SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Desastres y también alternativas

EL CASTIGO a los dos grandes ha sido monumental y es imposible disimularlo, por más que el hecho de que hayan perdido votos por igual, nada menos que cinco millones entre los dos, los una en la desdicha y les incline a apuntalarse uno a otro para continuar dando tumbos en el camino político español hasta las próximas elecciones generales. Aunque siguen siendo los dos principales partidos en la lista que quedó fijada ayer, los electores les han dado rotundamente la espalda. Y por eso ambas formaciones tiene que dar respuesta inmediata a unos votantes que han expresado con claridad su rechazo a un modo de hacer política que ya se ha demostrado agotado.

Y eso es así porque precisamente la campaña de populares y socialistas se ha enfangado en las cuestiones domésticas, algunas de muy corto vuelo, y ha eludido prácticamente el debate europeo que hubiera sido exigible. De modo que es obligado hacer una interpretación nacional de sus magros resultados. Los dos grandes partidos tradicionales, los únicos que están en condiciones de gobernar España, han llegado a su límite en las condiciones con las que han podido sobrevivir hasta ahora. No es aceptable que, sumados los porcentajes obtenidos por ellos dos sumados, no alcancen el 50% de los votos. Eso reclama a voces medidas de calado en el seno del PP y del PSOE. Desde luego, la situación de Rubalcaba queda extraordinariamente debilitada. A partir de ahora tendrá que estar a lo que diga Susana Díaz, porque Andalucía le ha proporcionado al PSOE el poco aliento que le queda, un aliento que en Cataluña se ha convertido en un estertor agónico.

El Partido Popular, por su parte, no podrá evitar reconocer el batacazo, aunque estar en el Gobierno le proporcione una cierta garantía de estabilidad. Pero no podrá de ninguna manera pasar por alto lo sucedido y actuar como si nada hubiera pasado. Ha pasado, y mucho. Por lo demás, la subida de Izquierda Unida, muy meritoria, que le quita al PSOE los tres escaños de más que ha logrado, queda empalidecida por la irrupción de Podemos, un partido totalmente dependiente de su líder que se ha hecho un nombre a base de participar en los debates y las tertulias de las cadenas de televisión. Ahí tenemos la prueba de cómo la televisión puede crear un personaje en un abrir y cerrar de ojos, y llevarlo muy lejos. Cinco escaños es un resultado espectacular para una formación de recientísima creación, que ha sido también refugio de los votantes huidos del PSOE y opción para los votantes de izquierda que ya están hartos de todo. Veremos cuál es su andadura porque se estrena hoy literalmente, nada menos que en el Parlamento europeo. UPyD tiene extraordinario mérito porque a este partido sí se le conocen obra y hechos y sube de un escaño a cuatro. Ha sido, junto con Ciudadanos, la alternativa para los votantes de centro también hartos del PP y, lo mismo que la formación de Albert Rivera, es la esperanza para renovar la vida política española desde esa posición. Por lo que se refiere a Cataluña, Mas podrá intentar ocultar con consideraciones generales los datos, pero lo que quedó ayer en evidencia es que ERC le ha sobrepasado en votos y que esto no es más que el anuncio de lo que le puede suceder en el futuro a la coalición antiguamente nacionalista. En definitiva, unos resultados muy esclarecedores sobre el estado de ánimo de los electores españoles. El panorama nacional tiene que verse afectado por ellos. Es necesario.

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