Ecuador elecciones

Correa a un paso de la reelección

Ante la locura de promesas, ofertas y ofrecimientos de cada uno de los candidatos que se presentan a estas elecciones, Rafael Correa decidió no hacer ninguna, apenas posicionando cuales han sido logros de su acción de gobierno e indicando que para el cambio social del Ecuador se necesita continuidad en esta gestión.

Ante los comicios electorales que tendrán lugar el róximo 26 de abril en el Ecuador, los candidatos presidenciales que rivalizan para alcanzar la Presidencia de la República son ocho. De entre ellos este artí­culo desmenuza los antecedentes, argumentaciones principales de campaña, así­ como la situación actual y la intención de voto de cada uno de los cuatro principales aspirantes a esta dignidad.Ecuador vive en la actualidad un proceso de transformación social, que tuvo su origen a partir de la toma de posesión del actual mandatario Rafael Correa, quien accedió al cargo el pasado 15 de enero del 2007 con un discurso claramente enfrentado a la vieja «partidocracia» ecuatoriana. La nueva Constitución aprobada con una mayorí­a del 64%, el 28 de septiembre del año pasado, ha significado que todos los poderes polí­ticos existentes en el paí­s (alcaldes, concejales, prefectos, viceprefectos, asambleí­stas, vicepresidente y presidente de la República), deban ser elegidos el próximo 26 de abril.Los cuatro principales aspirantes a la Presidencial del Ecuador, Lucio Gutiérrez (ex presidente), Álvaro Noboa (eterno aspirante), Martha Roldós (hija de fallecido presidente Jaime Roldós) y del actual mandatario del Ecuador, el economista Rafael Correa Delgado, quien se postula con la finalidad de volver a ser elegido por los ecuatorianos.En principio existe una lógica común, independientemente de las organizaciones polí­ticas a las que pertenecen. La consigna es clara en este paí­s situado en la mitad del mundo: «Todos contra Correa».Ecuador, paí­s andino limí­trofe con Colombia al norte y Perú al este y sur, precisamente los dos paí­ses que no han entrado aún en el ciclo histórico de cambios que se está dando en América Latina, tiene una población de 13.927.650 habitantes (datos censales de julio de 2008) y una extensión de 283.560 kilómetros cuadrados. Su moneda es el dólar (desde el año 2000 es paí­s está dolarizado), situación que le impide tener soberaní­a sobre su moneda, uno de los grandes males que debe afrontar el futuro mandatario ante una época de recesión y crisis mundial.En noviembre de 2006, el actual mandatario ganó las elecciones en segunda vuelta a Noboa. Tomó posesión el 15 de enero del 2007, y en mayo de ese mismo año, un 80 % de los ecuatorianos aprobaba, en un referéndum, la conformación de la Asamblea Constituyente. El presidente Correa se mostró satisfecho también con el triunfo logrado por su partido Alianza PAIS, durante las elecciones celebradas el 30 de septiembre de 2007 (sacaron más del 70% de los asambleí­stas).Con ello se dio ví­a libre para realizar notables cambios en el sistema polí­tico. La oposición aseguró que con estas elecciones Correa buscó aumentar sus poderes presidenciales.La nueva Constitución, vigésima en la historia del paí­s desde su creación en 1830, fue aprobada por más del 60 % de los ecuatorianos, convirtiéndose esta en una de las Cartas Magnas más progresistas de América Latina y significando un nuevo hito en la historia del nuevo constitucionalismo post neoliberal que se está desarrollando en América Latina.Ante la locura de promesas, ofertas y ofrecimientos de cada uno de los candidatos que se presentan a estas elecciones, Rafael Correa decidió no hacer ninguna, apenas posicionando cuales han sido logros de su acción de gobierno e indicando que para el cambio social del Ecuador se necesita continuidad en esta gestión.La gestión de apenas dos años de gobierno de la Revolución Ciudadana es la única en los últimos 15 años de inestabilidad polí­tica del Ecuador, que puede presentar logros y objetivos concretos cumplidos.El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó hoy que nadie detendrá la revolución que encabeza, al cierre de la campaña para su relección en los comicios generales del domingo, en que según los sondeos es favorito con una amplia ventaja para ganar y captar una mayorí­a de escaños en la Asamblea Nacional sin necesidad de alianzas.¡Esta revolución ciudadana está en marcha y nada ni nadie la detiene!, expresó casi sin voz el mandatario de 46 años en los actos previos al término de la contienda proselitista, de cara a la elección de nuevas autoridades nacionales y seccionales para adecuar los cargos a la nueva Constitución aprobada en referendo en septiembre del año pasado.Hemos manejado bastante bien esta crisis (internacional) que nosotros no hemos provocado. Sin embargo, algunos están enojadí­simos porque les hubiera gustado que fracasara el gobierno nacional, apuntó el gobernante con poco más de dos años en el poder.Agregó que seguirá enfrentando la crisis global sin renunciar a su modelo económico de inspiración socialista, privilegiando la atención a los pobres antes que el pago de la deuda externa. Además, rechazó un tratado de libre comercio con Estados Unidos.»Nadie busca perennizarse en el poder. Simplemente somos instrumentos del pueblo», afirmó Correa, que se enfrenta una crisis mundial y a la caí­da del precio del crudo, una de sus principales fuente de ingresos.Correa, que mantiene niveles históricos de popularidad gracias a sus múltiples programas sociales, que han beneficiado a los sectores desposeí­dos, y a medidas nacionalistas como dejar de pagar la deuda externa o la expulsión de empresas extranjeras.El año pasado Correa sumó una victoria decisiva para afianzar su propuesta, al ser aprobada la nueva Carta Magna, en el referendo celebrado el pasado 28 de septiembre, cuando un 64 por ciento del electorado aprobó el texto.Uno de los mayores retos de Ecuador es cambiar su inserción en el sistema internacional pues éste delimita los marcos de sus polí­ticas internas. Ecuador es un paí­s primario exportador muy vulnerable a la volatilidad internacional. Tiene un mercado interno pequeño y deprimido, una apertura comercial excesiva. Su perfil social está marcado por grandes fracturas: altos niveles de pobreza y desigualdad.Pero, al mismo tiempo, hoy está abierta una posibilidad real, sobre todo en Sudamérica, para que un proceso de integración permita una reinserción que otorgue a Ecuador y al subcontinente un mayor margen de acción internacional.Está alejado espacialmente del eje de integración latinoamericano, no comparte frontera ni mantiene relaciones económicas importantes. Está encerrado justamente por los dos paí­ses -Colombia y Perú- que siguen con más fuerza los lineamientos de Estados Unidos. Este cerco conservador implica que aún con la renuncia del Ecuador a firmar el TLC con Estados Unidos sufrirá las consecuencias de los tratados de sus vecinos. El gobierno ecuatoriano ha planteado su intención de intensificar su adhesión a los procesos de integración en marcha en América Latina. El presidente Rafael Correa busca consolidar la Comunidad Andina, acercarse al Mercosur y fortalecer la Unasur como los principales espacios económico-polí­ticos para Ecuador.

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