El 20-N ya ha empezado

Hace sólo unas horas, el Wall Street Journal ha afirmado que «España ya no es dueña de su destino económico», amenazando con que «cuando los votantes acudan a las urnas el 20 de noviembre, el destino de España puede haber sido decidido en otros lugares». El más reputado portavoz de la gran burguesí­a norteamericana exige a Rajoy que se comprometa ya públicamente a «una agenda de reformas audaces y mucho más duras» y «una promesa de ponerlas en práctica rápidamente», a hacer una «reforma laboral mucho más dura» y recortes en sanidad, educación…

Es decir, o se comromete a aplicar sin rechistar la nueva y brutal vuelta de tuerca en las rebajas de rentas y salarios y los recortes sociales exigidos por Washington, o antes de que pueda siquiera llegar al gobierno, Washington se encargará de ejecutarlas directamente a través de un plan de rescate similar a los ya aplicados sobre Grecia Irlanda y Portugal.No están siquiera dispuestos a esperar al 20-N. Pretenden poner en marcha ya los primeros pasos para la intervención de España, o intensificar salvajemente desde ya mismo el saqueo que vienen aplicándonos desde hace 16 meses.El acuerdo sobre el techo de la deuda en EEUU se ha revelado como lo que es en realidad, la expresión de la firme voluntad de la burguesía norteamericana por hacer pagar la factura de su hegemonía al resto del mundo, llevando la extorsión a límites inasumibles. La firma del acuerdo en Washington ha desatado una nueva oleada de ataques sobre Europa –donde ahora Italia y España aparecemos directamente como los siguientes eslabones débiles de la cadena de saqueos e intervenciones–, y sobre el conjunto del mundo.Hace sólo dos semanas que advertimos cómo la convocatoria de elecciones anticipadas respondía a la necesidad de un gobierno fuerte para aplicar la nueva vuelta de tuerca que exige Washington, y en el que participan y se benefician Berlín, París y la oligarquía española. Pero Wall Street no quiere esperar hasta noviembre. Y el BCE, es decir Alemania, aprieta más las tuercas para salvar a sus bancos, llevando al resto de países de la zona euro a límites asfixiantes.Y mientras tanto, el conjunto de la clase política y los grandes medios practican una sumisión indignante, al tiempo que la oligarquía española sólo está preocupada de cómo cargar el peso de la factura que exige Washington sobre el 90% de la población para que no afecte a sus beneficios.El carácter decisivo que, en estas condiciones, está adquiriendo la batalla del 20-N, se revela en que la carrera por establecer la correlación de fuerzas ha comenzado ya, cuatro meses antes de que se produzcan.Washington ha sido el primero en hablar. Y su mensaje es diáfano: no admite otra cosa que una intensificación de los tributos que hemos de pagarle. En caso contrario, el destino de España puede estar ya decidido por otros antes de que los españoles acudamos a votar el 20-N ¿Cómo que nuestros votos no valen nada y “el destino de España” se decide en “otros lugares”? ¿Qué se han creído esta gente?Nuestra respuesta debe ser empezar también ya la batalla del 20-N. Necesitamos un amplio frente de unidad que exprese políticamente la oposición del 90% de la población a su proyecto de recortes y rebaja salarial. Un frente amplio con otra alternativa, con un programa y una política de redistribución de la riqueza para crear empleo y acabar con el paro, elevando el nivel de vida de la población. El programa y la alternativa que representan las candidaturas UCE-De Verdad contra la crisis.

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