ENTREVISTA A: Xose Ramón Cendám (Sindicato Labrego Galego) Galicia: la lucha contra el canon del agua

«El agua no se vende, juntos hacemos mucha más fuerza»

En 2010 el Sindicato Labrego Galego publicó un manifiesto denunciando la privatización del agua y el traslado de las competencias de la gestión de este bien desde los ayuntamientos a una empresa privada, Aguas de Galicia. ¿Por qué?

Normalmente la privatización de los servicios públicos supone estafar, quitarle el dinero a la ciudadanía cobrando mucho más de lo que realmente cuesta el servicio. En Galicia se produce porque en las concesiones la mayoría de las obras son hechas por los propios vecinos; ya sea con pozos, con canalizaciones particulares, etc. Según la normativa de la Xunta, aunque toda la inversión la hagan los vecinos, las empresas privadas pueden cobrarles un “canon”.

La segunda cuestión es que si la Administración hace una obra de inversión o de mejora la hace con los impuestos de los mismos vecinos. Luego los vecinos tienen que pagar a la concesión privada por la gestión. Y ésta a su vez carga parte de los gastos a la propia Administración, de manera que los ciudadanos pagamos varias veces: por el servicio y por las mejoras, que luego en realidad no se hacen… Pagamos por partida doble.

¿Con cuántas organizaciones compartís esta denuncia de la privatización del agua en Galicia? ¿Cómo se est desarrollado esta lucha?

Con todas las organizaciones gallegas que compartimos la denuncia de la privatización del agua, especialmente con las organizaciones gallegas anti-capitalistas que están en contra de que los beneficios se repartan entre unos pocos y las pérdidas sean cosa de todos. Con todas estas organizaciones también compartimos la defensa de unos servicios públicos eficientes, porque si el servicio se hace de manera normal y nadie se lleva «sobres marrones» el servicio público siempre es mucho más eficiente que el privado.

Ya pagamos por esos servicios con nuestros impuestos y nadie tiene que volver a pagar para que se beneficien unos pocos. «“La privatización de los servicios públicos supone estafar, quitarle el dinero a la ciudadanía cobrando mucho más de lo que realmente cuesta el servicio»»

La empresa Aguas de Barcelona (Agbar), que es la propietaria de Aquagest, la concesionaria mayoritaria de Aguas de Galicia, también se ha visto involucrada en la instrucción del caso de corrupción que ha llevado a la destitución de los dos últimos alcaldes de Santiago, el caso “Pokemon” ¿qué opinión os merece este hecho?

Entender la corrupción es sencillo. Si se hiciera una auditoría de todas las concesiones públicas a este tipo de empresas, con luces y taquígrafos para que todos los ciudadanos pudiéramos analizar todos los ingresos y gastos, lo que veríamos es que ellos ganan mucho más de lo que declaran.

Tal y como está la normativa del agua nos cobran por tener una balsa de agua para almacenar el agua de lluvia; nos cobran por un bien de la humanidad que es imprescindible. Podemos pasar sin comer pero no sin beber. Son bienes que deberían estar en «mancomunidad», bajo la gestión colectiva y común de los vecinos.

Yo creo que si quieres tener cien canales de televisión es correcto que pagues por ellos, pero todos los que se aprovechan de estas concesiones tenían que estar penadas y los políticos tenían que estar pagando por estafar la ciudadanía. A nivel mundial este hecho cogió fuerza con el caso de Cochabamba (Bolivia): la gente de las comunidades indígenas no ganaban para pagar el agua. Con la fuerza de los ciudadanos expulsaron a la empresa estadounidense y repartieron el agua entre esas comunidades. Aun después la empresa pretendía cobrar 40.000 millones de dólares por los beneficios que iban a perder en los siguientes 40 años.

¿Qué importancia tiene la campaña que venís desarrollando desde el año 2010?

Los medios de comunicación mayoritarios hacen una labor de desinformación y luego estáis los medios como vosotros y organizaciones como nosotros que intentamos hacer un trabajo de concienciación. Quienes reciben un voto cada cuatro años no tienen derecho a robarnos durante esos cuatro años. Tenemos que crear una correlación de fuerzas para que esta lucha se pueda ganar, plantarnos y decir hasta aquí hemos llegado.

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