El anuncio de nuevas subidas de impuestos (tras la reciente subida de impuestos indirectos, entre otros, el de las gasolinas) ha generado tal descontento y alarma social que Zapatero ha tenido que salir rápidamente a enfriar su anunciada subida general de impuestos. No suprimiéndola, sino colocándole los cubitos de hielo de siempre: los 420 euros para los parados y la subida de las pensiones mínimas. Zapatero ha pasado de ser el de «la bajada de impuestos es de izquierdas» al Zapatero de «subir los impuestos también». La inmensa mayoría de la sociedad española vamos a tener que pagar no ya el coste de la crisis, sino los cientos de miles de millones de euros que Zapatero ha entregado a la gran Banca que encabeza Botín y a las Cajas de Ahorro que controlan las castas políticas de las autonomías.
Dice Zaatero que “sólo” subirá los impuestos “al capital” pero somos el conjunto de la sociedad los que vamos a sufrir esa subida general de impuestos. Ya subió las gasolinas y se teme que suban otras tasas e impuestos indirectos. Van a suprimir la desgravación de 400 euros del IRPF que aprobaron el año pasado; una subida encubierta del IRPF, cuando Zapatero dijo que no se tocaría. Y van a subir los impuestos sobre las rentas del ahorro. O sea sobre quienes tienen rendimiento por ahorros en el banco o vendan un piso, tendrán que pagar más plusvalías.Todo menos tocar de verdad los impuestos del capital, del gran capital. Para nada se proponen acabar con los privilegios fiscales del gran capital oligárquico como: tocar la tributación de las SICAV, esas empresas anónimas de capital privado, que sirven de tapadera a las grandes fortunas para tributar sólo el 1% a Hacienda; ni impedir la fuga de capitales a paraísos fiscales…Zapatero se ha revestido con la camisa de “los descamisados” para hacerse pasar por el defensor de los derechos de los pobres, de los parados sin subsidio, de los “pobres” pensionistas a los que ha prometido un año más que “las pensiones mínimas volverán a ganar poder adquisitivo. Pero su política en realidad es otra cosa, es paro y miseria para trabajadores, parados y pensionistas, y una nueva sangría de impuestos para la inmensa mayoría de las familias de nuestro país.Frente a la subida general de impuestos nosotros –como dijimos en el programa de las últimas elecciones- sí tenemos otro plan, con ejes y medidas radicalmente diferentes a la línea seguida por Zapatero-Botín:-Un plan de ahorro nacional basado en la reducción en un 20% de los gastos superfluos del Estado. (Hoy mismo hemos conocido cómo en plena crisis las administraciones han aumentado en más de 100.000 el número de funcionarios). En atajar la corrupción y el despilfarro. ¿Cómo es posible que hasta el último mono de los 50.000 o 100.000 cargos institucionales viajen en coches de superlujo de importación a costa del erario público?-Y una reforma fiscal realmente progresiva para que paguen más los que más ingresos tienen. Una reforma del 0% (para las rentas más bajas del capital, para los ahorros de las familias de clase más desfavorecida y los beneficios más bajos de las pymes); hasta llegar al 90% sobre los beneficios de los principales banqueros del país o de los representantes de los grandes monopolios como Telefónica.Sí hay otro plan para salir de la crisis y es preciso movilizarse para imponerlo. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, que hasta ahora han contemporizado con el gobierno tienen ahora una buena oportunidad para reponer el daño que hasta ahora le han hecho a los trabajadores con su silencio y docilidad ante el gobierno.