Economí­a norteamericana: debilidad renovada

«Incluso si los reveses temporales son los culpables, la incapacidad de la economí­a para encajar golpes sin retroceder es un signo de la fragilidad subyacente. Así­ que la pregunta importante no es en qué medida los problemas temporales están actuando, sino si la economí­a va a mejorar de forma constante a medida que los problemas se resuelven por sí­ mismos.»

Por desgracia, arece más probable que se estanque. El crecimiento del empleo en el sector privado, tal como está, será socavado por los continuos despidos en masa de los empleados públicos. Las ejecuciones hipotecarias, impulsadas por el desempleo y la caída de precios de la vivienda, se espera que depriman aún más los valores de la propiedad. Estos factores –junto con un mercado bursátil tambaleante– limitarán el gasto del consumidor. Por lo tanto, es una locura creer que la economía está lista para valerse por sí misma, sino más bien para sufrir reveses. Y sin embargo, ese es el punto de vista de Washington. (THE NEW YORK TIMES) DIARIO DEL PUEBLO.- Las economías emergentes de Asia han ayudado a superar la crisis financiera global, y convirtieron la región en motor de la economía mundial, cambiando su papel en la arena internacional. En consecuencia, el papel que EEUU jugará en los asuntos asiáticos estará determinado por la realidad cambiante en la región, más que por la estrategia global de Washington. EEUU tiene que aprender a tratar con China, si quiere que su posición en Asia sea estable y sana. Como importante potencia que lidera el desarrollo económico de Asia, China ha creado oportunidades de beneficio compartido para todos los países de la región. EEUU debe respetar los intereses básicos de China y manejarlos con discreción. EEUU. The New York Times La economía y Washington: debilidad renovada El diluvio reciente de débiles datos económicos ha dado lugar a un juego de adivinanzas entre los analistas. ¿Es una debilidad temporal? ¿O hay más malas noticias por venir? Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, lo sopesaba la semana pasada diciendo que el crecimiento se recuperará a finales de año cuando los precios del petróleo caigan y se desvanezcan los efectos del tsunami japonés. Esa es una respuesta demasiado fácil. Los precios del petróleo son una lotería y el impacto de otros reveses es probablemente exagerado. Si las interrupciones de la cadena de suministros japoneses hubieran tenido una gran importancia en los poco numerosos empleos creados en mayo, por ejemplo, las horas de trabajo probablemente se habrían reducido. Pero las horas se mantuvieron estables, mientras que el crecimiento del empleo se desaceleró en términos generales. Eso indica debilidad general. Incluso si los reveses temporales son los culpables, la incapacidad de la economía para encajar golpes sin retroceder es un signo de la fragilidad subyacente. Así que la pregunta importante no es en qué medida los problemas temporales están actuando, sino si la economía va a mejorar de forma constante a medida que los problemas se resuelven por sí mismos. Por desgracia, parece más probable que se estanque. El crecimiento del empleo en el sector privado, tal como está, será socavado por los continuos despidos en masa de los empleados públicos. Las ejecuciones hipotecarias, impulsadas por el desempleo y la caída de precios de la vivienda, se espera que depriman aún más los valores de la propiedad. Estos factores –junto con un mercado bursátil tambaleante– limitarán el gasto del consumidor. Por lo tanto, es una locura creer que la economía está lista para valerse por sí misma, sino más bien para sufrir reveses. Y sin embargo, ese es el punto de vista de Washington. El apoyo federal para la economía está acabando. El estímulo lanzado en 2009 está casi agotado, mientras que el recorte de impuestos de nóminas y la extensión de los beneficios federales por el desempleo implantados en 2010 están a punto de expirar al final del año. Las ayudas para los embargos hipotecarios son insignificantes. El programa de compras de bonos de la Reserva Federal, que ha impulsado el mercado de valores, está previsto que finalice este mes. Además, los legisladores republicanos están exigiendo recortes inmediatos del gasto como condición para elevar el límite de la deuda, y la Casa Blanca es probable que acceda a ello. Grandes reducciones harán aún más daño a la economía. Bernanke advirtió sobre el peligro de agudos recortes presupuestarios a corto plazo y propuso una alternativa saludable: evitar grandes recortes ahora a cambio promulgar un plan creíble de reducción del déficit que se desarrolle gradualmente. Por supuesto, no hacer daño no será suficiente. La economía necesita ayudas, como la creación directa de empleos federales y opciones para los propietarios de viviendas para reducir el principal de los préstamos con problemas. THE NEW YORK TIMES. 11-6-2011 China. Diario del Pueblo EEUU debe cambiar de estrategia en Asia En su discurso en el Diálogo Shangri-La en Singapur, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, dijo que su país no reduciría sus compromisos de seguridad con sus aliados asiáticos, aunque haya tenido que recortar gastos militares, debido a la carga que representan las guerras de Afganistán e Irak. El comentario de Gates ha generado dudas sobre las intenciones de EEUU en Asia. EEUU ha sido la más pujante fuerza militar en la región de Asia y el Pacífico desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque ahora está experimentando dificultades económicas, nadie duda de que su presencia militar seguirá predominando en la región. Pero el modo en que Washington utilizará sus poderes coercitivo y de atracción tras volver a Asia, dependerá en gran parte de si la potencia es capaz o no de cambiar su viejo patrón estratégico. Las economías emergentes de Asia han ayudado a superar la crisis financiera global, y convirtieron la región en motor de la economía mundial, cambiando su papel en la arena internacional. En consecuencia, el papel que EEUU jugará en los asuntos asiáticos estará determinado por la realidad cambiante en la región, más que por la estrategia global de Washington. EEUU tiene que aprender a tratar con China, si quiere que su posición en Asia sea estable y sana. Como importante potencia que lidera el desarrollo económico de Asia, China ha creado oportunidades de beneficio compartido para todos los países de la región. EEUU debe respetar los intereses básicos de China y manejarlos con discreción. Cualquier acción estadounidense que vaya en detrimento de los intereses básicos de China no sólo dañaría la estabilidad regional, sino que socavaría asimismo el desarrollo conjunto tan duramente logrado. El mayor desafío que EEUU encara en Asia es cómo participar de mejor manera en la cooperación y desarrollo de la región. EEUU debe crear más oportunidades para el desarrollo de Asia y nuevos mecanismos de seguridad, porque no haría más que perder su influencia de posguerra en Asia y el Pacífico si sólo se empeña en depender de su poderío militar. DIARIO DEL PUEBLO. 9-6-2011

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