Encuestas: rechazo generalizado a la reforma para recortar las pensiones

El 76% rechaza el «pensionazo»

-76% Rechaza el retraso de la jubilación a los 67 años -La clase polí­tica, el tercer gran problema -92,6% mala, muy mala o regular la gestión de ZP -86,2% mala, muy mala o regular la gestión de Rajoy

El gobierno de Zaatero podrá sacar adelante la reforma de las pensiones impuesta desde Washington y Berlín con el apoyo de más del 90% del Parlamento, incluso en medio de una cierta “paz social” tras el Acuerdo Social y Económico (ASE) firmado con UGT y CCOO, pero la inmensa mayoría de la población, tanto de los votantes de izquierda como de la derecha, entre los trabajadores como entre los autónomos y pequeños y medianos empresarios, muestra un rechazo rotundo a la reforma que retrasa la edad de jubilación a los 67 años, que exige haber cotizado 38,5 años para poder jubilarse a los 65 y amplía a 25 años el período para el cálculo de la cuantía de la pensión. Todas las encuestas realizadas inmediatamente después de la firma del ASE y la aprobación por el gobierno de la reforma de las pensiones confirman lo que venían diciendo desde hace muchos meses: el rechazo más absoluto a una reforma impuesta y cuyo objetivo no es otro que un drástico recorte de las pensiones futuras.Según la encuesta de Metroscopia para el diario El País el 76% de los ciudadanos rechaza la ampliación a los 67 años de la edad de jubilación y valora negativamente casi todas las medidas incluidas en la reforma, como la ampliación a 25 años del periodo para calcular la pensión; el 70% rechaza que sea preciso cotizar 38,5 años para poder jubilarse a los 65. Además el 51% considera que la firma del pacto con los sindicatos es “una mala noticia”.Es revelador que la encuesta incida en que el rechazo, tanto de la reforma como del pacto, es mayoritario entre todos los sectores y tendencias políticas, y especialmente entre los votantes socialistas que lo consideran “negativo”.Encuestas de otros medios, como la DYM para ABC, recogen un rechazo aún mayor: el 78,7% no está de acuerdo con el retraso de la edad de jubilación. Según esta encuesta 8 de cada 10 ciudadanos piensa que se podría mantener el actual sistema sin necesidad de ampliar la jubilación a los 67 años.Significativa también es la encuesta de Metroscopia sobre la opinión de los empresarios, entre los que abundan los pequeños y medianos con más de 10 trabajadores, VII Barómetro de Clima Empresarial de la Fundación Ortega-Marañon: el 64% es contrario al aumento de la edad de jubilación, un 61% rechaza el aumento del número de años (38,5) para retirarse a los 65, y el 58% está en contra de la ampliación de 15 a 25 años para calcular la pensión. Incluso entre los empresarios es mayoritario (61%) el número de ellos que considera que el ASE firmado con los sindicatos y el gobierno es “una mala noticia” (el 46%) o “ni buena ni mala” (el 15%), sólo 1 de cada 3 piensa que es buena. La conclusión de las encuestas, como expresión de un determinado clima social, no puede ser más clara: la inmensa mayoría de la población, independientemente que se considere votante de derechas o de izquierdas, y de todos los sectores, trabajadores asalariados, autónomos o pequeños y medianos empresarios, está profundamente en contra de la reforma de las pensiones que nos quieren imponer. Un rechazo que, ni el pacto social firmado por las dos grandes centrales sindicales, ni el apoyo mayoritario en el Congreso a la reforma del gobierno, han podido cambiar. La clase política qué gran problema Las encuestas, incluso las “oficiales” del CIS, también demuestran el divorcio completo entre la clase política gobernante y el conjunto de las clases populares.La más amplia, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de enero concentra lo que reflejan aumentado todas las demás.Según el CIS, los españoles consideramos la situación económica como mala o muy mala (80,6%), también la situación política es mala o muy mala para el 68,3%. Y entre el 69,4% y el 73,1% piensa que seguirán igual de mal dentro de un año.Los problemas principales que más preocupan a los españoles son el paro para el 82,4%; los problemas económicos (53,1%); y la clase política (20,8%).La clase política, los partidos en el gobierno y la oposición, son el tercer gran problema del país. La inmensa mayoría de la población rechaza la gestión del gobierno del PSOE (el 92,6% la considera mala, muy mala o regular) y de la oposición del PP (un 86,2% también la considera mala, muy mala o regular). La desconfianza en ellos es absoluta: el 80,7% tiene poca o ninguna confianza en Zapatero, el 78,8% poca o ninguna en Rajoy.Los líderes políticos suspenden y sacan peor nota que en el barómetro de Octubre pasado: apenas un 3,3 para Zapatero y un 3,2 para Rajoy. Por encima Rosa Díez de UPyD con un 3,75 y Durán i Lleida de CiU con un 4,4.La conclusión de estos datos, reflejada en el clima social del país, no puede ser más elocuente, la clase política no sólo se ha convertido en un gran problema nacional, sino que es el principal obstáculo para una salida a la crisis favorable a los intereses de la inmensa mayoría de la población. En el punto más débil En medio de la desconfianza y el rechazo de la gestión económica del gobierno de Zapatero y de un Rajoy que pudiera sustituirle tras unas próximas elecciones, la reforma de las pensiones, en tanto que afecta al 90% de la población y es rechazada abrumadoramente por la inmensa mayoría de los ciudadanos, se ha convertido en el punto más débil del proyecto de ajuste y recortes draconianos de las grandes potencias, con el apoyo de la clase política, para nuestro país. Es el flanco más débil, donde se concentra mayor rechazo y mayor unidad para hacerles frente.Por eso, la exigencia de un referéndum sobre la reforma de las pensiones es la alternativa de lucha y movilización que puede concentrar toda la fuerza popular en el lugar donde se les puede infligir una derrota, aunque sea parcial, y hacer retroceder sus planes. Un paso decisivo para abrir camino a una salida a la crisis nacional y popular creando riqueza y empleo.

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