Música

Def Con Dos: «si no llega hasta el fondo no noto nada»

Ayer, sábado 21 de febrero, Def Con Dos presentó su último álbum en la sala Heaven de Santander. Después de cuatro años de silencio discográfico, «Hipotécate tú» arranca los motores del tráiler de gira hasta finales de mayo. Un grupo que fue locomotora musical se presenta ahora, sin hacer mucho ruido, como furgón de cola.

La formación liderada or César Strawberry representaron, a mediados de los años 90, los últimos coletazos de un movimiento musical que creyó rebelarse al sistema con la fórmula de “escupe en la cara del patrón”. Como en una especie de regresión conceptual mimetizada de los movimientos sociales anti-sistema, Def Con Dos construyeron barricadas sin preocuparse de hacer camino. Para ello eligieron el método del escándalo, lo escatológico y hablar de lo que parece que nadie quiere hablar.Su música construía una más que interesante propuesta estableciendo puentes entre el rap de los míticos Beasty Boys, el punk de Toy Dolls y el hard rock de AC/DC. Pero el contenido de sus letras y, por lo tanto, la médula de su proyecto estaba destinada a acabar fuera del circuito extra-oficial del “pásame el último de…”.Con composiciones a la altura de Rage Against de Machine, como papel de tornasol “extra-muros”, sin duda, la opción podría haber sido remontar el vuelo y seguir provocando. Pero la fórmula es harto complicada. “Pánico a una muerte ridícula”, “Fist-fucking”, “Coprofagia”, “El club de las mujeres violentas”… son títulos de algunos de los mejores temas de la banda que en concierto se convertían en piezas explosivas de energía incombustible. Pero moverse a ese nivel de superficialidad tiene ese peligro. O ahondas en la composición musical, atreviéndote a nadar a contracorriente de la supuesta contracorriente, o acabas engullido por la realidad: “vomitar” sobre el sistema no sirve para nada, aunque desahogue. Y así lo reconoce la gente.Aún en circuitos aparentemente marginales su difusión fue muy amplia, y el respeto por su calidad musical evidente. En éste, su último álbum persisten en las buenas composiciones pero colocándose a la cola del “pepito grillo” por sello.Pese a todo, es muy recomendable no perdérselos. Desde luego un concierto de Def Con Dos es garantía de un directo contundente y de ejecución fácil; es decir, consiguen que la malgama de contratiempos, beats, distorsiones y doble-bombos empaste con un rapeo “a dos voces” de melodía construida, y sin la sequedad de la que a veces se adolece en el recitado de corte hip-hopero. Y es fácil porque consiguen hacerlo como si no estuvieran pendientes de ello, sino de que el público “reviente”.Como dicen en una de sus canciones… “si no llega hasta el fondo no noto nada”.

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