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Diario de fin de año

Sigo en deuda con el Teatro. Ha dado sentido a mi vida. Pago como puedo. Una clase. Un libro. Un ensayo. Este diario. El señor Equis permanecerá sentado en su escritorio mirando su ordenador y tomando decisiones. Qué mensaje se instala en su mente para conseguir que eso dé sentido a su vida. ¿Kafka?

En clase. Cada vez su comprensión me exige más. La Metafísica es la técnica. Heidegger es hoy. La hermenéutica es. Cada uno en su burbuja. Lo dice Carmen. Puede ser. Pero todos en la de todos. Es inevitable.

No releo mi propia obra. Por eso insisto sobre lo mismo. Todo cabalga entre lo metafísico y lo técnico. Aunque antes no lo sabía. Este diario es una breve historia. Impulso elocuente pero inacabado. Una fanfarronada de un idiota. ¿Macbeth?

Silencio. Y libros. Algo de escritura. Recordaré este día de clase virtual. Es el molde para días futuros. La vacuna contra la gripe. Planta 2. Sala 24. Número de orden 20. ¿Por qué escribo esto?

Mi pasión por el olvido. Veo la acumulación de libros leídos y no dejo de asombrarme por lo mucho y bien que los olvido. La pandemia. Todo se disuelve y reaparece en la memoria. Fede tan lejano también. La incertidumbre.

Mirar el presente de cada ensayo. Desarmados para recibir el cuerpo que regresa. Ahora sí. Kafka. Toda obra literaria es una lucha contra la muerte. Heidegger. Algo voy pescando tras mucho insistir. Pertenecer al mundo como totalidad. Entro por ahí.

Estoy en mi cama mirando los libros o estoy en los libros mirando la cama. María Díaz. Quizás podamos decir algo juntos. Posesiones materiales. Casi un castigo. Epicúreos. Estoicos. Cínicos. Todos de acuerdo. ¿Raro no?

Esta casa solo es mi casa porque es la tuya. Blanche Dubois. Siempre confío en la amabilidad de los desconocidos. La mente me permitió entender el cuerpo. Ahora el cuerpo me ayuda a entender la mente. Lo intento.

Ana del Val y José Camacho. La cena. Una palabra para recordar el invento. Sigue siendo algo para vivir no para comer. Aunque a veces sirve. Ese día en 1960 murió mi papa. Yo era un niño.

La quinta estación. Pascal Quignard. Ese algo que regresa todos los años. Tiene frutos. Tiene luz. Duele. Se puede compartir la técnica. El inconsciente es de cada uno.

La televisión da consejos. Son el coro de la Tragedia Griega. Hemos emprendido el sendero correcto. Destrucción y caos. No debe hacer negociación con los saberes convencionales. Hay que entrar por otro lado. No hay opción.

Los ojos no ven demasiado si el cuerpo no mira. Entrevista. Actor sin técnica. Vegetación espontánea en el medio urbano. Debo escapar a la demencia. ¿O no?

Hablo del Trinche en la Universidad a Distancia. Nadie escucha. José Ramón Fernández sí. Me quedo sin ilusión una mañana más. Ni libro ni mate abrochándome al deseo. Soy un algoritmo. Un puro presente pelotudo.

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