La muerte de Kim Jong-il y el futuro de Corea del Norte

Donde confluyen todos los caminos de Asia

Todas las miradas de Asia se dirigen hacia Corea del Norte. Tras la inesperada muerte de Kim Jong-il, todas las cancillerí­as mundiales intentan influir en el rumbo de un régimen norcoreano tan hermético como imprevisible. ¿Pero por qué un pequeño paí­s empobrecido y marginal concentra tanta preocupación?

La sucesión en Corea del Norte ha desatado todas las alarmas. El país va a estar dirigido por un inexperto Kim Jog-un, apoyado en una dirección colegiada. Pero el carácter hermético del régimen lo hace imprevisible. Y la presencia en Corea del Sur de un gobierno conservador especialmente agresivo con sus vecinos mantiene encendida la mecha de un conflicto de consecuencias imprevisibles.Porque Corea del Norte es uno de los países más pobres del mundo. Pero, sin embargo, su colocación estratégica lo convierten en uno de los puntos más conflictivos del planeta.Es uno de los pivotes estratégicos por los que pasa el dominio de Asia y el Pacífico. Especialmente para EEUU. En Corea del Sur, Washington acumula casi 30.000 soldados y, junto a las bases en Japón, constituye uno de los ejes irrenunciables de su presencia militar en la zona.Corea del Norte es además un aliado de China, y su estabilidad constituye una de las principales preocupaciones de seguridad nacional para Pekín. La caída del régimen norcoreano podría conducir a una inquietante presencia de las tropas norteamericanas en las mismas fronteras chinas.La región de Asia-Pacífico emerge además como la zona dotada de mayor dinamismo económico y con un crecimiento mayor, más estable y sostenible de todo el planeta. Por eso EEUU está incrementando su presencia militar en la zona, como uno de los ejes estratégicos para garantizar su dominio mundial.«Washington no puede permitir que una reunificación de las dos Coreas incremente la influencia china y cuestione su presencia militar» en la península.Por eso los acontecimientos en Corea del Norte son seguidos con tanto interés. No es por un improbable peligro de conflicto nuclear. Sino porque allí confluyen de forma especial el dominio norteamericano y el ascenso de la influencia china.

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