualdad y la coordinación, y la promoción de la solución de las controversias internacionales en los puntos calientes por medios pacíficos”. Esperamos que las acciones de Pekín coincidan con su palabras. THE JAPAN TIMES. 28-1-2009 China. Diario del Pueblo LA ABIERTA Y CONFIADA DEFENSA DE CHINA El “Libro Blanco de Defensa de China 2008” dado a conocer días atrás presenta total y sistemáticamente los nuevos éxitos, nuevos progresos y nuevas reflexiones de la defensa y modernización del ejército de China (…) (…) la nueva edición del Libro Blanco de Defensa de China expone en términos claros la política nuclear y la misión fundamental de las unidades de proyectiles nucleares de China; subraya la misión fundamental de aplicar decididamente la estrategia nuclear defensiva y de defensa propia y de cumplir estrictamente las órdenes de la Comisión Militar Central para proteger el país de los ataques nucleares exteriores; recalca que las armas nucleares teledirigidas no están dirigidas a ningún otro país en los días ordinarios. Una vez más, se compromete solemnemente a no ser el primero en usar armas nucleares bajo ninguna circunstancia. China llama a “todos los países con armas nucleares” a tomar acciones juntos para disminuir el papel de las armas nucleares en la política de seguridad nacional. China no ha declarado de manera irrealista tomar acciones unilaterales. Para China, que es un miembro relativamente débil del club nuclear mundial, tomar acciones unilaterales sin contar con la respuesta activa de otras potencias nucleares, no tiene significado realista (…) (…) La nueva edición del Libro Blanco de Defensa subraya que China seguirá persistiendo en aplicar la estrategia militar de defensa activa, es decir, el principio de persistir en la defensiva, defensa propia y ganar la iniciativa atacando solamente después que el enemigo haya atacado. En vista de que China avanza cada día más hacia el mundo y que los intereses nacionales de China se extienden cada día más a ultramar, los desafíos y amenazas que enfrentan los intereses nacionales de China en el exterior se vuelven cada día más serios. Estos desafíos y amenazas se manifiestan más en los terrenos no tradicionales de seguridad, lo que necesita la coordinación y cooperación de todos los países. Los esfuerzos que China, como un gran país responsable, han hecho al respecto, ayudan a mantener la paz mundial y son intachables (…) Con respecto a los gastos de defensa de China, objeto de amplia atención del mundo exterior, la nueva edición del Libro Blanco de Defensa da a conocer integralmente los datos sobre los gastos de defensa nacional en los 30 años desde la reforma y apertura de China, y hace un análisis cualitativo y cuantitativo comparativo de las inversiones en la defensa nacional en las tres décadas. El aumento promedio anual en las tres décadas fue de 3,5%, 14,5% y 15,9%, respectivamente (…) La proporción que representan los gastos de defensa de 2007 en los egresos fiscales no alcanza ni siquiera la mitad de la de 1978. Además, la proporción que representan los gastos de defensa de China en el PIB y en los egresos fiscales gubernamentales está por debajo del nivel promedio mundial (…) A través del Libro Blanco de Defensa se puede ver con toda claridad el propósito estratégico de desarrollo pacífico de China, el carácter defensivo de su política de defensa y su principio básico de defender la paz mundial y promover el desarrollo común (…) DIARIO DEL PUEBLO. 24-1-2009

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