«Consciente de la fuerte contestación que están teniendo las figuras sindicales en la opinión pública, el secretario General de UGT, Cándido Méndez recalcó que son las organizaciones sindicales las que convocan la huelga porque así lo exige la Constitución, pero defendió que la protesta es de todos los ciudadanos y no solo de los sindicatos.»
Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez entregaron el aviso formal de huelga en la que exonen las razones que han empujado a tomar esta decisión. Aunque en primer término los sindicatos aducen el contenido de la reforma laboral, que se aprobará definitivamente en el Congreso mañana, también señalan los recortes en inversión pública del plan de ajuste, los cambios en las pensiones y el proyecto de transformación de la negociación colectiva como "objetivos" que persiguen modificar con el paro. Los sindicatos denuncian que la reforma laboral es una imposición de los organismos internacionales y de Bruselas que a la postre sólo ha afectado a España (PÚBLICO) EL PAÍS.- La crisis de la deuda pública no ha dicho aún su última palabra. Los mercados en general y el sector financiero europeo en particular sufrieron ayer un duro golpe por cortesía de The Wall Street Journal y de la patronal bancaria alemana. El diario estadounidense sembró dudas sobre los resultados de las pruebas de resistencia a la banca europea: algunos de las grandes entidades europeas excluyeron de esos exámenes parte de la deuda pública de los países atacados para no verse penalizados. Además, la patronal alemana desveló que sus grandes bancos necesitarán más de 100.000 millones de capital para cumplir con las nuevas regulaciones. Europa, en fin, vuelve a despertar sospechas. 29-S. Público La protesta de la huelga general se pone en marcha E. Carreño / D. Basteiro La quinta huelga general de 24 horas de la democracia (hubo una de media jornada en 1992 y otra pre-constitucional en abril de 1978) echó a andar ayer después de que los secretarios generales de CCOO y UGT presentaran en el Ministerio de Trabajo el registro formal para el paro del 29 de septiembre. La paz social, uno de las virtudes por las que más se reconoce a la joven democracia española, se ha roto muy pocas veces en estos últimos 32 años, pero según los líderes sindicales esta protesta será "una de las más justificadas" de la historia. Ignacio Fernández Toxo, al frente de CCOO, y Cándido Méndez, en representación de UGT, entregaron el aviso formal de huelga en la que exponen las razones que han empujado a tomar esta decisión. Aunque en primer término los sindicatos aducen el contenido de la reforma laboral, que se aprobará definitivamente en el Congreso mañana, también señalan los recortes en inversión pública del plan de ajuste, los cambios en las pensiones y el proyecto de transformación de la negociación colectiva como "objetivos" que persiguen modificar con el paro. Efectos palpables Según Toxo, tanto las medidas que ya se han aprobado como las que verán la luz en las próximas horas son "reversibles" y recordó que todas las huelgas generales en España han tenido consecuencias, lo que en su opinión también sucederá en esta ocasión. El Gobierno, asegura Toxo, ha renunciado con sus políticas económicas "al cambio de modelo económico" que pretendía hacer. Sin embargo, en Bruselas, Elena Salgado defendió que la política económica del Gobierno es "la necesaria para esta situación de crisis". Según Salgado, España no puede frenar el recorte del déficit y está obligada a "impulsar el crecimiento con reformas estructurales" aunque no den resultados "al día siguiente". Esa estrategia dará como fruto un cuarto trimestre con crecimiento positivo que, cree, será el inicio de un período más sostenido de crecimiento. Además de la reforma laboral, eje central de la protesta de los sindicatos, el Pacto de Toledo prepara un cambio de modelo en las pensiones reclamado en varias ocasiones por Bruselas. Al ser preguntada por la marcha de la negociación parlamentaria, la vicepresidenta aseguró que "finales de año es una fecha muy razonable para presentar el proyecto". La resignación europea Precisamente, el acatamiento de las reglas impuestas desde Bruselas, es una de las principales críticas que enarbolan los sindicatos ante la gestión a la salida de la crisis del Gobierno. Toxo recordó que la convocatoria coincide con la jornada de movilización europea del 29 de septiembre porque tiene que ser también "un grito contra la resignación a que sólo pueden aplicarse políticas de ajuste". En este sentido, resaltó el contrasentido que supone que mientras Europa clama por políticas restrictivas, Estados Unidos estén anunciando nuevos paquetes de estímulo para paliar los efectos de la crisis en el empleo. En opinión de Méndez, los "sacrificios injustos" que el Gobierno está imponiendo a la ciudadanía suponen uno de los mayores recortes en "derechos de los trabajadores" de la democracia y apeló a los trabajadores a que no tuvieran miedo a parar el 29 de septiembre. El secretario general de UGT aseguró que son muchos los trabajadores que le han expresado su temor a que con la gravedad de la crisis económica la decisión de ir a la huelga sirviera de excusa para despedir a un trabajador. Méndez recordó que la huelga es un derecho que reconoce la Constitución y que no se debe tener miedo a usarlo. Además, y consciente de la fuerte contestación que están teniendo las figuras sindicales en la opinión pública, Méndez recalcó que son las organizaciones sindicales las que convocan la huelga porque así lo exige la constitución, pero defendió que la protesta es de todos los ciudadanos y no solo de los sindicatos. El próximo paso en el proceso de huelga es el de fijar los servicios mínimos, que compete a cada "autoridad gubernativa" del sector afectado. Los sindicatos han pedido conocer cuanto antes estas cifras para poder impugnarlas con tiempo. ******************************** Economía Una reforma laboral que sólo afecta a España C. B. C. Los sindicatos denuncian que la reforma laboral es una imposición de los organismos internacionales y de Bruselas que a la postre sólo ha afectado a España. Pese a que los ciudadanos europeos comienzan a expresar su malestar en las calles por las consecuencias de los planes de ajuste, prácticamente ninguno de los estados vecinos ha alterado la normativa laboral vigente, como está a punto de hacer el Congreso español mañana. Las reformas de los demás países se han centrado en las pensiones, como en el caso de Francia, o de las inversiones públicas, pero no en una reordenación de las relaciones laborales. Sólo Dinamarca, donde se ha restringido el seguro del desempleo, ha acometido una reforma de cierto calado. Ni siquiera Grecia, un país aquejado de fuertes anacronismos en su sistema económico y financiero, ha tenido que modificar su reglamentación laboral a excepción de la negociación colectiva por no encontrarse dentro del paquete de medidas impuestas por parte del Fondo Monetario Internacional para sanear el país. Sí han tenido que hacer ciertas reformas países de la Europa del Este a los que el FMI ha tenido que rescatar como Bulgaria o Rumanía. La mayor parte de los expertos clamaban por una reforma laboral en España, antes incluso de que estallara la crisis financiera mundial. Los propios sindicatos abogaban por una cierta reordenación del sistema de relaciones laborales pero de forma consensuada, lo que no se pudo lograr al quebrarse el Diálogo Social. En opinión de los líderes sindicales, la reforma resultante está totalmente escorada hacia el lado de la patronal que, en opinión de Ignacio Fernández Toxo, "jamás había soñado, ni aspiraba tener", una reforma que le diera tanto "poder coercitivo" como la que finalmente verá la luz mañana en el Congreso de los Diputados. Los líderes sindicales descartan que la reforma sirva para crear empleo, y que tenderá a precarizarlo. Así, Méndez cree que la reforma será un instrumento que puede producir una "gigantesca" operación de sustitución de trabajadores en edad madura con garantías, por otros con contratos en precario. Previsiblemente, en la votación de mañana en el Congreso el PSOE intentará luchar por eliminar algunas enmiendas introducidas por grupos conservadores por el Senado que endurecían aún más la propuesta. PÚBLICO. 8-9-2010 Economía. El País Castigo a la banca europea por las dudas sobre las pruebas de esfuerzo C. Pérez La crisis de la deuda pública no ha dicho aún su última palabra. Los mercados en general y el sector financiero europeo en particular sufrieron ayer un duro golpe por cortesía de The Wall Street Journal y de la patronal bancaria alemana. El diario estadounidense sembró dudas sobre los resultados de las pruebas de resistencia a la banca europea, esenciales hace un par de meses para calmar los graves problemas que afectaban al sector: algunos de las grandes entidades europeas -como Barclays o Crédit Agricole- excluyeron de esos exámenes parte de la deuda pública de los países atacados para no verse penalizados, según el diario de referencia de Wall Street. Además, la patronal alemana desveló que sus grandes bancos (muy expuestos también a la deuda soberana) necesitarán más de 100.000 millones de capital para cumplir con las nuevas regulaciones. Europa, en fin, vuelve a despertar sospechas. Esas dos mechas prendieron en los mercados. Las Bolsas europeas bajaron por el fuerte castigo a los bancos, con caídas en torno al 2% en los principales valores del sector financiero, que vive algo parecido a una depresión: el crédito está seco, el mercado interbancario apenas arranca y las entidades solo sobreviven por las inyecciones de liquidez de los bancos centrales. Los balances de la banca europea, además, están llenos de minas. En España y Reino Unido están contaminados por la burbuja inmobiliaria; en Alemania o Francia acumulan grandes cantidades de deuda pública de los países con problemas. Ante esas renovadas dudas, la prima de riesgo de los países periféricos sufrió un calentón considerable. España lo notó menos, pero el riesgo que los mercados asocian a los bonos griegos, portugueses y sobre todo irlandeses se tradujo en fuertes subidas de los intereses que pagan esos países. El miedo provocó el ya tradicional vuelo hacia la seguridad de los inversores: al primer asomo de incertidumbre, el dinero huye a toda velocidad hacia los activos más sólidos. El dólar, el franco suizo y hasta el yen subieron ayer con fuerza. La rentabilidad de la deuda estadounidense y de la alemana, consideradas las más seguras, volvió a retroceder y sigue rompiendo mínimos históricos. El euro sufrió con tanto trasiego y llegó a caer por debajo de los 1,27 dólares por unidad: cuando la inquietud vuelve hacia Europa, la moneda única se resiente. El problema más grave es la potencial falta de credibilidad de las autoridades europeas si se confirma que las pruebas de esfuerzo sobre la banca no son del todo fiables. EE UU publicó sus exámenes en 2009 y eso ayudó a acabar con los episodios de pánico en Wall Street. Europa hizo lo mismo el pasado 23 de julio: publicó las pruebas de esfuerzo y logró suavizar las incertidumbres que afectaban a la banca. Y sin embargo, pese a que en algunos casos las pruebas eran más duras que en el caso de EE UU, las acusaciones de The Wall Street Journal vuelven a cuestionar los resultados. Preguntado al respecto, un portavoz de la Comisión Europea aseguró ayer a este diario que Bruselas "ha solicitado ya al Comité de Supervisores de Banca Europea [la entidad encargada de supervisar las pruebas a la banca] que analice la situación". "En todo caso, no se puede poner en duda la totalidad del ejercicio de estrés", explicó la misma fuente. Pero el desasosiego está ahí. "La crisis de la deuda pública da un penúltimo coletazo, y aún puede haber alguno más", explicó Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters. "Los bancos manejan grandes riesgos en la deuda de las economías periféricas y eso apenas había aparecido hasta ahora. Puede haber algún problema de transparencia, y puede haber entidades que necesitan más capital, por ejemplo en Alemania. Pero una cosa es esa falta de transparencia y otra acusar a las autoridades europeas de hacer mal las pruebas sobre la base de lo que por ahora son especulaciones", dijo Santiago Carbó, consultor de la Reserva Federal estadounidense. El principal gestor de deuda del mundo, Pimco, avisaba ayer de que Grecia tiene aún un riesgo "sustancial" de suspensión de pagos. "Los bancos todavía tienen problemas de capitalización", reconocía a Bloomberg Michael Koehler, jefe de estrategia del Landesbank Baden-Württemberg. Los inversores tradujeron todo eso en caídas bursátiles y en sacudidas en los mercados de divisas y de deuda pública. Siempre hay alguien interesado en cebar la bomba del pesimismo: el problema es cuando hay buenos argumentos para sembrar incertidumbre. "En los próximos días se verá si hay buenas razones para temer algo peor o si esto es únicamente la tradicional serpiente de verano", apostilló Crespo. EL PAÍS. 8-9-2010