SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Debate del tedio

Los descreídos ven el Debate sobre el estado de la Nación -que han ocultado hasta las vísperas- como un trote retórico, un coñazo. Aburrido, sin morbo, un tiroteo dialéctico de los dos predicadores del bipartidismo.

Mientras, crece la desconfianza hacia los políticos. Los dos partidos grandes necesitan agarrarse el uno al otro para no caerse sobre el sudario de una lona pútrida. Se enrocan en una Constitución sobre la que lo mejor que se dice es que hay que cambiarla.

«No habrá sangre, se tapará con habilidad retórica la turbiedad de la corrupción. Uno hablará de economía y otro de paro, pero a cada uno de ellos le va bien el otro», reconoce un experto.

Son horas para la prudencia y, como dice el periodista político Manuel Sánchez, «de Alfredo y Mariano nos lo sabemos todo: sus tics, sus coletillas, sus gestos». Pasarse la mitad de la vida con el cuerpo en el escaño agota el talento; en una democracia retenida no se renueva la jerigonza. No hay que esperar de estos debates cortesía, tolerancia o ingenio, sino un escaparate de antigüedades.

«Dejadme sOlo», ha dicho Mariano Rajoy a sus asistencias, como los matadores que quieren triunfar. Ha escrito el discurso de su puño y letra. Si acaso, ha pedido algunos datos, porque será una intervención muy tecnocrática, por lo menos en la primera parte.

Ante un Congreso constituido en plató, intentará reconquistar a la clase media alejada de su proyecto prometiendo algunas rebajas fiscales.

Como orador es eficaz, prefiere las palabras que ayudan a las que gustan. Dirá que hemos dejado atrás el infierno, que la prima de riesgo mejora. En la M-30 se hablará de las elecciones europeas y del posible retoque en el Gobierno. No se sabe a estas alturas si De Guindos se escapa al FMI o si Arias Cañete va a salir del Gobierno para ser candidato a las europeas, a la Presidencia de Europa o a un puesto en la UE. No habrá mucho revuelo con ETA ni con Cataluña. Alfredo y Mariano están de acuerdo en lo esencial.

La Izquierda Plural -verdosos, rojeras, anticapitalistas contra los chacales neoliberales- va a proponer una resolución para derogar el artículo 135 de la Constitución, el que cambiaron Zapatero y Rajoy en una conversación telefónica, cuando acordaron la primacía de la deuda sobre la soberanía. «Pero -les digo-, para eso no tenéis mayoría». «Sí, pero así veremos cómo se retrata el PSOE en el Debate». Y me citan la famosa teoría de John Adams: «Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una, a través de la espada. Otra, a través de la deuda».

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