Biden: “nos aseguraremos de que [Israel] tiene todo lo necesario

EEUU respalda plenamente el genocidio de Israel contra Gaza

La superpotencia norteamericana y su presidente Joe Biden dan carta blanca a Israel para seguir perpetrando su "solución final" sobre Gaza, una operación militar contra dos millones de civiles -un millón de ellos niños- que en los tres primeros días ya ha cometido cientos de crímenes de guerra ante los ojos del mundo

En las primeras horas del estallido de la nueva guerra de Israel sobre Gaza, algunos analisis especularon sobre la posibilidad de que una Casa Blanca que intenta centrar su política exterior en la contención de China, en la que incluso suenan voces de «enfriar» el apoyo militar a Ucrania, y que ha prestado menos atención a Oriente Medio desautorizara o al menos tratara de frenar a un gobierno Netanyahu -muy estrechamente ligado, en el pasado y en el presente, a la línea Trump- que está lanzándose a un baño de fuego y sangre en la Franja de Gaza, un conflicto que puede detonar todo el barril de dinamita con Oriente Próximo.

Estos cálculos, al menos en lo inmediato, estaban errados. El presidente norteamericano ha dado -de manera explícita- carta blanca a Israel para seguir perpetrando una carnicería contra una franja de tierra densamente poblada, donde viven más de dos millones de personas, un millón de los cuales son niños.

La superpotencia ha dado el plácet a su histórico y principal gendarme en Oriente Medio, el Estado de Israel, para que prosiga con bombardeos sobre edificios de viviendas, zonas residenciales, campos de refugiados, mercados, refugios civiles, escuelas y hospitales, todos ellos blancos de los proyectiles israelitas solo en los primeros tres días de asedio.

En una solemne declaración, el presidente de EEUU, Joe Biden, acompañado por su vicepresidenta, Kamala Harris, y por su secretario de Estado, Antony Blinken, ha mostrado su apoyo cerrado y sin matices a Israel. “Nos aseguraremos de que Israel tenga todo lo que necesita para proteger a sus ciudadanos y defenderse, para responder a este ataque», ha dicho, anunciando que la Casa Blanca presentará en el Capitolio un proyecto de ley para proporcionar a Israel 2.000 millones de dólares en ayuda militar.

Según informan varios medios occidentales, Israel está usando fósforo blanco para bombardear Gaza, algo que constituye -como tantas otras cosas perpetradas por Tel Aviv- un flagrante crímen de guerra

EEUU ha avalado los crímenes de guerra que Tel Aviv está cometiendo en Gaza con la acostumbrada impunidad, ante los ojos del mundo entero. El Tsahal incluso ha bombardeado el paso fronterizo de la Franja con Egipto -en único cruce terrestre que pueden usar los gazatíes-, así como el puerto de Gaza, cortando el paso a miles de personas que trataban de escapar de la masacre. Y llegan imágenes de utilización israelí de proyectiles de fósforo blanco, un material extremadamente inflamable y prohibido por la legislación internacional.

Con datos del 10 de octubre, el balance de muertos por los bombardeos aéreos de Israel sobre Gaza ha subido a 900 -entre ellos más de 140 niños- con más de 4.250 heridos

El apoyo cerrado de Biden a Israel ocurre un día después de las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que anunció un “asedio total” de la Franja. «No habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible en Gaza». Esta es una declaración expresa de la voluntad del gobierno israelí de cometer crímenes de guerra. «Netanyahu y alguno de sus ministros, que han hablado de cortar el agua, la luz, los alimentos, de 2 millones de habitantes. Si van a seguir con eso el nombre es claro: genocidio», denunciaba en la Ser Haizam Amirah investigador principal de Mediterráneo y Mundo Árabe en el Real Instituto Elcano.

Algunos ultraderechistas de Israel, como la diputada Talli Gotliv, han exhortado a Netanyahu a que Israel haga valer su condición de potencia atómica (no reconicida), pidiendo que el ataque sobre Gaza escale a un plano nuclear para hacer desaparecer a la población. «¡Este país tiene su dignidad, su fuerza y su seguridad! Es hora de besar el fin del mundo», tuiteaba esta ultra.

Viñeta de Awagada Artigala (Sri Lanka)

Más allá de especulaciones, lo cierto es que concentrando más de 300.000 efectivos militares en torno a la Franja, todo parece indicar que esta vez Israel no se va a limitar a un criminal bombardeo de saturación, destruyendo masivamente los edificios y masacrando a la población civil gazatí. Todo parece estar dispuesto para una masiva incursión por tierra, borrando a Gaza del mapa y «cambiando Oriente Próximo», en palabras de Netanyahu. «Los actuales bombardeos son solo el principio de un proceso mucho más largo», ha asegurado el primer ministro israelí.

Es la «solución final» del gobierno más ultraderechista y fanáticamente sionista de la historia de Israel. Es a este gobierno al que Biden ha dado patente de corso.

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¿Qué decía el «emperador benevolente» sobre el Estado de Israel?

Biden: «Si Israel no existiera, EEUU debería inventarlo para proteger sus intereses en la región»

Demasiado a menudo nos han pintado (interesadamente) a un Joe Biden como un presidente de EEUU sensato, progresista y moderado, especialmente si lo contrastamos con su predecesor en el cargo, un Donald Trump alineado con los sectores más reaccionarios y agresivos del republicanismo y de la alt-right norteamericana.

Muchos creyeron que frente a un trumpismo que exhibía sus más que cercanas relaciones con los sectores más sanguinarios y cercanos del sionismo israelí -recordemos que la administración Trump fue la impulsora de los Acuerdos Abraham de varios países árabes (Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Marruecos…) con Israel, que dinamitó el acuerdo nuclear con Irán y espoleó a Tel Aviv contra Teherán, y de un «acuerdo de paz» con los palestinos que consistía en arrebatarles la mitad de la Cisjordania que aún controlan- Biden pondría algunos límites a un Netanyahu con el que nunca ha tenido demasiada sintonía, y que frenaría su hostilidad contra Irán en aras de reeditar el acuerdo nuclear con Teherán.

Sin embargo, basta con repasar la hemeroteca para descubir a un joven Joe Biden en los años 90 -entonces senador por Delaware y presidente del comité de relaciones exteriores del Senado- defendiendo con vehemencia la «relación carnal» entre el hegemonismo norteamericano y el Estado de Israel, su principal perro guardián en Oriente Medio.

Con energía, con el ceño fruncido, Joe Biden decía entonces: «Es hora de que los que apoyamos a Israel, como muchos hacemos, dejemos de pedir perdón por hacerlo, dejemos de pedir perdón por respaldar a Israel. ¡No hay nada por lo que pedir perdón! ¡Nada! Son los mejores 3.000 millones de dólares mejor invertidos!».

Joe Biden acababa afirmando: «Si Israel no existiera, EEUU debería inventarlo para proteger sus intereses en la región»

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