Televisión

¿Cuándo supiste que eras gay?

Fenton Bailey y Randy Barbato recorrieron un paí­s, EEUU, con una única pregunta apuntada en la libreta: «¿Cuándo lo supiste?». Según los autores, para los gays y las lesbianas hay dos momentos crí­ticos en su vida: cuando lo saben y cuando salen del armario. La cultura gay se ha focalizado en el segundo, pero el instante de saberlo normalmente es mucho más importante. El documental, que fue emitido en Norteamérica hace unos meses a través del canal HBO, provocó un importante debate dentro de la sociedad americana.

El documental se convierte inmediatamente en un sincero y abierto debate entre interlocutores homosexuales. Los ropios autores afirman que es muy probable que también les hubiera inquietado esta cuestión de no haber sido esta su condición sexual, pero que seguramente les hubiera salido un retrato mucho más desgarrador y dramático. Barbato afirma: “Nuestro editor es heterosexual y siempre tendía a buscar lo más emotivo. Le teníamos que decir: ¡Vamos, anda, que no es tan trágico!”Como vamos descubriendo a través de esta insólita producción, el despertar de ese sentimiento no atiende a normas. Hay a quien le sorprende un hormigueo con 14 años ante un documental de pigmeos mal cubiertos por taparrabos. A otras, casadas y embarazadas, después de un sueño revelador a pocos centímetros del marido. Y sobre todo en el video se aprecia el alto nivel de empatía que los realizadores adquieren, y que consiguen transmitir al espectador, sea cual sea su opción sexual.En total Bailey y Barbato hablaron con 200 personas, durante el año y medio que duró la producción del documental. La sencillez absoluta es el secreto: una cámara, una silla y un interlocutor confiado y tranquilo. Precisamente esta sencillez es la que permite que se pase rápidamente de momentos cómicos a dramáticos, con la misma naturalidad con la que se hace en la vida cotidiana. En el video reímos con Bobby Jones, un texano que asegura que a los cinco años ya era seguidor acérrimo de Grizzly Adams, una serie norteamericana con un protagonista maduro y asilvestrado que vive rodeado de animales, y admite que ahora “lo suyo son los osos”.Sin embargo, las carcajadas se diluyen al hablar de otros momentos mucho más difíciles. Lo que movió a los creadores ha poner en marcha este proyecto fue la completa oposición al secretismo al que se ven obligadas todas las personas en el momento en que descubren su homosexualidad, y afirman que el proceso hasta salir del armario puede durar décadas.Un sencillo documento, pero completamente revelador, e incluso didáctico, que es en sí mismo todo un canto a la libertad.

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