Del caso Urdangarí­n a la corrupción en Valencia o Cataluña

¿Dónde están los auténticos ladrones?

No hay semana que no se destapen nuevos casos de corrupción. Estos dí­as estamos viendo cómo desfilan por los juzgados nuevos casos de corrupción. Hemos visto declarar durante 22 horas a Urdangarí­n. Se ha destapado un nuevo caso en Valencia, que implica al portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Rafael Blasco, por una supuesta trama corrupta para desviar los fondos destinados al Tercer Mundo, unos 9 millones de euros, durante su etapa como conseller de Solidaridad y Ciudadaní­a. Y en Cataluña salta el caso del vicepresidente de la Diputación acusado de adjudicar fraudulentamente contratos a su empresa. Nadie duda que sobre todos ellos deba recaer todo el peso de la justicia. Pero ¿es este el gran problema de la corrupción? ¿Donde están los miles de millones de los dineros públicos dilapidados y la gigantesca deuda amasada por las Comunidades autónomas?

Los Correa, Bigotes, Matas o Urdangarín, que se han embolsado unos cuantos millones, son sólo los “pequeños ladrones”´, los “conseguidotes”, los intermediarios de los grandes contratos que han saqueado los recursos públicos y que han dejado en la bancarrota a las comunidades endeudadas en miles de millones y a las cajas de ahorro quebradas. «Un informe asegura que la corrupción en España nos cuesta 12.000 millones de euros anuales, tanto como los recortes que ahora se le exigen a las autonomías»Un informe asegura que la corrupción en España nos cuesta 12.000 millones de euros anuales, tanto como los recortes que ahora se le exigen a las autonomías. ¿Por qué no se investiga qué grandes bancos, constructoras o grandes empresas de servicios han participado en el saqueo a gran escala de los recursos públicos? ¿A las que se han llevado contratos fraudulentos millonarios de los megaproyectos de los gobiernos autonómicos? En los aeropuertos sin aviones ni pasajeros, en los parques ruinosos como Terra Mítica, en obras faraónicas que duplican o triplican sus presupuestos, como los 1.000 millones de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, en las aseguradoras y bancos que negociaron las primas de los ERE de Andalucía y se llevaron 800 millones de los “fondos de reptiles”… están enterrados esos 12.000 millones de euros anuales que ahora nos quieren sacar euro a euro a los ciudadanos recortando la sanidad, la educación o la atención de nuestros mayores.

¿Quién se ha quedado esos miles de millones? ¿Urdangarín? ¿El Bigotes? Seamos serios. Todavía estamos esperando que se encause por el caso Gürtel a monopolios como FCC las Koplowitz, que eran los beneficiarios de los contratos de servicios públicos fraudulentos que negociaban como intermediarios los Correa de turno. ¿Cómo se adjudicaron los contratos a FCC y Entrecanales, los grandes beneficiados por las obras de la Ciudad de las Artes y las Ciencias; y a Ferrovial y Cyes los que hicieron las obras del puerto de la Copa América? O que se nos aclaren las deudas de cientos de millones con el Deutsche Bank, el BNP Paribas o los españoles Santander, BBVA…Acabar con la corrupción no es meter en la cárcel a los “intermediarios” –que por supuesto-, mientras se indulta a los banqueros –como hizo ZP con el consejero delegado del Santander, Sáenz- sino sacar a la luz y llevar ante los tribunales a los auténticos ladrones, a los grandes grupos monopolistas y banqueros que han participado y participan en el saqueo a gran escala de los recursos públicos, con adjudicaciones fraudulentas e irregulares de contratos millonarios. Y a la clase política que se los adjudica.

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