Vicky Peláez

De Auschwitz a Arizona

La comunidad hispana supone ya un 13% de la población norteamericana y uno de los colectivos con más arraigo en EEUU, al tiempo que alimenta su propia identidad. Durante décadas los hispanos han crecido sin capacidad polí­tica de defender sus intereses. La lí­nea xenófoba que avanza en estos momentos en EEUU, con Arizona como punta de lanza, se topa de bruces con una comunidad fuerte y organizada. En las últimas elecciones su voto para Obama fue decisivo en cinco de los estados más grandes.

Un reciente estudio demuestra que el 75% de los hijos de los inmigrantes hisanos conserva el español como lengua materna, junto con el inglés como lengua de uso regular. Este fenómeno no se había dado hasta ahora con otros colectivos de inmigrantes. Igualmente el estudio refleja como la inmigración ha ido aumentando en la medida en la que EEUU generaba conflictos en los países de origen, trasladando dentro de sus fronteras un gigante que hasta no hace mucho ha permanecido dormido Ahora son cientos las organizaciones hispanas y los profesionales que empiezan a tener importante presencia en las estructuras del país y en puntos clave del tejido social. No solo senadores o altos cargos, sino principalmente profesionales y trabajadores con capacidad de organización, movilización y de generar importantes climas de opinión. Tras la aprobación de la Ley de Arizona crecen las opiniones y la presión sobre los inmigrantes, especialmente los hispanos. La respuesta de la comunidad hispana ha sido contundente, con movilizaciones por todo el país y la reacción de cientos de voces independientes. Seguramente una de las más destacadas sea la de Vicky Peláez, escritora y periodista peruana de “El Diario” de Nueva York, con una larga trayectoria de independencia: Vicky Peláez El Diario La Prensa NY Obama, campeón deportador de indocumentados La orden de deportación que pendía sobre ella desde 2004, fue anulada por la corte de Inmigración y le han concedido asilo político en los Estados Unidos. La alegría de Zeituni, que vivía en los Estados Unidos desde 2000 sin papeles, fue compartida y envidiada por los casi 20 millones de indocumentados que continúan bajo permanente peligro de detención, encarcelamiento y expulsión del país. A todos les gustaría ser primos, tíos y ahijados de Barack Obama. Sin embargo, su realidad es diferente en este país donde la campaña antiinmigrante, orquestada por los republicanos con el apoyo implícito del gobierno, se hace cada vez más intolerante, racista y xenofóbica. Mientras, Obama ni se acuerda de sus promesas de legalización ni las exhortaciones al pueblo cuando declaraba que “América no tiene que tener ningún miedo a los inmigrantes” y que “los nuevos inmigrantes latinos solamente favorecerán al enriquecimiento de nuestro país”. Bastó un año, y al igual como a George W. Bush ese sentimiento se desvaneció del alma, del cerebro y de los gestos de Barack Obama. Ahora resulta que su administración está en vías de deportar la cifra récord de 400 mil personas en 2010, un 70 por ciento de los cuales son indocumentados no criminales capturados en agresivas redadas y operativos policiales locales, estatales y federales. Arizona: un “muerto de hambre” con ínfulas La gobernadora Jan Brewer declaró que "la inmigración ilegal implica el aumento del crimen y el surgimiento del terrorismo en el Estado". Igualar a los indocumentados con terroristas, autoriza a la policía a disparar contra personas sólo por el color de su piel, por su vestimenta, por lo que llevan en las manos o hasta por su forma de caminar. Sin duda alguna, afectará también a los 280,000 americanos nativos que viven marginados y en extrema pobreza como a otras minorías, además de los hispanos, que encontraron refugio y el trabajo en esta zona árida de los Estados Unidos. Siguiendo al republicano, Pat Buchanan quien dice: “Estados Unidos debe hacer más fuerte la cruzada por la liberación de Norteamérica de las hordas bárbaras de hambrientos extranjeros portadores de enfermedades exóticas”, la gobernadora Brewer, después de arremeter contra indocumentados jornaleros, obreros de construcción, empleadas domésticas, jardineros, trabajadores de la limpieza, encausó su campaña contra los maestros de origen hispano. De acuerdo a su nuevo decreto, los maestros con marcado acento no podrán enseñar en las escuelas. Pero allí no termina su cruzada porque la “limpieza étnica” en todos los tiempos históricos siempre fue acompañada por la ideología. Desde ahora los “estudios y proyectos étnicos” quedan abolidos en las escuelas. También prohíben la enseñanza de temas que pueden promover resentimiento hacia una raza o clase social. Esto implica politizar el conocimiento, convirtiendo los mitos creados por el sistema norteamericano en realidad. También significa desterrar a los pensadores más respetados en EE.UU. como Alexis de Tocqueville […] De hecho lo mismo sucederá con Howard Zinn, Gore Vidal, Noam Chomsky, James Petras y muchos otros hombres lúcidos de Norteamérica cuyas obras son la conciencia del país. Arizona oculta su bancarrota con el nazismo La historia del desarrollo del capitalismo demuestra que la xenofobia y el racismo siempre han sido utilizado por políticos inescrupulosos en los recurrentes ciclos de la crisis económica, para desviar el descontento y la ira de la mayoría del pueblo. Para ocultar las verdaderas causas de las dificultades económicas y financieras buscan a grupos minoritarios y los señalan como responsables de problemas que azotan a la nación. […] Aquí en los EE.UU. uno de los estados más pobres, Arizona con seis millones de habitantes y ubicado en la frontera con México, se convirtió por voluntad de los republicanos y con el consentimiento de un 70 por ciento de sus habitantes, en el primer estado policíaco, al firmar su gobernadora Jan Brewer la Ley SB-1070 que convierte en delincuentes a unos 460,000 indocumentados. Esta ley, que permite a la policía usar el perfil racial para detener a cualquier persona si tiene “sospecha razonable” de que es un ilegal, convierte también a este estado en el primer laboratorio del nuevo orden político y socioeconómico que los globalizadores sueñan con implantar en el país, bajo cualquier pretexto, sea terrorismo o inmigración ilegal. Arizona está en bancarrota con un déficit presupuestal de casi tres mil millones de dólares y con un índice de desocupación cercano al 20%. Los parques estatales están cerrados, varios edificios gubernamentales se venden y los negocios están a medio andar. Con la nueva ley, que recibió el aplauso de las organizaciones neo-nazistas y de las 540 agrupaciones de milicias populares, se están vaciando los complejos habitacionales debido al éxodo de los inmigrantes tanto indocumentados como legales, debido al miedo a la persecución policial y la discriminación racial. El organizador de las milicias locales, Bill Davis está reclutando por televisión a los veteranos de guerra con “experiencia de matar” para “cazar ilegales”.

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