Mariano Barbacid vetado por el Ministerio

«Doctor Honoris Causa a pulso»

Es la primera vez que el Ministerio de Ciencia ataca públicamente a una de las figuras cientí­ficas más relevantes de su paí­s. La ministra Garmendia ha vetado la investigación de Barbacid y expulsado del CNIO por las intenciones de este de producir un fármaco contra el cáncer de pulmón ¿Por qué impide la ministra Garmendia que se produzcan fármacos en el CNIO?

Mariano Barbacid es el más reconocido de los investigadores oncológicos. Referente dentro y fuera del aís en la investigación contra el cáncer desde que en los años 80 descubrió el primer oncogén humano. Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) hasta hoy. La ministra Garmendia ha vetado a Barbacid y expulsado del CNIO por las intenciones de este de producir un fármaco contra el cáncer de pulmón. Una de las cuestiones que más ha llamado la atención en la prensa internacional ha sido la dureza con la que le han tratado desde el ministerio. Desde varios medios se le acusó injustamente de prácticas ilegales, de falta de ética científica y de exagerar la importancia de sus investigaciones jugando con el dolor de los enfermos. El patronato de la fundación esta deliberando ahora mismo quién será su sustituto después de que la anterior comisión haya dimitido.Prácticamente la totalidad de los fármacos aprobados en las últimas dos décadas han sido descubiertos y desarrollados por la industria farmacéutica. Barbacid ha defendido por el contrario que el CNIO tuviera un programa de descubrimiento de fármacos en beneficio de la salud de todos. Y esta apuesta le ha costado la cabeza. ¿Por qué impide la ministra Garmendia que se produzcan fármacos en el CNIO? El ministerio ha removido Roma con Santiago para evitar que el proyecto saliese adelante. “Descubrir fármacos, una práctica arriesgada” así se refería Barbacid en el diario el País al pulso con la ministra. Después de recortarle el presupuesto del CNIO el ministerio ha puesto todas las trabas administrativas y contradictorios argumentos legales para que no desarrolle un tratamiento contra el cáncer con financiación privada. ¿A quién beneficia que no se investigue para intentar generar nuevos y mejores fármacos?Es la primera vez que un Ministerio de Ciencia ataca públicamente a una de las figuras científicas más relevantes de su país. Su trayectoria es incuestionable. Nació en la Calle Don Quijote, hijo de zapatero, estudiante prodigio. Le hubiera gustado, si se le hubieran dado bien las matemáticas ser astrofísico. Sus estudios se orientaron, sin embargo, hacia la biología. Pionero de la oncología molecular en nuestro país.Primero se interesó por la biología y después por el cáncer. Pero en España nadie trabajaba entonces en ese campo así que eligió trabajar en un laboratorio en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas que trabajaba con antibióticos, enfrente del edificio del NODO, donde, gracias a su tutor, David Vázquez, aprendió el método científico, algo básico en su carrera. Sobre todo porque sus estudios se centran en la etapa temprana del cáncer. La mayoría de los casos de cáncer que conocemos mejor, tardan 30 años en ocurrir. Si aparece a los 70, significa que la mutación ocurrió a los 40. En sus experimentos Barbacid intenta ver esos primeros instantes, el principio, el “big bang”. Así, en los años 80 descubrió el primer oncogén humano. El descubrimiento de los oncogenes -genes susceptibles de transformar células normales en cancerosas- ha supuesto un gran paso en la lucha contra el cáncer. Precisamente el CNIO ha desarrollado el primer "Oncochip" creado en España, con una tecnología puntera para la investigación de los mecanismos moleculares del cáncer. El objetivo del "oncochip" es contribuir a desvelar todas las alteraciones moleculares que convierten una célula sana en tumoral, mediante el análisis del los cambios que se observan en la expresión de miles de genes.Barbacid se muestra preocupado por la gestión del futuro director del CNIO, institución que él ha convertido en poco más de diez años en la sexta del mundo por publicaciones del más alto nivel y una producción científica al nivel de las grandes referencias mundiales en la materia gracias a la gestión de Barbacid. “Las tres claves de nuestro éxito son: no somos funcionarios, nos autogestionamos y tenemos unos niveles de financiación aceptables. Y siempre da más satisfacción haberlo empezado tú que integrarte en otro lugar” dice Barbacid.Barbacid vivió más de 24 años en EE.UU. Investigó en el prestigioso National Cancer Institute (NCI). Cuando viajo a EE.UU., no sabía nada de cáncer. Fichado por la multinacional farmacéutica Bristol-Myers Squibb, la mayor farmacéutica en este campo, como vicepresidente de investigación, realizó una aportación fundamental en neurobiología a principios de los años 90 al descubrir un grupo de proteínas llamadas Trk que son clave en el crecimiento y la supervivencia de las neuronas mientras trabajaba en el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. En 1998, sin embargo, regresó a España para asumir un gran reto: levantar y dirigir el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).Dar en la dianaUna diana molecular es una molécula localizada en una célula que puede reconocer la presencia de un fármaco e interactuar con él. Su investigación apunta a una diana importante contra la que dirigir fármacos para frenar los tumores de pulmón. Identificando una diana molecular terapéutica y actuando sobre ella, los científicos buscan estrategias para inhibir algunas funciones de las células cancerosas. C-Raf es una diana molecular. Sin ella, el tumor no crecería tan rápidamente como lo hace. Si se pudiera bloquear el C-Raf, estaríamos a las puertas de una terapia efectiva para tratar el cáncer de pulmón. Y se puede, al menos en laboratorio. El CNIO no solo dispone de un equipo de 50 químicos especializados en ello, sino también de dos inversores privados dispuestos a financiarlo con 50 millones de euros en cinco años. El equipo de investigación del Grupo de Oncología Experimental dirigido por Mariano Barbacid en el CNIO publicó a principios de mayo los resultados de unas investigaciones con ratones genéticamente modificados para bloquear la acción de esa quinasa clave. Los animales no desarrollaron tumores a pesar de que fueron inducidos a ello. El trabajo demostraba que es posible inhibir esta sustancia para detener el desarrollo de un cáncer sin producir toxicidad secundaria en los animales.El ministerio ha decidido no dotar de recursos a Barbacid para seguir adelante con la fase farmacológica. El siguiente paso debe ser la síntesis de moléculas que tengan un efecto inhibidor en C-Raf. Es decir, encontrar fármacos que puedan aplicarse primero en animales y luego en humanos para producir el efecto terapéutico esperado. Pero las investigaciones han sido vetadas por el ministerio.

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