Editorial

Dos realidades y el 28 de mayo

El 28M, una parte del electorado progresista y de izquierdas se desmovilizó al haber visto defraudadas sus expectativas en estos últimos cuatro años. Porque si por un lado está la ‘España oficial’ publicitada por el gobierno, la del "vamos bien", por otra parte está la ‘España real’, la de la desigualdad, la “del día a día”, la de “los salarios reales” que se come la inflación o la de las familias que han visto cómo se duplicaba la cuota de sus hipotecas…

Los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo han estado determinados por la desmovilización de una parte del electorado de izquierdas que en 2019 hizo posible el “gobierno de coalición de izquierdas”. Y que no han votado este 28M, imponiendo un fuerte retroceso de la izquierda en gobiernos autonómicos y municipales.

¿Por qué la izquierda perdió las elecciones? ¿Cuál es la razón política de su fracaso electoral?

No es verdad que el fracaso sea el precio pagado por el rechazo a leyes y medidas radicales, como han querido hacer ver desde los medios de la derecha, ni que haya triunfado la orientación impulsada por los sectores más reaccionarios.

Al contrario, lo que ha sucedido es que una parte del electorado progresista y de izquierdas ha visto defraudadas sus expectativas. Cómo bajo el gobierno de coalición se multiplicaban los beneficios de bancos y monopolios mientras la mayoría veíamos recortado nuestro nivel de vida, sin que se tomaran medidas capaces de evitarlo.

En el choque entre las dos realidades está la principal causa política del fracaso electoral de la izquierda.

Por un lado, la ‘España oficial’ publicitada por el gobierno. La España de los datos macroeconómicos, la del “vamos bien” porque está bajando la inflación y “vamos mejor” en comparación con los grandes países de la UE, como Alemania que ha entrado en recesión.

Y es cierto que los datos de esa “realidad oficial” están ahí. El 2022, el año de la guerra, de la crisis energética y la inflación, acabó con la economía creciendo un 5,5%, por encima de la media europea; sin problemas para recibir 37.000 millones de los fondos europeos; con un mercado laboral resistente y con una bajada de la inflación hasta al 3,2% en mayo de este año.

Por otro, la ‘España real’. La “España de la desigualdad”, la “del día a día”, la de “los salarios reales” que se come la inflación o la de las familias que han visto cómo se duplicaba la cuota de sus hipotecas…

El periodista Javier Ruiz exponía en televisión algunos ejemplos de por qué las medidas sociales y económicas del gobierno no convencen a los votantes: “El ingreso mínimo vital. Se anunció un millón de cobertura en el primer año. Dos años después, estamos al 50%. De las ayudas a hostelería y comercio, el 70% ha quedado desierto. Se anuncia un millón de coberturas para hipotecas, pero el año pasado, con los mismos criterios, solo se acogieron 7.800”.

El 28M esta “España real” se sintió defraudada por los gobiernos de coalición de la izquierda

Es la de los “trabajadores pobres”, más personas que nunca trabajando -20,8 millones- pero más pobres. La inflación recortó el poder adquisitivo de los salarios un 5,3%, 1.523 euros el año pasado. Mientras, bancos y monopolios siguen declarando récord de beneficios y reparten 26.000 millones, casi un 30% más de dividendos, entre sus accionistas.

El 28M esta ‘España real’ se sintió defraudada por los gobiernos de coalición de la izquierda. Y esta es la principal causa política de por qué la izquierda perdió las elecciones.

Hay otras causas que también han contribuido al desencanto de una parte de la izquierda.

El alineamiento con EEUU del gobierno encabezado por Sánchez: su viaje a la Casa Blanca tres semanas antes del 28M, la ampliación militar yanqui en la base de Rota, su alineamiento con las tesis norteamericanas respecto al Sáhara y Marruecos…

Sin olvidar cómo se han tratado las contradicciones en el gobierno de coalición…

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