EEUU reitera su autoridad en Asia-Pací­fico

En los últimos años, EEUU ha observado con ansiedad cómo crecen el poderí­o económico y la influencia de los principales paí­ses de Asia y el Pací­fico, incluyendo a China y la India, que hoy están menos distantes de EEUU en términos de influencia en la arena internacional. Antes de que el actual presidente estadounidense, Barack Obama, asumiera el mando, ciertos cí­rculos del paí­s norteamericano daban rienda suelta a sus preocupaciones por la eventual pérdida de influencia de su paí­s en la región de Asia y el Pací­fico, considerando que, de seguir así­ las cosas, perderí­an su «posición dominante» ante el empuje de otros paí­ses, y que incluso serí­an expulsados de Asia, como resultado de no prestar suficiente atención a la zona, de practicar el unilateralismo y por la falta de instituciones multilaterales en la región. En ese sentido, sugirieron que EEUU revirtiera la tendencia lo antes posible. Estas son las razones detrás de la reiterada importancia que la administración de Obama está otorgando a la palabra «autoridad» en la región de Asia y el Pací­fico.

La intención de los Estados Unidos de "asumir un apel de liderazgo" en Asia y el Pacífico no hará más que complicar la situación de la región. Por un lado, como país más poderoso, EEUU podría mostrar una actitud positiva, promoviendo la cooperación regional. Por otra parte, sin embargo, sus declaraciones de alto perfil sobre su "retorno" a la región, permiten entrever un impulso a sus propios intereses, los cuales terceros países podrían aprovechar para hacer avanzar sus causas, generando nuevos problemas a la región. LA JORNADA.- En la desregulada globalización financierista de corte monetarista centralbanquista, engendro monstruoso del agónico orden mundial unipolar, no cuenta para nada la clase política. El mejor ejemplo lo propinó Ben Shalom Bernanke quien, un día después de la debacle muy cantada de Obama en las elecciones intermedias, imprimió masivamente billetes verdes inservibles por 600 mil millones de dólares, en la segunda fase de estímulo estéril a la banca insolvente de EEUU –que no a los ciudadanos–, con el fin de que los bancos de Wall Street mejoren sus balances contables por la vía de las alzas especulativas tanto de las bolsas como de las materias primas mediante sus apuestas lúdicas con derivados financieros. China. Diario del Pueblo ¿Por qué EEUU reitera su autoridad en Asia-Pacífico? Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos, pronunció en fecha reciente en Hawai un discurso sobre política exterior aplicada a la región de Asia y el Pacífico. En su alocución, la funcionaria mencionó más de 10 veces el vocablo "autoridad", papel que EEUU está supuestamente llamado a desempeñar en esa zona geográfica. Por tradición, EEUU se ha considerado líder del mundo, sin tomar en cuenta en absoluto a Asia y el Pacífico, así que ¿por qué se toma ahora la molestia de reiterarlo? Algunos hablan ya del "retorno" de EEUU a la región. Si tomamos en cuenta que EEUU nunca ha estado fuera de la región, no hay mucho sentido en mencionar la palabra "retorno". Esta situación merece un análisis en dos sentidos. Por un lado está el poderío de EEUU y la forma en que el país lo despliega mediante la fuerza, como extensión de sus políticas. En términos de poderío, no cabe discutir la pujanza de superpotencia que EEUU ha ejercido desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y que antes y después de la misma nunca ha dejado de interferir en los asuntos de Asia y el Pacífico. En cuanto al uso de la fuerza, EEUU lo ha ejercido por momentos en la región Asia y el Pacífico, aunque en ocasiones se ha mostrado indiferente a lo que acontece en ella. Ahora, el supuesto “retorno” estadounidense a la zona, no es más que otra variación de su enfoque pendular, derivada de sus periódicos cambios de políticas. En los últimos años, EEUU ha observado con ansiedad cómo crecen el poderío económico y la influencia de los principales países de Asia y el Pacífico, incluyendo a China y la India, que hoy están menos distantes de EEUU en términos de influencia en la arena internacional. Antes de que el actual presidente estadounidense, Barack Obama, asumiera el mando, ciertos círculos del país norteamericano daban rienda suelta a sus preocupaciones por la eventual pérdida de influencia de su país en la región de Asia y el Pacífico, considerando que, de seguir así las cosas, perderían su "posición dominante" ante el empuje de otros países, y que incluso serían expulsados de Asia, como resultado de no prestar suficiente atención a la zona, de practicar el unilateralismo y por la falta de instituciones multilaterales en la región. En ese sentido, sugirieron que EEUU revirtiera la tendencia lo antes posible. Estas son las razones detrás de la reiterada importancia que la administración de Obama está otorgando a la palabra "autoridad" en la región de Asia y el Pacífico. Desde su elección, Obama se ha concentrado con éxito en Asia y el Pacífico, mediante una serie de reformas y tomando numerosas medidas para revitalizar la influencia del país en la región. Estas medidas incluyen la frecuente emisión de declaraciones, la mejora de los intercambios de alto nivel con países de Asia y el Pacífico, aplicando el enfoque de las “Tres D”, o lo que es lo mismo, diplomacia, desarrollo y defensa, y sumando el concurso de las organizaciones no gubernamentales, para que las mismas compartan con el Estado la responsabilidad de impulsar la cooperación internacional. Cabe admitir que la política exterior de Washington en la región de Asia Pacífico se ha anotado cierto nivel de éxitos iniciales en menos de dos años. Clinton destacó en su discurso que el compromiso estratégico de EEUU en Asia se basa principalmente en sus alianzas tradicionales, las nuevas alianzas y la cooperación con las instituciones regionales, y las bases para la participación siguen siendo sus vínculos con sus aliados tradicionales, a saber, Japón, Corea del Sur, Australia, Tailandia y Filipinas. Cabe señalar que EEUU ha cambiado, como demuestra su activa participación en las instituciones multilaterales de la región, donde ha puesto en marcha algunas iniciativas de cooperación regional. Otrora excluido de la Cumbre de Asia Oriental, EEUU planea ahora hacer su debut en ese foro, convirtiéndolo en un influyente punto de confluencia regional donde desplegar sus prioridades políticas y estratégicas. En cuanto a la cooperación económica regional, se ha sumado a la iniciativa del bajo Mekong, a la vez que acelera las negociaciones para lograr un acuerdo que dé paso a la Asociación Trans-Pacífica. La intención de los Estados Unidos de "asumir un papel de liderazgo" en Asia y el Pacífico no hará más que complicar la situación de la región. Por un lado, como país más poderoso, EEUU podría mostrar una actitud positiva, promoviendo la cooperación regional. Por otra parte, sin embargo, sus declaraciones de alto perfil sobre su "retorno" a la región, permiten entrever un impulso a sus propios intereses, los cuales terceros países podrían aprovechar para hacer avanzar sus causas, generando nuevos problemas a la región. Así las cosas, se impone la interrogante de hasta qué punto será viable una convivencia normal futura entre EEUU y las naciones de Asia y el Pacífico. DIARIO DEL PUEBLO. 5-11-2010 México. La Jornada Bernanke liquida las finanzas Alfred Jalife-Rahme En la desregulada globalización financierista de corte monetarista centralbanquista, engendro monstruoso del agónico orden mundial unipolar, no cuenta para nada la clase política. El mejor ejemplo lo propinó Ben Shalom Bernanke quien, un día después de la debacle muy cantada de Obama en las elecciones intermedias, imprimió masivamente billetes verdes inservibles por 600 mil millones de dólares, en la segunda fase de estímulo estéril a la banca insolvente de EEUU –que no a los ciudadanos–, con el fin de que los bancos de Wall Street mejoren sus balances contables por la vía de las alzas especulativas tanto de las bolsas como de las materias primas mediante sus apuestas lúdicas con derivados financieros. Los recién impresos billetes verdes se agregan a los desperdiciados 1.7 millones de millones (trillones, en anglosajón) de dólares previos de la primera fase de la crisis global. Desde Alan Greenspan, otro miembro prominente del sionismo financiero global, el mundo vive desde hace 24 años la dictadura invisible ya muy vista del monetarismo centralbanquista friedmanita (con su caricatura itamita en México) que aplica teológicamente la Reserva Federal, y que si antes controlaba las finanzas mundiales, ahora –a consecuencia del derrumbe militar de EU en Eurasia durante la primera década del siglo XXI– demuele sin piedad las finanzas ajenas al propiciar una hiperinflación global de pronóstico reservado con el fin de disminuir brutalmente, entre otros azares, el impagable adeudo de EU por la vía de la dilución monetaria. La tarea nihilista del israelí-estadunidense Bernanke, anterior acólito de rabinos en su adolescencia (habla perfecto hebreo), estaba escrita en el muro desde su llegada al pináculo del templo teológico monetarista de la Reserva Federal, lo cual le valió el mote de helicóptero: dispuesto a lanzar desde los cielos los dólares necesarios para salvar a la economía de EU de la ruta trágica de los hombres perversos (filósofo galo René Girard dixit) que había emprendido previamente Japón (lo cual fue motivo de una publicación académica suya). A propósito, su asesor de tesis fue Stanley Fischer, hoy gobernador del banco central de Israel, para cumplir con la legendaria bidireccionalidad del sionismo financiero global. Después de haber sido vicepresidente del Banco Mundial y vicedirector tanto del FMI como de Citigroup, Fischer llenó el asiento ocupado por Jacob Aharon Frenkel de 1991 a 2000. Frenkel, uno de los supremos iconos del sionismo financiero global, fue director de investigaciones del FMI antes de ser ungido gobernador del Banco Central de Israel, para luego bidireccionarse como mandamás de Merrill Lynch International y luego como jerarca simultáneo de JP Morgan Chase International y del fantasmagórico Grupo de los Treinta, además de vicepresidente de la fraudulenta aseguradora AIG. Bernanke aduce delirante cuan hilarantemente en The Washington Post (4/11/10) que la medida está destinada a reducir el desempleo que coloca en un benigno 10 por ciento –que en realidad se encuentra en 22 por ciento, según Robert Reich, ex secretario del Trabajo de Clinton)–, y se complace del alza de las bolsas y de la baja de las tasas de interés (no dice nada sobre la devaluación del dólar). Completamente sitiado admite que la Reserva Federal no puede resolver todos los problemas de la economía por sí sola (¡super-sic!). Tomará tiempo (¡super-sic!) y los esfuerzos combinados de varias partes. Ni más ni menos que el Götterdämmerung, El crepúsculo de los dioses monetaristas centralbanquistas. Hechos: La impresión masiva de dólares inservibles que ha acentuado la guerra de las divisas –a lo que se adelantó Bajo la Lupa dos meses antes–, amén de haber acelerado su devaluación y el alza concomitante del euro, las divisas del BRIC y de Asia –que pone en aprietos la enésima cumbre disfuncional del G-20 en Seúl–, ha provocado la sanguinaria crítica de los afectados, en particular Alemania, Brasil y, más que nadie, China. Der Spiegel (5/11/10) señala que Alemania fustiga a Bernanke y que los resultados de la Fed pueden ser horribles. Cita al ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble, quien arremetió contra la inyección masiva de 600 mil millones de dólares para los próximos ocho meses (lo cual resguarda bombeos ulteriores) que puede crear problemas a la economía global. Schäuble considera que la medida no resolverá sus problemas en esa forma y recuerda que la Fed vuelve a repetir la misma receta que ya fracasó en forma horrible. Mas que nada Bernanke creará problemas adicionales al mundo cuando EU viola su promesa, durante la cumbre del G-20 en Toronto, de una acción coordinada del G-7. Lo cierto es que la eurozona ha implementado una política drástica de austeridad que confinó a Europa, desde Grecia hasta Francia, al borde de la insurrección ciudadana, mientras EU adopta antagónica y plácidamente medidas unilaterales de estímulo despilfarrador que afectan al planeta entero, que ahora se encuentra en la segunda fase del tsunami financiero global creado por los banqueros de Wall Street. El rotativo financiero alemán Handelsblatt (5/11/10) increpa a EU, que en lugar de enfrentar finalmente su excesiva deuda, aceptando las verdades incómodas e introduciendo reformas dolorosas, los programas de estímulo de deuda financiada siguen siendo la única estrategia de Bernanke y Co (sic). ¿Por qué no se atreve a citar Handelsblatt a la compañía archiconocida de Bernanke? La agencia china Xinhua (6/11/10) cita profusamente que la nueva política de la Fed dañará a Brasil; según el gobernador del banco central carioca Henrique Meirelles, generará distorsiones en el mercado global y obstaculizará los esfuerzos de Brasil por doblegar el incremento del real (su divisa). Los chinos han sido más severos, aunque han empezado a diluir la concentración de su vino retórico antes de la trascendental reunión de los presidentes Obama y Hu Jintao al margen de la cumbre del G-20 (Reuters, 6/11/10). Zhou Xiaochuan, mandamás del banco central chino, amonestó correctamente las medidas unilaterales de la Fed, susceptibles de perjudicar al resto del mundo, que provocarán un desparramamiento generalizado (The Daily Star; 6/11/10), si no una inundación que ha puesto a China contra la pared (Lia Jia; People’s Daily, 5/11/10) y la obliga a blindarse con un muro de fuego(China Daily; 5/11/10). La crítica es ferozmente generalizada y hasta el polémico especulador Jim Rogers embistió contra Bernanke, quien desafortunadamente no entiende de economía ni de divisas ni de finanzas. Toda su carrera intelectual se basó en el estudio de imprimir dinero (The Huffington Post; 5/11/10). Conclusión: Ben Shalom Bernanke y Co han instrumentado un diluvio global de dólares-chatarra, la mayor calamidad a inicios del siglo XXI, como desesperada medida paliativa para salvar a la banca de Wall Street de su ineluctable insolvencia. La suprema crueldad del Götterdämmerung global de los teólogos del monetarismo centralbanquista neoliberal, ultraconcentrado en el sionismo financiero mundial, radica en desear arrastrar a los demás en su naufragio. LA JORNADA. 7-11-2010

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