SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Declaraciones muy comprometedoras para Rajoy y el PP

LAS DECLARACIONES de ayer de Eugenio Nasarre y de Pío García-Escudero ante el juez Ruz revisten una especial importancia por dos razones. La primera porque ambos reconocieron que cobraban sobresueldos mensuales por formar parte de la dirección del partido. Y la segunda porque Nasarre también testificó haber recibido 70.000 euros en billetes de manos del ex tesorero del PP para la Fundación Humanismo y Democracia, de la que era patrono. Ese pago aparecía consignado en la contabilidad manuscrita de Luis Bárcenas.

Nasarre confirmó al juez que los sobresueldos eran «generalizados» en la sede del PP, aunque matizó que él siempre declaró a Hacienda los 1.800 euros que recibía mensualmente en 2003 y 2004 como responsable de Estudios y Programas. Horas después, Pío García-Escudero explicó también ante el juez que cobraba 4.200 euros mensuales entre 1999 y 2003 como coordinador de área, siendo además senador. Hace unas semanas, Cascos reconoció que percibía 10.000 euros al mes como compensación por su dedicación al partido.Aun suponiendo que todos ellos cumplieran con sus obligaciones tributarias, estamos ante una cuestión formal de falta de transparencia, pero también de fondo, ya que se trata de sumas muy elevadas que demuestran que dedicarse a la política era altamente lucrativo para todos ellos. El PP prometió hacer públicas las declaraciones del IRPF de sus dirigentes, pero ha incumplido este compromiso. El reconocimiento de Nasarre de que cobró 70.000 euros en dos entregas en metálico –una de ellas, en 2003– para su Fundación es mucho más grave porque sugiere que ese montante procedía de dinero negro o ilegal. En primer lugar porque Álvaro Lapuerta realizó las entregas en billetes y nadie paga de esa forma una cantidad así si se trata de una transacción legal y transparente. Y, en segundo término, porque Nasarre registró esa suma en la contabilidad de la Fundación como una donación anónima. Lo que indica que no quería que quedara constancia de que ese dinero provenía del PP. ¿Figuran esos pagos de 70.000 euros en los libros de cuentas del partido? ¿Cuál fue el origen de ese dinero? ¿Por qué se entregó en sobres y en metálico? ¿Era esto una práctica habitual en esta formación política? El PP tiene que responder a estas preguntas. Hay que recordar las palabras pronunciadas por Mariano Rajoy en su intervención ante la cúpula del PP el 2 de febrero: «En este partido no se pagan cantidades que no hayan sido registradas en la contabilidad del partido ni que de cualquier otra manera resulten fiscalmente opacas». Estos términos tan tajantes comprometen al presidente, cuya credibilidad quedaría muy maltrecha si se demostrara que los 70.000 euros que recibió la Fundación de Nasarre venían de la caja B del partido. Y en peor situación quedaría todavía si quedara acreditado que se pagaron sobresueldos opacos, lo que con este antecedente resulta aún más verosímil.Ahora todo queda en manos del juez Ruz, que por sus actuaciones está demostrando un laudable propósito de llegar hasta el final en la averiguación de cómo entraba y salía el dinero en la sede de la calle Génova.

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