¿Créditos Fiscales? Pensada la trampa, hecha la ley

Entender los créditos fiscales es indignarse; pero también comprender que sobraría dinero sin subir los impuestos, solo con que, de verdad, banca y monopolios pagasen lo que toca por ley.

Cuando una entidad bancaria da beneficios y debe tributar por ellos, tiene la opción de presentar una estimación argumentando que espera pérdidas en el futuro. Entonces se le permite desgravar esas «pérdidas estimadas futuras» de los impuestos del año en curso y no pagar ahora lo que le tocaría. Esto se conoce como activos fiscales diferidos (DTA). Además los bancos y monopolios pueden ir ampliando esta estimación año tras año, aplazando el pago de impuestos infinitamente. Pero les generaba un pequeño problema: los acuerdos internacionales (Basilea III) consideran estos DTA como pérdidas del banco empeorando su valoración. Para resolverlo, la banca española, el Fondo Monetario Internacional, y la Comisión Europea le propusieron al Gobierno de Rajoy (y este aceptó) transformar los DTA en créditos fiscales -que ahora explicaremos- que no computan como pérdidas.

Las 35 empresas del IBEX acumulan en sus balances 100.000 millones de euros en activos por impuestos diferidos, (en su mayoría son créditos fiscales) que permiten a las compañías reducir el pago del impuesto de sociedades en el futuro de forma legal.

Los Créditos Fiscales (C.F.) son desgravaciones en los impuestos por pérdidas pasadas. Si usted tiene pérdidas un año, una vez presentada su declaración de renta ya no puede aspirar a que aquellas pérdidas, de por ejemplo 2012, se las desgrave Hacienda en su declaración de 2018 para compensar que le sale positiva. Pero… los bancos y monopolios sí pueden. «El verdadero paraíso fiscal de la banca y monopolios es España»

Tienen sus pérdidas pasadas documentadas como activos fiscales y pueden utilizar el descuento de esas pérdidas pasadas en los ejercicios en que obtiene beneficios. Tienen avalado el derecho a un recorte en sus impuestos actuales basado en desgravaciones no aprovechadas en el pasado.

Es por eso que los créditos fiscales son cantidades consideradas como activo de la empresa. Es un aval estatal que permite pagar menos impuestos cuando lo apliquen. Por esto uno de los tesoros heredados por el Banco Santander en su adquisición del Banco Popular -recordemos que por un euro-… son los más de 2.000 millones de euros en créditos fiscales.

Estos créditos fiscales proceden principalmente de pérdidas originadas durante la crisis, pero también se les permite incluir por ejemplo aportaciones a planes de pensiones de empleados. Bancos y energéticas son las que acumulan más impuestos diferidos. En palabras de un economista «la banca española ha conseguido llegar al paraíso fiscal sin necesidad de moverse del sitio, 0% de impuestos y completamente legalizado».

En este caso, perfeccionando el refrán, una vez diseñada la trampa para no pagar, se dio forma de ley… a la medida de bancos y monopolios.

—————————————————————————

Absorción bancaria Santander – Popular

Suma y sigue

Tras pagar un euro (1,00 €) por el Banco Popular, el Santander continúa disparando sus beneficios a costa de todos. Solicitará este año 1.000 millones a Hacienda en concepto de créditos fiscales heredados del Banco Popular. Es decir, una rebaja de esa cantidad en los impuestos que legalmente le tocaría pagar ya que ha obtenido beneficios.

Según estimaciones presentadas esta semana, esto supondría que el Gobierno de Pedro Sánchez perdería de un golpe todo lo que prevé recaudar con el impuesto a la banca.

La comparecencia en el Parlamento del vicepresidente del Banco Santander, y actual presidente del Banco Popular, Rodrigo Echenique, ha sido un auténtico desafío y burla a los diputados y a todos los ciudadanos.

Desafío porque aunque se le conminó a aclarar cómo el Santander se quedó de manera tan favorable con el Popular, utilizó su intervención para anunciar que exigirá la rebaja de sus impuestos aplicando activos fiscales del banco absorbido. ¿No quieres taza? Toma dos.

Y sin inmutarse, Echenique afirmó que queda a la espera de que «la autoridad tributaria» decida si lo hace mediante un pago al Banco Santander o «mediante compensación» de impuestos. Estos mil millones se suman a los 485 millones solicitados ya el pasado año.

Cuando 140.000 millones no son nada

En su comparecencia parlamentaria, Echenique arrancó afirmando que el Banco Popular “no valía nada” y que el Banco Santander fue la única entidad que presentó una oferta porque era la única que podría permitirse asumir el coste. ¿Y quién pretende que se crea que apropiarse de un banco por un euro es no quedarse nada de valor?

Para argumentarlo, explicó que al precio de un euro pagado por la entidad, hay que añadirle que Banco Santander ha tenido que reforzar su capital con 7.000 millones de euros e inyectar 13.000 millones para que el Popular siguiera funcionando. Sin cuestionar que estas cifras sean reales, está claro en todo caso que son inversiones calculadas y a recuperar con creces, como inevitablemente tuvo que reconocer después: pues obtuvieron “ventajas estratégicas evidentes” al adquirir el Popular, como mayor presencia en territorios donde la penetración del Santander era más limitada, además de una gigantesca cartera de clientes, en particular de autónomos y pymes.

El Banco Popular, entregó al comprador una importante cuota de un 5% del mercado en España y del 2% en Portugal. Se trataba, como reconoció, de un banco con 140.000 millones de euros de activos, pero que “no podía seguir funcionando ni un día más con su ausencia de liquidez”. Un grave problema de liquidez, no de rentabilidad.«Banco Santander se aplicará un descuento de 1.000 millones en impuestos por su compra del Popular»

Si a alguien le queda alguna duda de lo rentable de la absorción, baste recordar que hace unos meses Santander cerró la mayor operación inmobiliaria privada de la historia de España. Vendió al fondo Blackstone el 51% de los activos inmobiliarios del Popular, por 5.000 millones de euros.

Endosándonos las pérdidas

Ahora, solicitando que le sean aplicados los descuentos en impuestos por los créditos fiscales del Popular, la familia Botín y demás accionistas no hacen sino trasladarnos esos impuestos, que no van a pagar, a todos, por el sorprendente método legal de endosarnos las pérdidas pasadas del banco que han comprado.

Eliminar todas estas maniobras administrativas que permiten a banca y monopolios evitar pagar los impuestos que les corresponden por sus beneficios, es una urgente necesidad para que avancemos en redistribuir la riqueza. Porque como vemos, dinero sí que hay pero acumulado en muy pocas manos.

2 comentarios sobre “¿Créditos Fiscales? Pensada la trampa, hecha la ley”

  • Explícito y bien fundamentado. Pero falta decir que hay otras minucias como ahorros de accionistas fallecidos, el cobro de morosos por partida doble, todo ética y políticamente incorrecto pero bajo el paraguas de la ley

Deja una respuesta