Encara su recta final la segunda vuelta de una campaña electoral decisiva para Ecuador, en el que dos alternativas de país se baten el cobre. La que representa la Revolución Ciudanana de Luisa González, que aspira a reeditar las políticas redistributivas de la riqueza y de defensa de la soberanía de los gobiernos de Rafael Correa, y la que representa Daniel Noboa, hijo del propietario del mayor grupo monopolista del país y miembro de una oligarquía financiera y terrateniente con conexión directa con los centros de poder de EEUU.
El 15 de octubre es la segunda vuelta entre Luisa González, que quedó primera en la primera vuelta con más de 33% de los votos, y Daniel Noboa, quien quedó en el segundo lugar con el 24%de los apoyos. Las mayoría de las últimas encuestas que han visto la luz -después del 5 de octubre los sondeos demoscópicos no se pueden hacer públicos- dan un resultado incierto. Arrojan cierta ventaja al candidato derechista, pero indican la tendencia a la baja de Noboa y el alza -lento pero apreciable- de la intención de voto de Luisa González. Todo ello con más de un 20% de indecisos.
En una segunda vuelta planteada como un plebiscito a favor o en contra del correísmo y de Rafael Correa -sobre el que pesa una condena por corrupción que huele a «lawfare» y contra el que los medios de comunicación, todos ellos en manos de la olígarquía, llevan más de una década lanzando toda una artillería de climas de opinión contrarios- el reto de Luisa González está en ampliar su base de apoyo lo suficiente como para construir una mayoría. La Revolución Ciudadana ya ha demostrado que tiene un sólido suelo electoral de entre 33 y el 40% de los votos, pero necesitan romper ese límite para retornar al Palacio de Carondelet.
A ese esfuerzo se ha entregado la candidata de la Revolución Ciudadana, comprometiendo el apoyo de algunos gremios profesionales como los transportistas o los pequeños comerciantes, así como algunos sindicatos. Sin embargo, la central sindical más grande, el Frente Unitario de Trabajadores anunció no apoyará a ningún candidato en la segunda vuelta. Lo mismo ocurre con otra gran fuerza social en Ecuador, la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Su líder, Leonidas Iza, ha manifestado que el movimiento indígena no apoyará a ninguno de los candidatos, pero que al mismo tiempo «en los días inmediatos a los comicios, después de escuchar a los presidenciables, la Confederación tomará una postura».
Y ahí puede haber una oportunidad para la Revolución Ciudadana, que sí busca activamente el acercamiento a la Conaie, frente al marcado desdén y altivez con que los ha tratado Noboa. “La Conaie puede decidir lo que quiera, yo tengo un plan de trabajo, si es que les gusta, con mucho gusto”, dijo el candidato oligárquico en una entrevista.