Dimite el ministro de Defensa de Portugal

La dimisión de José Azeredo Lopes, titular de Defensa en Portugal, llega tras un año de investigaciones. La trama del robo de material bélico ha forzado su renuncia. El Ministerio Público sigue investigando el encubrimiento del robo por valor de 34.000 euros. Están implicados agentes de la Policía Militar Judicial y la Guardia Nacional. Azeredo Lopes integraba el Gobierno socialista desde 2015.

Del centro militar de Tancos desaparecieron material explosivo y munición este verano. Granadas de mano y de gas lacrimógeno, munición del calibre 9 milímetros y explosivos. Hasta 34.000 euros en material. El Estado Mayor portugués reconoció que los autores del robo poseían información interna: “conocimiento del contenido de los depósitos”. El Ejército comunicó que la vigilancia por cámaras del arsenal robado estaba inoperativa. Gran parte de las armas aparecieron a los cuatro meses, a 20 kilómetros del centro militar. El hallazgo investigado por la Fiscalía desembocó en nueve detenciones. La detención de personal militar agravó el caso junto al destape de nuevas irregularidades.

Los detenidos son 8 militares y un civil. Presuntos responsables de hacer reaparecer las armas para proteger al responsable del robo. El ya ex-ministro de Defensa aseguró desconocer el plan para encubrir la recuperación de las armas. Una trama a la que se suma otra desaparición de material militar: una caja de 1.000 municiones caída del furgón militar en un traslado. La puntilla para el ministro ha sido la noticia del uso fraudulento de viviendas del Estado para personal militar: varios militares las alquilaban a turistas. La creciente polémica ha llevado a Azeredo Lopes a renunciar. Debe responder de todas sus responsabilidades, si las tuviese, también ante la Justicia.

Dimisiones a ambas orillas del Duero

Portugal fue el primer país europeo en salir de la vigilancia de los planes de rescate de la Troika. El electorado portugués, contra las medidas de austeridad, puso al Partido Socialista Portugués en condiciones de formar un gobierno de progreso. Con apoyo del Bloco de Esquerda y el Partido Comunista. Una política de unidad para revertir el saqueo. Y con éxito: crecimiento anual del 3% bajando el paro a menos del 10% por primera vez en una década. El camino de formar un frente amplio contra los recortes ha dado lugar a gobiernos progresistas en Grecia, Portugal y España. Sus frutos: medidas económicas distributivas mejorando las condiciones de vida del conjunto de la sociedad.

Al otro lado del Duero, en España, las sucesivas dimisiones en el gobierno de Pedro Sánchez han dejado hueco por fin para una subida histórica del salario mínimo a 900 euros. Un frenético ritmo informativo, a golpe de escándalo ministerial casi por semana que ha zarandeado al ejecutivo del PSOE. Poniéndole límites o al borde del anticipo electoral. Independientemente del color político, los cargos públicos deben responder de sus actos política y legalmente sin excepciones. En política no existen casualidades. Y tampoco creemos en conspiraciones. No tenemos la información. Pero sí sabemos que la “lluvia de dossieres” y su oportuno goteo no caen del cielo. Detrás de las exclusivas ciertas informaciones, perjudiciales al más alto nivel gubernamental, solo pueden estar quienes tienen capacidad y medios de llegar hasta ahí. Debemos preguntarnos a quién interesa golpear a los gobiernos que están deshaciendo el saqueo y las imposiciones del FMI y Bruselas.

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