Zapatero ya ha presentado su propuesta reforma laboral en la que demuestra, como dice en la entrevista del Financial Times, que está dispuesto a reducir el déficit, o dicho de otra manera a cumplir con lo que le exige un puñado de banqueros nacionales y extranjeros, «al coste que sea». Porque, como decíamos en el De Verdad anterior, la reforma laboral es uno más de los mecanismos del plan de ajuste duro dictados por la oligarquía financiera y puestos en marcha por el gobierno para conseguir su objetivo central: la reducción de un 25% de los salarios y las rentas de los trabajadores. Este, la rebaja de los salarios y despidos más baratos, es el auténtico objetivo de la reforma laboral de Zapatero; y no, como pretenden que creamos, acabar con el paro.
Zaatero y sus ministros dan un paso más para descubrir sus auténticas cartas y ya reconocen la necesidad de “abaratar los costes del despido”; aunque intenten confundir a todo el mundo y atraer a los sindicatos con la cantinela de que se hará “sin restar derechos a los trabajadores”.La propuesta presentada por el gobierno a los sindicatos para la mesa del diálogo social con la patronal mantiene lo que ya venían proponiendo: la extensión del contrato de fomento del empleo con despido más barato (33 días frente a los 45 actuales) y la aplicación del modelo alemán de reducción de jornada para reducir los salarios. Pero se presenta con un nuevo invento, el modelo austriaco para abaratar aún más el coste del despido. Otro conejo de la chistera La reforma de Zapatero pretende adaptar a España el modelo austriaco de despido. Según este modelo las empresas crearían un fondo de indemnización para caso de despido por cada trabajador. Pero bajo la falacia de “proteger los derechos de los trabajadores por despido” lo que se oculta es un paso más en la reducción del salario y las indemnizaciones por despido.Los estudios sobre la reforma austriaca de 2003 han demostrado que, si bien aumenta el número de trabajadores con derecho a indemnización, lo fundamental es que disminuye la cuantía media por despido que cobran los trabajadores.Pero hay algo más. El fondo se forma porque el empresario ingresa un 1,5% del salario de cada trabajador en el fondo. ¿Quién paga entonces el despido? ¿Los mismos trabajadores cuando sean despedidos, a costa del 1,5% de su propio salario? Nada de cómo pretenden hacerlo se dice en la propuesta del gobierno, pero lo que está en marcha suena a sablazo a los bolsillos de los trabajadores.En el fondo el modelo austriaco no es más que un nuevo ejemplo de la adaptación a las provincias del imperio del auténtico modelo alemán que se aplica en la metrópolis. Pero lo que allí puede estar bien engrasado –subvencionado- con la riqueza importada de los países dependientes, en las “colonias” dependientes como España se convierte en un auténtico atraco a la población trabajadora.Cómo abaratar el despido y rebajar los salarios a eso apunta cada una de las propuestas de la reforma laboral del gobierno: -Generalizar el contrato de fomento del empleo con despido más barato, 33 días por año trabajado, frente los 45 del contrato ordinario actual. Además el gobierno pretende que el Estado pague 8 de los 33, con lo que las empresas sólo pagarían 25 días.-Abaratar aún más el despido con la aplicación del modelo austriaco.-Rebajar salarios adaptando el modelo alemán de reducción de jornada y salario, que podría llegar a rebajar entre un 15% y un 20% el salario real de los trabajadores a los que se les aplique.-Garantizar tres años más los salarios mínimos para jóvenes ampliando el contrato de formación para jóvenes de los 21 años actuales a los 24, sin cotizaciones a la SS y con el Salario Mínimo.